Los datos del barómetro de Hábitos de Lectura y Compra de Libros 2024, del Ministerio de Cultura, señalan que la población joven es la más lectora del país. El 75,3% de las personas de entre 14 y 24 años lee libros en su tiempo libre, cifra que consolida su posición como el grupo más lector, con casi cinco puntos por encima del año pasado. El ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha celebrado este miércoles el dato y ha reprochado que se diga “demasiadas veces” que los jóvenes no leen en España: “Los estereotipos y las frases hechas no operan en esta estadística”, ha asegurado. El aumento de lectores se ha dado de forma general en toda España, donde un 65% de la población mayor de 14 años declara que lee en su tiempo libre, acumulando un 6% de subidas desde el 2017. Concretamente, un 51,2% se declara lector frecuente y un 14,3% como lector ocasional.
Si los alumnos de 15 años suspendieron categóricamente en el último Informe PISA -España obtuvo en diciembre de 2023 la peor de sus marcas en la evaluación internacional-, la población adulta (16 a 65 años) tampoco da la talla en las principales competencias básicas si las medimos con el corte de Europa. Según el segundo estudio PIACC (Programa Internacional para la Evaluación de las Competencias de la Población Adulta) de la OCDE de 2023, hecho público hoy y que mide el nivel de competencia de la población adulta (16 a 65 años) en lectura, matemáticas y Resolución Adaptativa de Problemas (APS por sus siglas en inglés), habilidades que se consideran esenciales para asegurar la prosperidad tanto en la esfera pública como profesional de los individuos y las sociedades contemporáneas, la población adulta española ha perdido competencia en comprensión lectora, y ha mejorado levemente en matemáticas, aunque se mantiene aún lejos de los parámetros medios deseables y también de la media europea.
Según la segunda edición del estudio -la primera se publicó hace diez años-, España obtiene 247 puntos en lectura, trece menos que la media de la OCDE y cinco menos que los que obtuvo en la anterior evaluación de 2011-2012; mejora, aunque solo cuatro puntos en competencia matemática (pasa de los 246 del anterior PIACC a 250) pero sigue aún lejos de la media de la OCDE, le separan once puntos, doce menos, no obstante, de los que la distanciaban en 2011-2012 (23). En los dos ámbitos reduce la brecha con Europa pero sigue en los puestos de la cola: en lectura es el séptimo país con peores resultados y en matemáticas, el octavo.
Resulta que supuestamente tres de cada cuatro jóvenes leen habitualmente libros, pero luego estamos a la cola de Europa en comprensión lectora...