A ver que opinais de este comienzo de una novelita que he comenzado. Ciencia Ficción. Es una tontería pero me interesa mas que la puntuacion y tal (y las faltas, que las habrá porque lo he escrito en 15 min) que me digais si creeis que podría dedicar mis esfuerzos a escribir alguna novelilla corta o mejor me dedico a jugar a los tazos.
-María no puedes hacer esto…No puedes despedirme sin mas despues de los 10 años que llevo trabajando aquí.
-Mira Jorge, lo entiendo pero las cosas estan como está. Si no hay dinero no podemos seguir manteniendo a todo el mundo y tu, como becario de la empresa y sinceramente Jorge…como un becario bastante mediocre, eres bastante prescindible. Lo siento. Mañana espero tu carta de despido firmada por ti en mi mesa.
Jorge no sabía que pesaba mas, si la rabia que sentia por dentro, la cual le consumia un dragon o la sensacion de que estaban a punto de conseguir el mayor descubrimiento del mundo y la cabrona de su jefa se lo había echado a perder.
-Conecten el acelerador!-
-El acelerador de particulas se puso en marcha y el descubrimiento que buscaban estaba a unos minutos de distancia. Jorge miraba al infinito, viendo como dos fotones giraban a velocidades vertiginosas para conseguir que, mediante su colision, formasen una particula aun mas pequeña que nos permitiese entender algo mas el universo conocido.
Poco sabía jorge que el universo conocido no era lo que iban a descubrir, sino un universo totalmente nuevo.
Despues de un largo minuto la sala de maquinas, cercana a donde estaba jorge, empezo a iluminarse con colores rojos parpadeantes. Parecía que algo no iba bien y se veía a los cientificos correr de un lado a otro pulsando botones y mirando pantallas. Algunos llamaban pr telefono y otros se llevaban las manos a la cabeza.
-que esta pasando? QUE ESTA PASANDO JODER!?
Jorge estaba nervioso. Cuando miró fuera a traves del cristal blindado vio por ultima vez una luz tan intensa que le hizo apartarse de la pared y caer al suelo.
Eso debió salvarle.
Al cabo de unas horas se desperto, lleno de polvo y cemento. Tosió todo lo que tenía en sus pulmones y tratando de palpar con sus manos algo se dio cuenta que la sala era un amasijo de cascotes. Había ocurrido una explosión.
El corazón se le paró. Acababa de ser consciente que el experimento mas experado del siglo acababa de fracasar y ahora poco importaba su despido…tenia que buscar si el resto de gente estaba bien.
-Maria? Estas bien? Maria?
No obtuvo ninguna respuesta.
Salió a traves del hueco en la pared a la sala que albergaba el acelerador de particulas y se quedo horrorizado al ver lo que tenía delante. La explosión debió dirigirse a la parte frontal del aparato pues la sala donde los cientificos operaban estaba peor que la sala lateral de la que el acababa de salir. La pared había desaparecido para dar paso a un hueco con forma irregular. De las paredes sobresalian baras de hierro y una plancha de aluminio que protegia de la radiación habia quedado fundida.
Subio trepando por los cascotes pero no le hizo falta etrar…todo estaba volatilizado. Habia restos de lo que supuso que serían huesos pero ni un rastro de ropa ni de sangre.
Jorge se sento en los cascotes y empezo a acunarse. Toda la adrenalina empezo a desaparecer de su cuerpo y el olor a quemado inundó sus pulmones. Una nausea se apoderó de él y empezo a vomita
EDIT: Lo he retocado un poco. Esta version es un pelin mas extensa. A ver si me podeis dar algo mas de feedback. Se agradece
-María no puedes hacer esto…No puedes despedirme sin más después de los 10 años que llevo trabajando aquí.
¬¬¬¬-Mira Jorge, lo entiendo, pero las cosas están como está. Si no hay dinero no podemos seguir manteniendo a todo el mundo y tú, como miembro meramente administrativo y sinceramente Jorge…como un administrativo bastante mediocre, eres bastante prescindible. Lo siento. Mañana espero tu carta de despido firmada por ti en mi mesa.
Jorge no sabía que pesaba más, si la rabia que sentía por dentro, la cual le consumía como un volcán o la sensación de que estaban a punto de conseguir el mayor descubrimiento del mundo y la cabrona de su jefa se lo había echado a perder.
-Conecten el acelerador! -
-El acelerador de partículas se puso en marcha y el descubrimiento que buscaban estaba a unos minutos de distancia. Jorge miraba al infinito, viendo como dos fotones giraban a velocidades vertiginosas para conseguir que, mediante su colisión, formasen una partícula aún más pequeña que nos permitiese entender algo más el universo conocido.
Poco sabía Jorge que el universo conocido no era lo que iban a descubrir, sino un universo totalmente nuevo.
Después de un largo minuto la sala de máquinas, cercana a donde estaba Jorge, empezó a iluminarse con colores rojos parpadeantes. Parecía que algo no iba bien y se veía a los científicos correr de un lado a otro pulsando botones y mirando pantallas. Algunos llamaban por teléfono y otros se llevaban las manos a la cabeza.
-que está pasando? ¿¡QUE ESTA PASANDO JODER!?
Jorge estaba nervioso. Cuando miró fuera a través del cristal blindado vio por última vez una luz tan intensa que le hizo apartarse de la pared y caer al suelo.
Eso debió salvarle.
Al cabo de unas horas se despertó, lleno de polvo y cemento. Tosió todo lo que tenía en sus pulmones y tratando de palpar con sus manos algo se dio cuenta que la sala era un amasijo de cascotes. Había ocurrido una explosión.
El corazón se le paró. Acababa de ser consciente que el experimento más esperado del siglo acababa de fracasar y ahora poco importaba su despido…tenía que buscar si el resto de gente estaba bien.
-María? ¿Estas bien? ¿María?
No obtuvo ninguna respuesta.
Salió a través del hueco en la pared a la sala que albergaba el acelerador de partículas y se quedó horrorizado al ver lo que tenía delante. La explosión debió dirigirse a la parte frontal del aparato pues la sala donde los científicos operaban estaba peor que la sala lateral de la que el acababa de salir. La pared había desaparecido para dar paso a un hueco con forma irregular. De las paredes sobresalían barras de hierro y una plancha de plomo que protegía de la radiación había quedado fundida.
Subió trepando por los cascotes, pero no le hizo falta entrar…todo estaba volatilizado. Había restos de lo que supuso que serían huesos, pero ni un rastro de ropa ni de sangre.
Jorge se sentó en los cascotes y empezó a acunarse. Toda la adrenalina comenzó a desaparecer de su cuerpo y el olor a quemado inundó sus pulmones. Una nausea se apoderó de él y empezó a vomitar.
Después de estar un rato acurrucado en el suelo escupiendo restos de bilis, Jorge se dio cuenta que lo que ante era una tenue luz dispersada por las luces de las salidas de emergencia se convirtió en una sala iluminada de un color verde. No entendía de donde podía venir esta luz, pero se dirigió hacia ella. Podía ser el móvil de algún superviviente como él.
Después de levantar varios cascotes vio de donde se escapaban lo rayos de luz. Una esfera flotaba, como protegiéndose, entre varios cascotes. Su brillo fluctuaba constantemente, y aumentaba de intensidad para después volver a reposar en un tenue verde.
Luis no supo porque, pero aquello le hizo olvidarse de todo lo demás. No sabía que tenía delante pero inmediatamente supo que era el descubrimiento por el que había estado trabajando estos 10 años, y no iba a dejar que callera en manos de otro equipo. A el iban a despedirle de todas formas…
Una avaricia se apoderó de su mente y sin pensarlo mucho comenzó a buscar entre los desechos que había a su alrededor algo que pudiese servirle de contenedor. Descubrió una de las vasijas de cristal donde se guardaban elementos químicos con los que experimentaban en ocasiones para ver sus respuestas en el acelerador y después de vaciar una que parecía la menos dañada se dispuso a introducir en ella la esfera flotante.
Cuando intento acercar la mano un pequeño haz de luz envolvió sus dedos como si se tratase de una bobina de Tesla. Al principio Jorge se asustó y retiró la mano, pero se percató de que no sentía ningún daño…a contrario. Un segundo antes tenía todo el cuerpo magullado y dolorido y ahora sentía que recuperaba las fuerzas a lo largo de todo el brazo.
Sin pensarlo mucho cogió la esfera que flotaba en frente de él y la introdujo en la vasija. La cerro y salió corriendo del edificio hacia el aparcamiento.