El próximo 30 de julio se pone a la venta en Japón el libro Iwata-san, un homenaje a Satoru Iwata, el ex-presidente de Nintendo que falleció en 2015 a causa de un cáncer. Considerado por muchos uno de los presidentes más importantes de la compañía y un visionario que revolucionó el mercado de los videojuegos.
El libro, por ahora solo disponible en japonés, relata su trayectoria personal y profesional, e incluye entrevistas ofrecidas en sus últimos años de vida, así como historias contadas por otras personalidades de la industria.
Shigeru Miyamoto comparte en este libro algunos de los momentos que vivieron juntos:
Para mí, era un amigo más que otra cosa. Nunca sentí que fuese mi jefe o que trabajaba para él. Nunca se enfadaba, nunca discutíamos por nada.
Normalmente, si alguien más joven que tú y con menos años de experiencia se convierte en presidente, puede ser difícil llevarse bien, pero nunca fue así. Siempre fue obvio que él era más adecuado para esa posición que yo, así que nunca se convirtió en un problema. Creo que eso nos permitió convertirnos de manera natural en amigos de verdad.
Miyamoto e Iwata se conocieron cuando éste todavía trabajaba en HAL Laboratory (Kirby, Smash Bros.). Ambos trabajaron juntos en Pokémon Snap, y comían juntos habitualmente mientras compartían ideas y opiniones. Fue de esta manera, entre los dos, como surgió la idea de Nintendo DS, en un parking de un restaurante italiano que frecuentaban.
Nintendo no paga gastos sociales, así que dividíamos la cuenta. Eso se convirtió en una tradición que continuó incluso después de ser nombrado presidente de la compañía y de que yo me convirtiera en ejecutivo.
Desde que falleció, Nintendo lo ha estado haciendo muy bien. Dejó muchas palabras y estructuras que siguen vivas en el trabajo de nuestros empleados más jóvenes hasta hoy. El único problema es que, si se me ocurre alguna idea tonta durante el fin de semana, no tengo a nadie con quien compartirla el lunes. Ya no puedo escucharle decir 'Oh, acerca de esa idea...', es un problema para mí. Me hace sentir triste.
Shigesato Itoi, creador de Earthbound, también le recuerda y dedica unas emotivas palabras:
Los almuerzos de los lunes con Miyamoto eran una de las cosas favoritas de Iwata.
Iwata decía que la visión detrás de sus negocios era hacer feliz a todo el mundo: a sí mismo, a sus compañeros de trabajo, y a sus clientes. Usaba la palabra en inglés 'happy' en lugar del término japonés, algo que me encantaba.
Es gracioso cómo se recuerdan las cosas más insignificantes, pero siempre que Iwata usaba la palabra 'happy', te mostraba las palmas de sus manos. Eso es algo que nunca olvidaré.Es difícil describir cómo me sentí cuando le conocí por primera vez. Había algo agradable sobre él. Sin realmente conocerle, podías sentir inmediatamente que era una persona en la que podías confiar.
Lo que de verdad apreciaba sobre Iwata era que nunca era inseguro, nunca alardeaba ni se enfadaba para mostrar su autoridad ni nada parecido. Por eso podías tener largas conversaciones con él sin que las cosas se pusieran incómodas.
Iwata se mostró siempre optimista frente a su enfermedad.
El día del funeral de Iwata llovía a cántaros, y Miyamoto y yo estábamos allí esperando. De repente decidí preguntarle si Iwata había creído que se curaría. Miyamoto me respondió que Iwata creía totalmente que se pondría bien, que no tenía ni la mínima intención de morirse. Esa respuesta me hizo darme cuenta de cómo de cercanos eran, y de hasta qué punto se entendían el uno al otro.