Por volver como eres; por volver como somos,
por la inmensa sonrisa de tus cansados ojos.~
Hace tiempo que no quiero comprender,
que perdí la ambición, por volverte a ver,
ya no quiero escribir si no es para ti,
y decirte, mirarte para mi es vivir.
Una noche de abril me llamó, amor,
y su rostro, en otro se me apareció,
en sus ojos ya no me quiero mojar,
y su chocho pa mi ya no vale na'.
Me mudé y viví entre mil tormentas,
a ver si me encontrase algún día con ella,
pasó el tiempo y me quedé en una isla desierta,
salia el sol y no era ella.
Sueño que me la encuentro, y que me besa,
y ella, perdona, por si ahora despiertas,
dije, tiemblo, ya se bien lo que me espera,
tú te irás y yo con la bragueta abierta.
Vuelvo a la realidad y me sabe a mierda,
si sus labios mordía y ahora muerdo arena,
pasan los días y espero a que vengas;
y es que en sueños me cuentas que andas perdida...
Me inventé que nos fuimos a otro lugar,
y bajo unos arboles hicimos un madrigal,
en el invierno el verano vimos llegar,
que de tu mano la vida no es una casualidad.~
.
Y es que en sueños me cuentas que andas perdida...
y yo que me encuentro a la noche tú eres mía...
Se encontró el invierno una tarde con la primavera,
"oye, que pierdo el frío conforme te acercas",
entonces llegó el verano buscando más guerra,
y dio un paso el otoño cayendo a la acera.
Y de golpe, la miro y no existen fronteras,
que en sus ojos vi un mundo y la vida entera,
he pecado, diablo, no escuches mis quejas,
ya no te necesito, suspiro, conforme se acerca.
Y cada noche la luna se asoma,
le pregunto por qué coño está sola,
y ella que anda a deshora,
se quedó a ver las olas.
Sueño que me besa
y voy de cabeza sin pensar...
sueño que se va
y la busco sin parar...
¡qué esconde el sol,
y sus rayos que son!,
ya no queda calor,
en este rincón...
Y es que en sueños me cuentas que tú eres mía...
y yo que me encuentro si un día sol no me esquiva.
.
Tuve que cambiar de camino,
no se muy bien que necesito,
me encontré con ella bajo un arbolito,
y ahora cada día sale el solecito.
Se detienen las horas cuando te alejas,
yo les digo que no corran cuando las quiero,
tú con tu sonrisa de amapola,
yo que si no te miro un día pierdo el tiempo.
Llamé a tu casa una madrugada,
"abre la puerta, fuera truena,
estás muy triste, qué te pasa",
llegó el verano y se acabó el invierno.
"Fuera el aire me agobia,
dentro hay más estrellas que en el cielo,
vengo buscando algún sentido,
solo a la vida no la identifico."
"Que vi tu rostro en otra cara,
no cierres la puerta, oye, espera
estás muy seria, qué te pasa",
y el corazón acogió al olvido.
Volví a una isla desierta,
a ver si el sol se quedase conmigo,
y el muy cabrón igual que vino,
se fue buscando su camino...
.
Me faltan las fuerzas si no es por el viento,
que conforme me mira, me pongo en movimiento,
ya no encuentro salida, fuera de su retina.
Pasan los días y yo no los entiendo,
es que si ella me mira, al diablo me vendo,
y si encuentro sus besos, rompo cada cimiento.
Sale el sol si despierto y lo escondo en un verso,
si olvidarme no quiero y mantengo el recuerdo,
se retuercen las horas, si saben que estás sola.
No quiero dormir si no es para verla de nuevo,
y al sueño volví a chocarme de lleno.
Aún me queda parte de su olor,
y el alma tiesa de buscar en sus ojos,
con sus manos cogí la vida de otra manera,
ya no necesito escapar,
desde que la tengo a mi vera;
encontré el sentido a caminar;
y le busco el ombligo a la realidad.
Suena el despertador y yo soñando con ella,
que me importa una mierda, que coño haya afuera,
vuelvo al sueño con ella, "si no estás, un vacío me queda".
Y es que en sueños me cuentas que andas perdida,
y yo que me encuentro si veo tu sonrisa,
no te suelto un segundo, dice cada minuto...
.
Ahora que vuelvo a la realidad,
el sueño se rompió en cachitos,
y desquicié mi vida una vez más;
dormido.
Las golondrinas se quedaron a anidar,
les dí para comer de lo sentido,
y me cagaron la cabeza por pensar;
vivido.
Acostumbrado a escapar de la realidad,
me encontré una noche contigo,
te dije "¿a dónde vamos a parar?";
rendido.
Y ahora que se que no vendrás,
ignoro lo que brilla en el camino,
que no me importa lo que tenga que llegar;
perdido.
De esta historia quisiera recordar,
qué aunque prohibida, encontré la libertad,
entre tanto tiempo escribiéndole,
sin saber ni para qué.
Me di cuenta de que madrugar,
no era sinónimo de empezar a tiempo el día,
empezar a tiempo un día;
era despertar y escuchar lo que su boca me decía,
y las tropas que a la guerra ella mandaba,
cada vez que yo me vencía.
Conocí el amor entre tanto chaparrón,
estando hasta los cojones de vivir,
salió a pasear el sol un día de abril,
y desde entonces ninguna estrella sabe fingir.
Y de ella, qué decir:
Ella es razón,
motivo y equivocación,
es el sol y la vegetación,
son los pájaros que me cagan la cabeza
cuando se marcha,
y sus ojos alguna que otra canción,
una estrella en un desierto que guía el camino,
es el camino recto hacia los cinco sentidos.