Final Fantasy cumple 30 años: ¡A jugar!

No tengo cosas muy agradables que decir de este juego. Empezemos por lo central, me parece de los peores juegos de la saga. Casi podría decir que mi decepción es similar al que tengo con el IV (lo de que no es el mismo juego cuando comienzas que cuando acabas), la historia puede que no se pierda por el camino, pero del disco 1 al disco 3 no hay color. Y es una pena, porque el disco 1 es lo mejor que he mamado de un FF en todo lo que llevo jugado, el disco 2 ya tal...

¿Pero por qué ese odio? Bueno, un problema es el sistema de combate, el tema de las GF y de engarzar magias. Realmente me parece interesante en los primeros compases, si lo trabajas bien te van quedando características muy fuertes, pero a la vez muy descompensadas. Podrían haber jugado con eso. Pero no lo hicieron y el juego termina siendo si tienes un poco de cuidado, facilísimo. Este es el verdadero pulsa X para ganar. Aparte, complementa con la subida de niveles y el escalado de dificultad, que vale que la intención puede ser de evitar farmear nivel innecesariamente (poco lógico porque de todas formas vas a farmear magias), pero realmente sobran. Squall pelado sin magias ni nada va a ser un mindundi en nv 1 que en nivel 50, podrían habérselo ahorrado y dar a los monstruos una dificultad o características más concretas sin que tengan que escalar con el nivel.

Ahora la historia... termina en el disco 2. Niego todo lo que pase luego. Para mí FFVIII va a ser una trama bélica, con un deber que cumplir siendo los protagonistas mercenarios y a la vez viendo inevitablemente como se desenvuelven en su mundo y cómo evolucionan, mostrando siempre una dualidad temática entre soledad vs amor y el bien común vs egoísmo. Pero no, no quiero más malos sacados de la chistera, no aguanto más Zemus ni Nubes del Caos, porque esto no le pega con todo lo que ha ido construyendo desde el principio. Y sin embargo, ahí está Adel, uno de los ¿villanos? más desaprovechados que he visto. Creo que ni ha hablado en todo el juego, y sin embargo ya uno intuía de su existencia leyendo entre líneas sobre la anterior guerra y aunque hubiese quedado muy previsible lo habría preferido.

Ahora worldbuilding: es la hostia, muy real y fantástico al mismo tiempo.Quiero vivir en ese mundo joder

Y ya para acabar, quiero hacer un inciso sobre algo en concreto, y son las mazmorras. Odio las mazmorras de los JRPG en general, son "niveles" muy desaprovechados y simples cuyo mayor logro es que "si coges por este lado en la bifurcación lo mismo te espera un cofre", pero que realmente son simplemente espacios en los que se espera que surgan combates aleatorios, y que excepcionalmente vaya avanzando la historia con algún diálogo o jefe de zona. Pero aquí este FFVIII lo arregla, no del todo, pero es un alivio ver que no se limite a mazmorras solamente. Realmente las mazmorras no se notan como tal. El examen práctico de SeeD es una masterclass en eso, quizás el juego no es capaz de transmitírtelo bien, pero se palpa como una misión de verdad, en la que debes y no debes hacer cosas, que en el futuro tiene sus consecuencias y realmente se nota la tensión al intentar, no sólo pasarte el juego, sino discernir en ver que puedes hacer bien (o no). Lo mismo va para el asalto al tren del presidente o la operación para infiltrarse en la base de misiles. De verdad que cuando anteponen la narrativa al juego me transmite muchísimo amor.

Pero bueno, es una pena. Tenía un potencial muy bestia entre el worldbuilding y sus personajes (esto es más subjetivo, su desarrollo o incluso relevancia son discutibles pero no me parece que empañen el juego) pero de nuevo, como el IV, se pierde por el camino. Y no sé si es su sangre de JRPG lo que lo traiciona o si realmente sobran los combates (facilísimos) por protocolo, pero no me gusta este juego. 4/10