Furi ya está en la eShop de Switch y hay poco que se pueda decir de él que no se haya dicho ya. Fue uno de los mejores indies de 2016 gracias a su mezcla de shmup y hack & slash, su banda sonora espectacular liderada por Carpenter Brut y su planteamiento de boss rush sin misericordia en el que hay aprender de las muertes y usar reflejos y paciencia a partes iguales.
De lo que sí se puede hablar es de cómo funciona en Switch. The Game Bakers siempre ha dicho que rinde parecido a PlayStation 4, y es cierto, pero no lo hace sin concesiones.
Los controles responden a la perfección y la tasa de frames es bastante aceptable. Se notan bajones en algunos momentos puntuales, como ya pasaba en otras consolas, y en las partes del simulador de paseo en las que no importa demasiado, pero, por lo general, la jugabilidad no sufre.
Para conseguirlo, Furi funciona a 540p en modo portátil y 720p en consola. Aun así, quitando algunos dientes de sierra de más en las partes en las que andas entre jefe y jefe, la paleta de colores y las texturas mayormente planas hacen que no se note demasiado ese bajón de resolución.
Lo que sí se nota, y lo que realmente le hace perder brillo, es la peor iluminación, incluyendo el especial de Switch que ya se ha visto en otros juegos: la ausencia de sombras.
En cuanto entras en la zona y tienes que esquivar cientos de proyectiles en pantalla o esperar a ese fragmento de segundo en el que bloquear un ataque no , pero en las partes más tranquilas deja una sensación extraña que cualquier sombra sencilla habría solucionado.
Por lo demás, es Furi perfectamente jugable con la portabilidad como plus, con el DLC incluido y con un nuevo modo todavía más difícil que hasta ahora solo estaba en PC, todo ello por los mismos 19,99 euros del resto de plataformas.