Such a good ride. 16 días y 26 bosses después (he mirado la wiki a ver si me había dejado a alguno antes de ir a por Gywn) le pongo punto y final a este viaje que empezó de casualidad tras acabarme NieR, cuyas boss fights me recordaron a Bloodborne por lo épico del momento y la OST. Después la casualidad se convirtió en constancia y en querer acabarlo no matter what, y aquí estamos.
¿Qué me ha gustado? El map design como vengo diciendo desde páginas atrás. Es increíble lo bien conectado que está todo en este juego, el cómo ves desde Darkroot Garden Duke's Archieves y sabes que puedes acceder allí, o la panorámica que te hacen al entrar a Anor Londo y tu cabeza explota porque todo lo que se ve lo has visitado o lo vas a visitar. Es cierto que tras Anor Londo decae algo en cuanto a tema de conexiones (hubiera preferido más conexiones entre Tomb of Giants y otras zonas que warpear entre bonfires por ejemplo), lo suple con el aumento en cuanto a tensión de las boss fights. Ornstein & Smough son probablemente el mejor combate del juego base, donde tienes que aplicar todo lo que has aprendido hasta el momento mientras mantienes la vista en ambos rivales, cada uno con su propio moveset y que te hacen sudar sangre.
La personalización de equipo me sigue pareciendo varios pasos por delante de Bloodborne, no sé si porque este último es más sencillo o porque los cambios de equipo se notan menos, pero aquí, salvo el arma, he tenido que cambiarme el equipo en bastantes ocasiones en función de la zona y/o boss al que me enfrentara, y eso me gusta, porque le da valor a lo que te encuentras y te hace explorar todos los mapas por si encuentras una pieza que te haga falta más adelante.
Descubrí tarde la magia y de casualidad, y wow. Es posible que haga, en algún momento entre hoy y el día de mi muerte (porque tengo que descansar mi mente) un NG+ probando alguna build orientada a magia, porque el planteamiento del combate cambia una barbaridad.
Y aquí llegamos al core del juego, porque si bien el map design es el alma de Dark Souls, los combates son su músculo. Cada enemigo tiene su propio set, no te mueves confiar incluso aunque vayas overlevel, tienes que leer al enemigo, y esto, es algo que se hace aún más fehaciente en las boss fights. Sí, son más lentas y tienen menos movimientos que Bloodborne, donde este está un paso o varios por delante, pero es otro estilo. Mucho más táctico, más pasivo, más de duelo. De leer a tu rival como digo y encontrar las aperturas. Gwyn es el mejor ejemplo de esto, su combate mientras suena Lord of Cinder es de lo mejor del gaming.
El DLC se merece un párrafo aparte. Justo cuando el juego decae tras la salida de Anor Londo, tienes la opción de acceder a él (puede que se acceda antes a él, pero por nivel no me lo recomendaron). Independientemente de la fumada que requiere su acceso, es un soplo de aire fresco, porque las boss fights son totalmente diferente a Dark Souls, son un combate mucho más dinámico. Ya te lo advierte Sanctuary Guardian al entrar, que no es a lo que estás acostumbrado, y Artorias y Manus lo reafirman. Dos de las mejores boss fights del juego por cierto.
Evidentemente me he dejado muchas cosas por detrás, al no tirar de guía en ningún momento (salvo para buscar la bonfire de Blighttown, era eso o dropear el juego allí). Según veo me he dejado Ash Lake y otra zona por explorar pero que, al no tener bosses, tampoco me he preocupado de mirarla a fondo. También me he dejado mil armas, piezas de equipos y magias pero mi primer run no iba a dar para más.
El juego evidentemente tiene fallos. Bed of Chaos es probablemente el boss peor diseñado de la historia (o uno de ellos). Miyazaki coge el testigo del parkour en Anor Londo y decide hacer un plataformas durante su combate que además, nada tiene que ver con Dark Souls, al no ser una fight al uso sino acceder a sus tres puntos débiles para golpearle. Hay literalmente tres bosses que son el mismo con otra skin (Asylum/Stray Demon y Demon Firesage) con el mismo moveset y debilidades. Tras Anor Londo el juego decae como digo, y es gracias al DLC lo que le da intensidad, seguramente sin acceder a él mi sensación hubiera sido distinta tras acabarlo.
De la historia/lore no hablo. He leído lo que he podido en los objetos pero soy vago para buscar coincidencias y referencias, así que gracias a los vídeos que me ha pasado basado Eros + lo que investigue en alguna página para leer y lo que hay por aquí tendré una idea general. No soy fan de que se cuenten las historias de esta forma, aunque entiendo que haya gente a la que le guste. Por lo poco que he leído, hay detalles que me parecen bastante interesantes como todo el tema de la maldición de los Undeads, la guerra entre Dioses y Dragones o la caída de Oolacile con el sacrificio de Artorias, así como el por qué Bed of Chaos es el monstruo que es al tratar de replicar la First Flame. Como digo de aquí puedo comentar poco más allá de que me iré informando poco a poco para poder saborear el juego al completo.
Como conclusión, merece la fama que tiene, y es gracias a este (aunque Demon's Souls puso los pilares, fue este quien dio a conocer este género) que tenemos cada vez más y más juegos del estilo, además de los propios de Miyazaki. Me quedo con la sensación inexplicable que te dan algunos bosses al caer con piezas del maestro Sakuraba, las veces que he abierto la boca al descubrir ese shorcut o el estrujarme la cabeza para encarar a algunas boss fights. La siguiente parada es Dark Souls II: Scholar of the First Sin en 2017, porque necesito descansar de Miyazaki y juegos por el estilo.