El SMT: Nocturne me acaba de pegar la mayor trolleada de mi vida.
Hay un minijuego en el que te dan un magatama (objeto con el que aprende habilidades el MC, entre otras cosas) por completar 20 puzzles seguidos. Los primeros son fáciles, pero a medida que avanzas se van complicando, siendo los últimos un infierno. Para que os hagais una idea, estuve más de 20 minutos sólo para el puzzle número 15. A partir de ahí tire de Youtube, porque si no estaría ahí hasta el final de los tiempos.
Aún con la ayuda de Youtube me llevaron bastante tiempo los 5 últimos puzzles, ya que tienen muchísimos pasos y con pasarte algún detalle por alto tienes que volver a empezar. El número 20, por ejemplo, no es demasiado difícil, pero es larguísimo.
Terminada la odisea miro cual es la recompensa: un magatama curativo con bloqueo de un elemento y sin debilidades. No es gran cosa, pero a lo mejor en el futuro me puede facilitar las cosas contra algún boss. Meh.
Nada más salir de la habitación donde está el minijuego recuerdo que estoy en una zona en la que hay random encounters. Pienso en toda la gente que asesinaría si me matasen antes de llegar a la sala de guardado, pero me tranquilizo al acordarme de que en esta zona salen enemigos de un nivel mucho más bajo al mío y sin ataques de muerte instantánea, que yo recuerde.
Me atacan por la espalda. Son 2 demonios de poco nivel que no presentan amenaza y otro bicho que no recuerdo, pero que también era de nivel bajo. Me pongo a revisar el twitter un momento. Al volver me encuentro la cinemática de game over.
A pesar de todo no me cabreé para nada. Creo que es porque estaba tranquilo en ese momento y me pilló por sorpresa lo del game-over-by-the-face. Lo que más me jode es no saber cómo me mataron para ir preparado para la próxima.