Tango el Steam Controller y, aun pareciéndome una idea brutal y muy prometedora, al final he acabado volviendo al mando de XboxOne.
El mayor problema del mando reside en que realmente no es mejor que la mejor opción de control existente para cada tipo de juego. Me explico.
Manejar un Shooter en primera persona con el Steam Controller es infinitamente mejor que hacerlo con un mando de Xbox, pero no es mejor que hacerlo con un Ratón+Teclado.
Manejar un juego de lucha, aventura en tercera persona, fútbol (tipicos juegos para mando) es infinitamente mejor con el Steam Controller que con Ratón + Teclado pero no es mejor que un mando de XboxOne.
Es decir, aun siendo mejor que la peor opción posible, siempre tienes en casa una opción mejor que el Steam Controller (Raton+Teclado o Mando clásico) para manejar cada tipo de juego.
El problema reside en que los juegos todavía no vienen preparados para Steam Controller.
Por ejemplo, uno de los juegos que más me hacía ilusión con el Steam Controller era el Batman Arkham Knight. ¿Qué ocurre? Que el juego se hace la picha un lío cuando mezclas en una misma partida ratón con mando. Hay botones que mapeas al mando y otros que mapeas al ratón y ocurren efectos secundarios que hacen que no te acabes de sentir cómodo jamás. Si mapeas todo el Steam Controller al teclado y ratón el modo Batmóvil se hace injugable. Y el modo planeo tiene efectos secundarios que si los arreglas rompes otro esquema de control.
Dragon Age Inquisition no permite usar a la vez ratón + teclado y mando. O uno u otro, por lo que al mapear el Steam Controller a las teclas del teclado y ver en la pantalla el layout y la interfaz en modo Teclado+Ratón se hace bastante incómodo jugar bien. Pero si pones el DA:I en modo controller pierdes la capacidad de mover la cámara con el panel derecho con la soltura de un ratón.
Sólo he conseguido jugar realmente agusto con el Steam Controller en el Guild Wars 2, el cual ha ayudado mucho gracias a la reciente incorporación del tipo de cámara de acción, y con el The Witcher 3.
Con The Witcher 3 pasa una cosa que no había previsto. Al jugar y manjear la cámara con el dedo gordo siempre en el panel derecho, es imposible mantener ese dedo completamente quieto durante la partida. Siempre se desplaza un milímetro con los devaneos del juego. Es normal. Lo malo es que esos pequeños desplazamientos del pulgar se transmiten al juego como continuos pequeños movimientos de cámara que se hacen muy molestos y pueden llegar a marear. Se puede aplacar un poco ampliando el filtrado de movimientos del panel háptico, pero aun así no es suficiente.
En definitiva, el mando es la polla. Las opciones de personalización son enormes (aunque echo de menos algunas, como que CUALQUIER botón sirva como cambio de modo y no sólamente los gatillos y los paneles hápticos. Esto me ha parecido un sinsentido).
El mando merecerá realmente la pena cuando salgan juegos que incluyan de forma nativa configuraciones para el Steam Controller.