Bueno pues siguiendo la recomendación de @dresler probé ayer a jugar con mi pareja al Divinity: Original Sin 2.
Para quien no lo conozca, es un juego de rol con bastante libertad de acción y que se juega por turnos cuando hay una batalla.
Me llamó bastante la atención para jugar con mi pareja por lo siguiente:
- Personalización de personaje y rol. Le gustan las historias y poderse hacer un personaje.
- Batallas por turnos. Ella prefiere jugar a su ritmo y aprender poco a poco, por lo que en cuanto un juego se pone frenético y le matan muy a menudo dropea. Pasa de shooters completamente por este motivo y los juegos que se pueden pausar son sus aliados (p. ej. Le encanta Rimworld).
- Para consola tiene opción de 2 jugadores en local. Nos da la posibilidad de jugar juntos tumbados en la cama y además supone 1 compra en vez de 2, por lo que ahorras dinero.
Ahora bien, la experiencia no ha sido tan buena como me esperaba. Yo soy bastante ordenado en este tipo de juegos, me gusta hablar con casi todos los personajes e intentar no dejar un cofre o saco sin abrir, pero ella va a otro nivel. Ella quiere revisar cada metro cuadrado de cada mapa y hablar con todo el mundo y además le molesta que yo sea más rápido y me haga antes con los controles, ya que igual tardo 30 segundos en revisar una habitación y ella 2min.
Se enfadaba conmigo porque limpiaba las habitaciones antes de que ella llegase y yo me impacientaba bastante ya que tampoco quería que yo fuera hablando con NPC por mi cuenta porque se perdía la historia. Yo proponía que cada uno fuera hablando con personas diferentes y nos fuéramos resumiendo lo encontrado, para ir avanzando juntos en paralelo y hacer más rápido las misiones. Por ejemplo, averiguar quién es el asesino, pues si interrogamos cada uno a la mitad de personajes y nos vamos dando feedback, se hace más ameno en vez de que uno vaya tomando las decisiones de diálogo y el otro mire simplemente.
En resumidas cuentas, ella se agobiaba por sentir que se quedaba muy atrás y que yo le obligaba a ir más rápido de lo que ella jugaría tranquilamente sola y yo me agobiaba porque me tiraba 3/4 del tiempo de juego esperándola.
Conclusión
Llevo tiempo intentando encontrar el juego perfecto al que poder jugar en pareja y ahora que lo he encontrado, me he dado cuenta de que el problema hasta el día de hoy no había sido el juego, sino que somos dos tipos de jugadores muy diferentes e incompatibles. Además, mi experiencia en juegos es muchísimo mayor que la suya (no necesito mirar el mando para saber cuál es el botón R2) y entiendo que eso acaba consiguiendo que yo limpie todo rápido y ella acabe yendo detrás, lo cual poniéndome en su piel no debe ser muy divertido.
Por mi parte dejaré de intentar jugar juntos a videojuegos y lo seguiremos haciendo en juegos de mesa.
Edit: novedades en #18