Plataformas: Nintendo Switch, PlayStation 4, Xbox One, Microsoft Windows
Versión analizada: Nintendo Switch
Compañía: Veewo Games
Distribuidor: Team17
PVP: 20€
Sentados en el sofá, frente a un elegante señor que se hace llamar Hades y con quien -a priori- compartimos un enemigo común: la corporación Titán (presuntos asesinos de nuestra familia y responsables de robar sus poderes), comenzamos nuestras andanzas como miembros del escuadrón "Grim Squad". Así, sin más argumentos, y con la única ayuda inicial de una pistola y un par de granadas, saltamos al "abismo". Lugar del que solo podremos salir muriendo (así reza la frase de bienvenida). Una mazmorra dividida en 5 niveles (como mínimo), cada una con su jefe, y que culmina en una fase final que estará defendida por el "Manager" (otro bicho grande, pero esta vez supervitaminado).
Neon Abyss es un juego de plataformas con elementos roguelike, elaborado con un pixel art increíble y aderezado con música tecno de lo más pegadiza. Las mecánicas son sencillas: un stick para movernos, otro para disparar, un gatillo para saltar, otro para lanzar granadas, y, por último, un botón de acción con el que abrir cofres o interactuar con elementos del entorno. Los señores de Veewo Games no se han complicado y es que si algo hace bien Neon Abyss es recuperar ideas de otros títulos, como "Exit The Gungeon" principalmente, y pulirlas al máximo.
Un mundo de neon
Salvando las distancias, el mundo de Neon Abyss me recordó a "Escuadrón Suicida" por su estética repleta de colores llamativos, saturados y contrastes. Cada vez que morimos, que será en muchas ocasiones, apareceremos de vuelta en el cuartel general: una discoteca. Aquí nos despertaremos en la barra del bar, junto a una camarera que nos repetirá que gastemos nuestros puntos para desbloquear personajes, armas, items y habilidades. Para ganar puntos de mejora (una especie de diamantes dorados), tendremos que eliminar jefes de nivel (5 o más para llegar a cada "Manager") y cada uno de los niveles, antes de llegar al guardián, estará dividido en pequeñas salas que se sellarán, en cuanto entremos, hasta que eliminemos todos los enemigos (a lo Doom). Una vez demos buena cuenta de ellos, podremos cambiar de cuarto y recolectar las recompensas.
En todo momento, nos acompaña cierta sensación de satisfacción; es el efecto de estar rodeado de mecánicas pulidas, detalladas y que funcionan bien. Gráficamente se nota el mimo: manchas de sangre que se reflejan en la pared al matar enemigos, equipamiento que se hace visible en el personaje con máscaras, cascos y modificadores, efectos de polvo, luces que parpadean y las armas, sobre todo las armas. La física de los disparos recuerda, de nuevo, enormemente a Enter The Gungeon o Nuclear Throne, ráfagas, láseres, notas musicales o cualquier locura que se nos pase por la cabeza puede ser disparada.
Lo quiero probar todo
Los niveles se generan de forma procedural con salas precocinadas. Aquí podría llegar una de las principales pegas: el diseño de las mismas puede repetirse demasiado (después de muchas partidas). A lo largo de la exploración, encontraremos cofres que dejan loot de más o menos calidad (dependiendo del aspecto del cofre), llaves, monedas (hay una tienda por cada nivel), corazones, escudos (funcionan parecido a los corazones) y modificadores (máscaras, cascos, habilidades, etc.). La guinda de este pastel llega con los huevos. Sí, habéis leído bien: huevos. Además de todo lo anterior, podemos recolectar estos items de colores diversos, como si fueran de Pascua. Los huevos nos seguirán, levitando a lo largo de un número variable de salas, para terminar eclosionando y sacando un minion de pintas a cual más extravagante (un payaso, un zombi o un cubo de piedra son solo algunos ejemplos) que nos concederá ventajas: atacará a su criterio, nos protegerá, cogerá monedas por nosotros, parará balas, etc.
Sabio o agresivo
Una barra de progreso, situada en la esquina inferior derecha, se irá llenando hasta llegar al 100%; momento en el que desbloqueará una sala secreta de la mazmorra. Dependiendo de nuestra forma de jugar (más o menos agresiva), optaremos a unas u otras mejoras.
Valoración Final
Neon Abyss es un juego difícil, bonito y divertido; perfecto para echar sesiones de 20-30 minutos; que luce especialmente bien en portátil y en el que necesitaremos muchos runs para derrotar a todos los jefes. Las mecánicas son entretenidas y tanto el aspecto visual como el sonoro es muy satisfactorio. Si lo encontráis de oferta y os gustan los roguelikes, no os lo penséis. El juego que debería haber sido Exit The Gungeon.
Lo mejor:
- Gráficos y música
- Las armas: muchas y variadas
- Rendimiento: suave incluso con muchos elementos en pantalla ...
Lo peor:
- ... aunque algunos jefes petardean de lo lindo
- Sin cooperativo
- El diseño de habitaciones se repite en exceso