Mis recomendaciones de libros

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Hola, abriré hilo con los libros que más me han impactado últimamente. El de hoy es Zona de obras, de la cronista argentina Leila Guerriero, ya que es un texto donde la escritora da consejos y recomendaciones para aprender a escribir. Guerriero obtuvo el Premio Nuevo Periodismo Iberoamericano, de la Fundación Gabriel García Márquez con su crónica El rastro en los huesos, excepcional relato sobre los muertos y desaparecidos en Argentina en la época de la dictadura. Yo he leído también Tres tristes tazas de té, crónica que lleva la tensión al límite con la historia de cuatro amigas, tres de las cuales mueren asesinadas a manos de Yiya Murano. El último que estoy leyendo se llama Oppus Gelber, perfil sobre la vida de Brunno Gelber, el reconocido y mundialmente famoso pianista clásico.

Les dejo algunos fragmentos de Zona de obras para que se animen a buscarla en la web.

Para ello la autora cita al periodista colombiano Alberto Salcedo quien en una entrevista al diario El Periódico dijo: "Hay que estar en el lugar de nuestra historia tanto tiempo como sea posible para conocer mejor la realidad que vamos a narrar. La realidad es como una dama esquiva que se resiste a entregarse en los primeros encuentros. Por eso suele esconderse ante los ojos de los impacientes. Hay que seducirla, darle argumentos para que nos haga un guiño".

Que el periodismo narrativo esmuchas cosas pero es, ante todo, una mirada - ver , en lo que todos miran, algo que no todos ven, y una certeza: la certeza de creer que no da igual contar la historia de cualquier manera.

Nos vemos en la siguiente recomendación.

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Aquí les dejo un pasaje de Zona de obras, texto de crítica de Leila Guerriero. Si eres escritor de ficción o no ficción te recomiendo leerla.
En Zona de Obras se habla de periodismo, de escritura, de arte; de cómo y para qué, de qué y por qué escribir; de periodistas, editores, lectores; del estado de la cuestión. No se habla de vivir al abrigo de una pasión, de sentirse radicalmente libre, invencible. Sobre esas emociones definitivas Leila Guerriero escribe, por ejemplo, en un texto que se llama “El no es un peligro vivo”, publicado en Frutos Extraños. Tiene 16 años y se ha puesto de novia con un guapo del pueblo que inquieta a su madre; está pasándola a buscar por su casa; su madre le dice que se quede; ella dice que no. “Hay momentos así. Momentos en los que, se sabe, después nada será igual… ¿Qué podían hacer mis padres…? ¿Echarme de casa, tirar mis libros, encerrarme, prenderme fuego, impedir que siguiera viendo a ese hombre? Si estaba dispuesta a perderlo todo, si en verdad no me importaba, podía hacer lo que quisiera. Ese no fue, probablemente, el principio de mi libertad. A veces hay que decir que no para ganarlo todo. Aunque duela. Tantas cosas duelen, y después pasan.”