Acabo de terminarlo, no sin antes releerme algunos pasajes que me han encantado.
Ciertamente, es un libro muy especial. Al igual que muchas partes de "El nombre del viento", roza la poeticidad más absoluta, sin apenas narrativa pero sin perderla del todo... es algo muy difícil de conseguir en mi opinión y que da como resultado una sensación de "me gusta pero no sé por qué" realmente curiosa.
Algunos empatizaremos más con Auri por este libro. Otros se sentirán más perdidos. Quizá algunos no sientan nada de eso pero ya sólo por el rico y variado léxico, a veces fluido, a veces intrincado que a mi al menos me ha mantenido maravillado la mitad del tiempo... (¿Cómo es posible decir tantas cosas de un engranaje?)
La personificación de los objetos inanimados es, definitivamente, algo a destacar y la minuciosidad con la que relata las sensaciones y sentimientos de Auri revelan que Rothfuss, en mi opinión, tiene una cabeza prodigiosa para formar metáforas y traducir los sentidos físicos en palabras.
En resumen, una joyita literaria, que no aporta realmente NADA, pero que en sí misma constituye un poemario dulce y misterioso a través del cual poder adentrarse en la mente de Auri y, sinceramente creo, en la del mismísimo Rothfuss.