¡Alohaaaaaa!
Hoy os traigo un análisis completo de Drova: Forsaken Kin, un RPG de acción indie y corte clásico que combina exploración, combate y una narrativa oscura con tintes de mitología nórdica. Este título, disponible en todas las plataformas, nos quiere sumergir en un mundo lleno de secretos, misterios y peligros constantes. A continuación, os detallo mi experiencia con este juego, destacando sus puntos más importantes.
Drova nos sitúa en un mundo decadente y hostil donde los antiguos poderes de la naturaleza han sido olvidados. Como protagonista, debemos encontrar nuestro lugar en una sociedad fragmentada mientras nos enfrentamos a un sinfín de criaturas y enemigos que no dudan en acabar con nuestra vida. Las decisiones que tomemos en nuestro camino no solo definirán nuestra historia, sino también el destino de las tierras de Drova.
La narrativa destaca por su tono oscuro y maduro, explorando temas como la corrupción, el sacrificio y la lucha por el poder. Aunque la historia se construye lentamente, los textos y diálogos están bien escritos, aportando detalles que enriquecen el mundo y sus habitantes. Eso sí, no esperes un enfoque directo: gran parte del trasfondo lo descubres explorando y prestando atención a los detalles, al más puro estilo de los clásicos del género.
El sistema de combate es el corazón de DROVA. Mezcla acción en tiempo real con elementos estratégicos, como el uso de habilidades especiales y gestión de recursos. Aunque los controles responden bien, hay momentos en los que la hitbox de los ataques parece inconsistente, lo que puede frustrar en enfrentamientos más complejos.
El diseño de niveles fomenta la exploración, con caminos ocultos, zonas opcionales y secretos en cada esquina. Esto se complementa con mecánicas como la recolección de recursos y la creación de objetos, que añaden profundidad a la experiencia. Sin embargo, el backtracking puede hacerse pesado en ciertas secciones, especialmente si no encuentras los atajos rápidamente.
La dificultad está bien ajustada, aunque no es un juego fácil. Los enemigos son variados, pero sus patrones de ataque tienden a repetirse, lo que reduce el desafío en el tramo final. Por otro lado, los combates contra jefes son un auténtico punto fuerte: cada uno exige concentración y aprendizaje, siendo momentos memorables de la aventura.
Podremos personalizar a nuestro personaje al comienzo de nuestra aventura y contaremos con una amplia gama de armas y armaduras con las que tapar todo el trabajo que hayamos invertido al principio de nuestro viaje por Drova.
Las conversaciones en el juego son relevantes y cada decisión contará, haciendo imprescindible el sopesar bien qué elección tomarás e influyendo decisivamente en el desarrollo de la historia.
El pixel art de DROVA está muy logrado. Los escenarios están llenos de detalles que crean una atmósfera viva y creíble. Desde ruinas cubiertas de vegetación hasta pueblos llenos de NPCs, cada lugar tiene un encanto único. Además, los efectos de iluminación y partículas son cumplen perfectamente para un título como este.
Por desgracia, el rendimiento en Switch no es perfecto. En áreas con muchos efectos en pantalla o cuando hay múltiples enemigos, el framerate sufre caídas notables. Aunque no arruina la experiencia, sí afecta la inmersión en momentos clave.
La banda sonora complementa perfectamente el tono del juego, con melodías melancólicas y sonidos ambientales que refuerzan la sensación de desolación. Los efectos de sonido están bien logrados, desde el crujir de las ramas al caminar hasta los golpes de espada durante los combates.
Sin embargo, la falta de un doblaje o traducción al español resta muchos puntos a un juego con dosis tan altas de texto, donde además el vocabulario empleado puede no resultar familiar incluso para quienes se defienden con el idioma.
A destacar
Un RPG clásico muy personalizable
La gestión de un ámplio inventario, la gestión de armaduras que modifican las características y el aspecto del personaje, así como un árbol de habilidades a desarrollar.
Estilo artístico
El pixel art y la ambientación destacan como un punto fuerte del juego. Cada rincón de Drahan tiene algo que contar, y el nivel de detalle consigue atrapar a cualquiera que disfrute de los RPG clásicos.
Conclusión: lo bueno y lo malo
Lo bueno:
- Una narrativa oscura y bien construida.
- Diseño de niveles que invita a explorar.
- Enemigos y jefes desafiantes, cada combate cuenta.
- Estilo artístico muy logrado.
- Una gran cantidad de horas de juego donde no se convierte en repetitivo ni pesado.
Lo malo:
- Rendimiento inconsistente en Switch, especialmente desde la última actualización que provoca cierres continuos del juego.
- Algunos patrones enemigos son poco variados.
- Backtracking que puede hacerse tedioso.
- No está traducido al español.
En conclusión
DROVA: Forsaken Kin es un juego que ofrece una experiencia inmersiva y desafiante para los fans de los RPG de acción. Aunque tiene fallos técnicos y momentos menos inspirados, destaca por su atmósfera y combate. Si te gustan los juegos que premian la paciencia y la exploración, este título merece estar en tu lista.
Si bien me hubiera gustado realizar este análisis después de haber terminado el juego, lamento deciros que he jugado unas 20h hasta abandonarlo, esperando el momento en que solucionen con un parche el problema de los cierres repentinos. Actualmente recomiendo jugarlo en PC ya que al parecer ahí no da estos problemas que se deben a la última actualización que ha habido en Switch y que aun no han solucionado.
Valoración:
Capturas
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