Me encuentro en la calle saboreando un helado tranquilamente por la acera, mientras veo pasar a la gente feliz y alegre, disfrutando de la noche. Esa esfera de alegría y armonía crean un espacio de fiesta que se puede palpar en el ambiente. La gente de esta ciudad, disfrutan del jolgorio que disfrutan al ver como se ilumina el cielo durante la noche, creando una sensación de día artificial por unos segundos. Se paran un rato en la calzada mientras observan ese juego de luces y sonido, que crean una escena de júbilo. Es normal, la gente llevaría tiempo buscando estos días de alegría y pocos pensamientos, de nulo juicio. Aun a pesar de que el cielo esta a romper para llover, ellos quieren pensar que los sonidos y luces que se hacen vibrar para ellos, ahuyentaran la lluvia.
Es de crédulos pensar que todo ese espectáculo seguirá sin romperse por la lluvia durante el tiempo que duran los festejos. Luego tendrán que pensar en qué hacer, que seguir haciendo durante la noche, como yo mientras saboreo este helado. Aunque parece que este saboreando un helado para olvidar mis pensamientos, lo hago para ocultarme de las calles pobladas de la ciudad, de intentar ser uno más de la fiesta y pasar desapercibido. Intentar ser normal, no desentonar en esta atmosfera de fiesta. Bastante es que no te juzguen por un sombrero blanco de estilo mafioso, digna de los años de gánster de Nueva York, solo que aquí, en esta era, esos tiempos son muy lejanos y recordados con poca nitidez…
Pensar que todo lo que somos es por la historia que nos ha precedido. Pequeños actos han movido grandes masas y creado grandes revoluciones a lo largo de nuestra historia. Ya fueren inventos o ideologías revolucionarios o masacres dignas de los peores malos de las películas, como nos lo hacen ver. Nuestros actos han dictado nuestro destino. Cualquier nimiedad, nos influye para el resto de la historia, aunque solo quiera contarse la historia verdadera en los libros y en cortometrajes que están ensalzando hasta el nivel de dioses a esos personajes que ahora han dictado como es nuestra economía, sociedad y modo de vivir.
Pero bueno, yo no soy profesor de historia, ni catedrático, ni tengo un premio nobel. Tal vez a mi padre le hubiese gustado verme triunfar como a él le hubiere gustado. Todos los padres sueñan que sus hijos sean iguales. Dios quisiera que ninguno de esos niños que estoy observando por la calle, soportasen una gran carga, solo por seguir los pasos de su gran idolatrado padre. Mi padre escribió páginas doradas de la historia moderna, siendo uno de los grandes pensadores del momento. Pero como dije antes, no todo lo que se cuenta es verdad. Es una larga historia que no debe ser comentada ahora. ¿Por qué? Porque me encuentro en una zona que requiere mi atención, debo dejar de esconderme tras mi saboreado helado y centrarme en mi objetivo.
Y os preguntareis, ¿cual es mi objetivo?: el grandioso banco central del grandioso estado independiente de Nueva York. ¿Y cómo pudo llegar a ser Nueva York a ser un estado independiente? Como os dije antes, la historia es muy cambiante y fascinadora, pero como no soy profesor de historia, mi cometido no es como llegar a deciros la situación política de este territorio, sino como entrar en este edificio cuya extensión es una gran manzana de las antiguas de la ciudad de Manhattan. Aunque algo os contare, ¿Por qué? Porque lo que vaya a ocurrir a lo largo del día, en el día del centenario de la independencia de Nueva York, será difícil de olvidar.
Pero para ese gran día, aun nos quedan 72 horas de arduo trabajo con mi equipo. No será nada fácil entrar ahí. La tecnología ha sido uno de los cambios producidos en esta sucesión de épocas en la historia. Para lo bueno y lo malo tenemos a la tecnología a nuestro lado, solo que espero que esta vez ella esté a nuestro lado. De eso se encargaran mis colegas, que así sea como me gusta decirlo, que para algo procesando la información que les están brindando mis ojos para ellos, para que hagan este trabajo más llevadero y más fácil. ¿Pero ver el que? Pues mis queridos amigos, el interior de esta grandiosa obra faraónica. Es muy difícil grabar su interior y pedir pases gratuitos a la familia Salazar, autores de tan grandioso edificio. Pero como los americanos son muy de enseñar sus logros, el gobierno da la oportunidad a sus ciudadanos de observar sus momentos, lo cual nos brinda una gran oportunidad de conseguir información sin tener que molestar unos cuantos servidores informáticos. Pero como todo sueño, tiene su limitación: solo 30 minutos de visita guiada, que nos permitirá llegar al triunfo o al fracaso.
Tras todo esto, aun quedan 71 horas y pico y debo hacer una llamada codificada con nombre en clave Charles. Tendré que saber si esa información que ha pasado por varios filtros ha llegado sano y salvo, ya que las costumbres de EEUU se heredan a sus viejos territorios: sus teorías de la conspiración y el terrorismo. No todo tiene porque haber cambiado pero algo siempre se quedara por el paso de los años… (Voz de interior): šLlamada codificada aceptada. Por favor, a la espera de que confirme usted la llamadaš. Es hora de moverse…
- Logan: Charles, toda la información que hemos estado viendo está siendo procesada. Reúnete con Sophie. Recuerda, seguimos en el mismo canal: el 8 código Beta. La línea es segura… ¿pero qué coño?
- Charles: Veo que sigues olvidándote de poner un filtro para no verme en el baño, voyeur…
- Logan: Si el que lo cambia eres tú y mira que no tienes ni idea… Haz el favor de moverte e ir a reunirte con Sophie. Estas a 15 minutos de ella, en uno de los pisos francos. Te pasare un mapa…
- Charles: Tranquila secretaria, no hace falta que te repitas…Me conozco estas callas y me dará tiempo para un helado…
- Logan: Bastante raro ya eres llevando ese sombrero, como para comprar esos helados de tomates… Mueve el culo y déjate de helados, hay mucho que hacer aun
- Charles: Ya sabes, me permiten pensar…Cierro el canal… (ruido de cerrando transmisión)
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TO BE CONTINUED…