Si Crypt of the Necrodancer fuese un FPS, seguramente sería algo parecido a BPM: Bullets Per Minute. BPM es un roguelike en primera persona inspirado en los FPS de los 90 y en el que es tan importante masacrar enemigos, como hacerlo al ritmo de una ópera rock.
El objetivo del juego es atravesar mazmorras generadas proceduralmente y derrotar a los siete jefes para llegar al enemigo final, Nidhogg. Para conseguirlo, podremos usar a uno de los cinco personajes sacados del difunto Paragon, cada uno con distintas habilidades, y un arsenal de armas y objetos que cambian en cada partida.
BPM: Bullets Per Minute saldrá este verano en Steam.