A pesar de la moda de las escape rooms en la vida real, el concepto solo ha tenido algunos pocos intentos de trasladarlo al videojuego. De ellos, uno de los más conocidos es We Were Here, una escape room cooperativa y gratuita creada por estudiantes holandeses que sirve de piloto para el nuevo We Were Here Too, con el que mantienen y expanden la fórmula.
El concepto es muy simple: dos viajeros se quedan atrapados en un templo en medio de la nieve y tienen que cooperar para escapar. ¿La pega? Cada uno está en partes distintas del edificio y la única manera de comunicarse es a través de un walkie-talkie.
Para avanzar, ambos deben resolver puzles en los que la solución puede estar en la habitación del otro o en los que directamente hay que realizar acciones a la vez con el único conocimiento de lo que te describen a través del walkie-talkie.
Esas habitaciones no son especialemnte complicadas en sí, pero la necesidad de explicar símbolos, buscar posibles soluciones y explicar pequeños detalles lo convierte en una experiencia cooperativa muy entretenida. A ratos, sobre todo en las fases con límite de tiempo, recuerda a una mezcla de Keep Talking and Nobody Explodes con The Rooom.
Cada partida dura unas dos horas y no tiene mucho sentido jugarlo más de dos veces, una con cada rol, a no ser que se quiera buscar el final verdadero. Aun así, por menos de 10 euros da para una buena tarde.