Tras las declaraciones de GUST del otro día esta semana se revela en Dengeki PlayStation el remake de Atelier Rorona para PS3 y Vita, llamado New Atelier Rorona
#3 Aquí nadie tiene a superior Rorona de waifu, son todos unos Totori pedofags
Su juego es inferior, eso sí que no se puede poner en duda. Si con el remake arreglan todo lo básico que era el original supongo que acabará cayendo.
#4 yo solo he jugado a Rorona y me parece que tiene un encanto dificil de superar.
Pero Lionella tiene razones de sobra para ser main waifu
All these tarus again
#7 Totori tiene ese encanto cubierto de azúcar y virutas de colorines, aparte de que jugablemente es muy superior. No tienes que andar tan pendiente de hacer assignments ni te sobran días sin saber qué hacer, continuamente se abren zonas nuevas y desde el principio te dejan muy "tirado" y a tu rollo, que puede ser un poco overwhelming pero te da esa sensación de aventura y libertad. El ritmo del juego es muy muy bueno de lo que llevo jugado.
Lionela no está pero en su lugar ponen a otra antisocial que es la hermana de la que llevaba los requests en Rorona, hnnng inducing
tl;dr juégalo
Viendo más scans parece que mejoran mucho los menús y los modelos, localización y buy.
Siempre digo que voy a empezar esta saga pero nunca lo hago, me tira para atras muchisimo las cuantas atras en los juegos. Te da tiempo a ir tranquilamente viendolo todo pese a las cuentas atras en las misiones?
El otro dia me entere de que los plus tienen finales extra y vi la imagen de el best end de Meruru plus y casi muero hgnnn.
Alchemy <33
El meruru y el totori no se, pero este lo comprare fijo .
#15 Me apetecería probar la saga, pero el rollo que os traéis con las Waifus y demás slang otaku me preocupa xD.
#16 Es un juego relajante, olvidanos y juegalo, aunque te aviso, puede que cuando lo acabes tengas una diabetes bastante alta
#16 Los atelier son juegos entretenidos, divertidos y azucarados.
Te ponen de buen humor, juégalo y disfrútalo, aún nadie de los que se los he recomendado se ha arrepentido.
