Introducción
Sin experiencia previa, lo primero que me pregunté fue ¿Por qué? ¿Por qué los veteranos del juego insisten en que es un juego para años?
Al principio, te llevan a una isla desierta y te dan una caña, una red y listo. Tus acciones se limitan a coger unos pocos insectos, peces y fruta, la cual se acaba rápido. Entonces, no entiendes eso del “juego para años”. Pero eso se termina, porque cuando haces las primeras peticiones de Tom Nook, nuestro guía para novatos en la isla, te van dando poco a poco pequeñas herramientas, que desbloquean acciones, acciones que te abren posibilidades en la isla y que te pueden pegar a la consola diariamente durante mucho tiempo.
El tiempo
En el juego, el reloj está vinculado al de la consola, eso quiere decir que el paso del tiempo es real, la noche llega cuando llega en “el mundo real”, al igual que las estaciones o fechas clave como cumpleaños. Esto hace que, por ejemplo, si quieres ver como es la isla en verano, va a tocar esperar a que llegue, día a día, como pasa en la realidad. Y sí, se puede adelantar el tiempo de la consola, una cosa que sobre todo al principio, sumando el hype más lo corto en posibilidades que es el juego los primeros 3 días, hace que te lo plantees. Pero no lo hagan, porque este concepto del tiempo, es magia y provoca que cada mañana quiera encender el juego para ver cómo va ese jardín proyecto que empezaste ayer, o como quedó el puente que pediste construir después de completar la recaudación de fondos.
Vecinos
Al empezar, en la isla habrá 2 vecinos aleatorios, lo que ya provoca pequeñas diferencias entre las partidas de otra gente. Estos vecinos, tienen una personalidad y diseño diferentes. Esto se ve reflejado en cuando hablas con ellos y hasta en los muebles de su casa. Están para que veas vida en la isla y no la sientas desierta. Los ves moverse, pescar o cazar bichos. Por lo que llevo de juego, tal vez sea uno de los puntos donde flojea un poco el juego, pero seguiré con la esperanza de que poco a poco las posibilidades con ellos incrementen.
Tareas
En el juego, personajes como Tom o Sócrates te irán dando tareas, las cuales puedes hacer cuando quieras, sin prisas, que sirven para tenerte entretenido con algún objetivo y muchas veces incluyen desbloquear algo nuevo. Esto está bien para la gente que le cueste, sobre todo al principio, tener algo claro por lo que jugar. Además, como misiones más secundarias, tenemos pequeños objetivos por los cuales nos dan puntos. Estos puntos sirven para desbloquear varias cosas, pero una de las más importantes será el billete con el que podremos viajar a una isla aleatoria.
Viajes
Se puede viajar a islas tanto aleatorias como de otros jugadores. En la práctica, viajar a islas aleatorias se traduce en una forma de farmear materiales para la gente que quiera exprimir más el día y dar un impulso extra al rito me del juego. Por ahora hay una variedad pequeña, pues al poco tiempo ya ves cómo se repiten, pero nada que no se pueda arreglar vía DLC.
Por otro lado, viajar a islas de otros jugadores, aparte de verla que ya suele ser bastante sorprendente, podemos comprar los artículos diarios de su tienda o vender la fruta propia de tu isla por más dinero, entre otras cosas.
Proyectos propios
Este es el punto más importante de todos pues todo lo nombrado anteriormente son las herramientas para que tu hagas lo que quieras en la isla. Tal vez tu proyecto sea hacer un macro jardín, con todas las variedades de flores del juego. O quizás quieras replantear la ubicación de las casas para dejarlas a la misma distancia una de otra y hacer calles. En fin, lo que se te ocurra, es un proyecto, que, además, suele requerir muchos días para terminarlo. Esto al final es lo que hace que quieras volver a la isla, cada día, aunque sea un ratito para ir progresando en ese proyecto que empezaste y que además irás viendo como progresa con el tiempo.
Comunidad
Aunque no es parte el juego en sí, me ha sorprendido muy gratamente la comunidad que tiene este juego. Recomiendo encarecidamente encontrar un grupo con el que jugar, ya que es divertido ver lo que se le ocurre a la gente, lo que pasa en su isla, que precio tiene cada uno para vender nabos… Al final al ser un juego tan abierto imaginativamente, hace que cada partida sea única y da gusto ver la isla de cada persona.
Este juego tiene algo raro, viendo a la gente jugando en Twitch o leyendo análisis de prensa o jugadores no lo entiendes, no entiendes que tiene este juego que enganche tanto. Sin embargo, cuando te pones a él, te hechiza, te enamora.