Hoy me he levantado con ganas de escribir y creo que es el momento perfecto para hacerlo. Al que no le interese, que no se moleste en leer. Con lo que voy a contar intento que la gente se dé cuenta de varias cosas que para mí son importantes que explicaré al final. Algunos lo verán como algo curioso y otros lo verán como una chorrada.
De pequeño era un chico tímido, que estaba enamorado de los videojuegos. A lo que más solía jugar era al Lineage 2 y a las partidas custom del Warcraft 3 con unos pocos amigos. En solitario siempre estaba jugando al Half-life, al Metal Gear Solid, al Tekken 3 y al Starcraft.
Como cualquier niño pequeño, me hablaron de los cibercafés, y pedí a mis padres que me llevaran.
En esta época tuve mis primeras partidas a DotA.
El primer día flipé en colores. Gente jugando a Warcraft 3, gitanos jugando al Counter-Strike y hasta había gente que jugaba el multijugador del Half-life. Empezé a jugar al CS, cada vez más, en cosa de un par de meses la gente que jugaba en el ciber no podía conmigo. En esa época no era consciente de lo que eso suponía, para mi no eran más que juegos.
Empezé a jugar más al CS en mi propia casa, jugaba bastante por internet y había dejado de lado los otros juegos. Mi sorpresa fué cuando me invitaron a jugar en un equipo para competir.
Jugué con ellos una temporada, pero entre que a mis padres no les gustaba el juego y que empezaba a salir por ahí, tuve que dejarlo. Esos meses coincidieron con mi primera novieta. No duró una mierda, así que volví a lo que hacía antes.
Volví a jugar Warcraft 3 con mis antiguos amigos, esta vez sólo jugábamos a DotA, noche tras noche, hasta altas horas de la madrugada. A mis 16 años, vivía sólo porque mi madre se había separado recientemente de mi padre y tenía un piso para mí.
Pasé casi dos años jugando DotA, comiendo pizzas de Telepizza día sí y día también.
A veces, ponía una pizza precocinada al horno y nos poníamos a jugar DotA. Se me olvidaba que tenía cosas en el horno, así que se me quemaban y tenía que tirarlas... por la ventana.
Poco a poco, mis amigos fueron dejando de jugar y yo también. Fuimos cambiando de juegos, empezábamos estudios superiores, nos echábamos novias...
Hoy, después de unos 6 años, gracias a la feature de guild de Dota 2 y gracias a aldebaran- por su guild de españoles, he vuelto a hablar con uno de los que considero mis mejores amigos de la infancia. Hemos vuelto a recordar viejos tiempos y hasta hemos jugado una partida.
Tal vez no veáis ni una moraleja, ni nada por el estilo, pero estoy seguro de que sabéis más o menos lo que intento decir.
Mención especial a:
#Rhae
#aldebaran-
Manti
Razor
Y gracias a vosotros por leer y dar vuestra opinión.