Poesía

Pandora_6

No hay palabras

Tocas un cuerpo, sientes su repetido temblor
bajo tus dedos, el cálido transcurrir de la sangre.
Recorres la estremecida tibieza,
sus corporales sombras, su desvelado resplandor.
No hay palabras. Tocas un cuerpo; un mundo
llena ahora tus manos, empuja su destino.
A través de tu pecho el tiempo pasa,
golpea como un látigo junto a tus labios.
Las horas, un instante se detienen
y arrancas tu pequeña porción de eternidad.
Fueron antes los nombres y las fechas,
la historia clara, lúcida, de dos rostros distantes.
Después, lo que llamas amor, quizá se torne forzada promesa,
levantado muro pretendiendo encerrar,
aquello que únicamente en libertad puede ganarse.
No importa, ahora no importa.
Tocas un cuerpo, en él te hundes,
palpas la vida, real, común. No estás ya solo.

Juan Luis Panero

kaosMC
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Pandora_6

El retoque final

Es este aquel que amabas.
A este rostro falaz que burla su modelo en la leyenda,
a estos ojos innobles que miden la ventaja de haber volcado a ciegas tu destino,
a estas manos mezquinas que apuestan a pura tierra su ganancia,
consagraste los años del pesar y de la espera.
Ésta es la imagen real que provocó los bellos espejismos de la ausencia:
corredores sedosos encandilados por la repetición del eco,
por las sucesivas efigies del error;
desvanes hasta el cielo, subsuelos hacia el recuperado paraíso,
cuartos a la deriva, cuartos como de plumas y diamante
en los que te probabas cada noche los soles y las lluvias de tu siempre jamás,
mientras él sonreía, extrañamente inmóvil, absorto en el abrazo de la perduración.
Él estaba en lo alto de cualquier escalera,
él salía por todas las ventanas para el vuelo nupcial,
él te llamaba por tu verdadero nombre.
Construcciones en vilo,
sostenidas apenas por el temblor de un beso en la memoria,
por esas vibraciones con que vuelve un adiós;
cárceles de la dicha, cárceles insensatas que el mismo Piranesi envidiaría.
Basta un soplo de arena, un encuentro de lazos desatados,
una palabra fría como la lija y la sospecha,
y esa urdimbre de lámpara y vapor se desmorona con un crujido de alas,
se disuelve como templo de miel, como pirámide de nieve.
Dulzuras para moscas, ruinas para el enjambre de la profanación.
Querrías incendiar los fantasiosos depósitos de ayer,
romper las maquinarias con que fraguó el recuerdo las trampas para hoy,
el inútil y pérfido disfraz para mañana.
O querrías más bien no haber mirado nunca el alevoso rostro,
no haber visto jamás al que no fue.
Porque sabes que al final de los últimos fulgores, de las últimas nieblas,
habrá de desplegarse, voraz como una plaga, otra vez todavía,
la inevitable cinta de toda tu existencia.
Él pasará otra vez en esa ráfaga de veloces visiones, de días migratorios;
él, con su rostro de antaño, con tu historia inconclusa,
con el amor saqueado bajo la insoportable piel de la mentira, bajo esta quemadura.

Olga Orozco

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Gusilu

Creo que no está por aquí y me parece raro.

INVICTUS

Más allá de la noche que me cubre
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses que pudieran existir
por mi alma invicta.
En las azarosas garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni he pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de cólera y lágrimas
donde yace el horror de la sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.

William Ernest Henley

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Zrak87

Ten esperanza

Lo comprendes? Lo has comprendido.
¿Lo repites? Y lo vuelves a repetir.
Siéntate. No mires hacia atrás. ¡Adelante!
Adelante. Levántate. Un poco más. Es la vida.
Es el camino. ¿Que llevas la frente cubierta de sudores,
con espinas, con polvo, con amargura, sin amor, sin
mañana?…
Sigue, sigue subiendo. Falta poco. Oh, qué joven eres.
Qué joven, qué jovencísimo, que recién nacido. Qué ignorante.
Entre tus pelos grises caídos sobre la frente brillan tus claros
ojos azules,
tus vividos, tus lentos ojos puros, allí quedados bajo algún velo.
Oh, no vaciles y álzate. Álzate todavía. ¿Qué quieres?
Coge tu palo de fresno blanco y apóyate. Un brazo a tu lado
quisieras. Míralo.
Míralo, ¿no lo sientes? Allí, súbitamente, está quieto. Es un bulto
silente.
Apenas si el color de su túnica lo denuncia. Y en tu oído una
palabra no pronunciada.
Una palabra sin música, aunque tú la estés escuchando.
Una palabra con viento, con brisa fresca. La que mueve tus
vestidos gastados.
La que suavemente orea tu frente. La que seca tu rostro,
la que enjuga el rastro de aquellas lágrimas.
La que atusa, apenas roza tu cabello gris ahora en la
inmediación de la noche.
Cógete a ese brazo blanco. A ese que apenas conoces, pero
que reconoces.
Yérguete y mira la raya azul del increíble crepúsculo,
la raya de la esperanza en el límite de la tierra.
Y con grandes pasos seguros, enderézate, y allí apoyado,
confiado, solo,
échate rápidamente a andar…

Vicente Aleixandre

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Pandora_6

Adagio para Franz Schubert
(Quinteto en Do mayor)

A Paca Aguirre

I
Apenas vaho sobre el cristal
con ademanes de ceniza, con estelas de niebla,
señala el mayordomo el lugar reservado
a cada uno de los comensales,
y susurra sus nombres con sílabas de ráfaga.
Franz ―todos― bebe copas, copas, copas
de un oro ajado, de un resplandor marchito,
una luz madura en otras tierras
diluidas en la memoria.
¿Dónde estarán los compañeros que no ve?
Acaso fueron arrastrados por las aguas de Heráclito
hasta donde el ocaso se remansa y languidece.
Han cesado las risas. Las palabras son ascuas.
Todo es en este instante
desolación, herrumbre, acabamiento.
Huele a manzanas y a membrillos
demasiado maduros.
A través del ojo de buey
Franz contempla los días
que se aproximan navegando.
La ciudad que lo espera le saluda
con sus brazos alzados a las nubes,
enfundados en terciopelo gris.
Paralizado, congelado, el tiempo
va adquiriendo la pátina de estar atardeciendo,
otoñándose sobre el mar,
sobre la muerte, sobre el amor, sobre la música
que se libera, misteriosamente,
de nadie sabe qué prisiones.

II
Esta música lleva mucha muerte dentro.
El amor lleva dentro mucha música,
mucho mar, mucha muerte.
La muerte es un amor que habla con el silencio.
El amor es una melodía hija del mar y de la muerte:
asciende, gira, enlaza el cuerpo, lo encadena
hasta asfixiarlo despiadadamente.

III
La nave fantasmal ―pero real― navega
sobre el amor, sobre la muerte
(también sobre el olvido),
y glisa sobre el arpa de las olas,
navega sobre el agua como el laúd sobre la música
(y es que música y mar tienen el mismo origen).
Este mar lleva dentro mucha música,
mucho amor, mucha muerte.
Y también mucha vida.

IV
...Y también mucha vida.
No sólo la que testimonia
el hervor de los brazos blanquísimos de las olas
al otro lado del cristal ―solar, lunar― del camarote,
sino la que agoniza en el lado de acá.
Abanicos de plumas y de oro empiezan a girar.
Giran y giran cada vez más vertiginosamente
―acelerando, siempre acelerando―
absorbidos, cautivos, reclamados por bocas abisales,
fraques azules, grises, rumor de besos y batir de alas,
ojos ennoblecidos por las lágrimas,
labios besados hondamente, que por eso
tienen más vida que quitar,
y el giro, el giro, el vértigo del vals,
el del polaco tísico
que escuchaba en la Valldemosa invernal
golpear insistente sobre el suelo la gota de agua.
El vals futuro, felicidad florida
de la dinastía risueña de los vieneses
resucitados cada 1 de enero en los televisores,
supervivientes de un imperio feliz e injusto
que ya no puede ser.
Son absorbidos, chupados, esclavizados
por lo hondo tenebroso. En el embudo
caen y desaparecen gorjeos de las aves
de los bosques de Viena, huéspedes de las ramas
húmedas de los tilos y los abedules,
aroma de grosellas y frambuesas,
de fresas y de arándanos: todos aprisionados
en las redes de escarcha del otoño.
El implacable sumidero
devora tules, sedas, lámparas de luz azulada,
nubes que se suicidan arrojándose
al hueco que termina
en el corazón verde del mar,
en la hoguera sombría y helada de la nada,
en lo fatal, irreversiblemente mudo.
Los invisibles compañeros
contemplan aterrados y desamparados
ese derrumbamiento que acaba en el silencio.

V
...El silencio que surca el ataúd de caoba.
a sus desvanecidos compañeros.
Con la clarividencia del moribundo
oye su despedida, sus adioses
con voces de violines, de violas, de violonchelos.
Sonaban a diamante y penumbra.
La nave ―¿o ataúd?― en que Franz llega,
irremediablemente solo, cabecea sobre las ondas,
las azota su quilla con ritmo sosegado:
―chasquido, pellizcado, pizzicatto sombrío―
entre dos nadas, entre dos nuncas.

VI
...Entre dos nuncas. El recién llegado
contempla el cielo encajonado
entre dos muros, entre dos sombras, entre dos silencios,
entre dos nadas.
Sentado sobre su banco de cemento
saca de su bolsillo unos trozos de pan,
los desmiga. Da de comer a las palomas.

José Hierro

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Sputnik1

No se trata de hablar,
ni tampoco de callar:
se trata de abrir algo
entre la palabra y el silencio.
Quizá cuando transcurra todo,
también la palabra y el silencio,
quede esa zona abierta
como una esperanza hacia atrás.
Y tal vez ese signo invertido
constituya un toque de atención
para este mutismo ilimitado
donde palpablemente nos hundimos.

~

Darlo todo por perdido.
Allí comienza lo abierto.

Entonces cualquier paso
puede ser el primero.
O cualquier gesto logra
sumar todos los gestos.

Darlo todo por perdido
Dejar que se abran solas
las puertas que faltan.

O mejor:
dejar que no se abran.

~

Las cosas nos imitan.
Un papel arrastrado por el viento
reproduce los tropezones del hombre.
Los ruidos aprenden a hablar como nosotros.
La ropa adquiere nuestra forma.

Las cosas nos imitan.
Pero al final
nosotros imitaremos a las cosas.

Los tres son de Roberto Juarroz.

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Pandora_6

Entre perro y lobo

Me clausuran en mí.
Me dividen en dos.
Me engendran cada día en la paciencia
y en un negro organismo que ruge como el mar.
Me recortan después con las tijeras de la pesadilla
y caigo en este mundo con media sangre vuelta a cada lado:
una cara labrada desde el fondo por los colmillos de la
furia a solas,
y otra que se disuelve entre la niebla de las grandes manadas.

No consigo saber quién es el amo aquí.
Cambio bajo mi piel de perro a lobo.
Yo decreto la peste y atravieso con mis flancos en llamas
las planicies del porvenir y del pasado;
yo me tiendo a roer los huesecitos de tantos sueños
muertos entre celestes pastizales.
Mi reino está en mi sombra y va conmigo dondequiera que vaya,
o se desploma en ruinas con las puertas abiertas a la
invasión del enemigo.

Cada noche desgarro a dentelladas todo lazo ceñido al corazón,
y cada amanecer me encuentra con mi jaula de obediencia en el lomo.
Si devoro a mi dios uso su rostro debajo de mi máscara,
y sin embargo sólo bebo en el abrevadero de los hombres
un aterciopelado veneno de piedad que raspa en las entrañas.
He labrado el torneo en las dos tramas de la tapicería:
he ganado mi cetro de bestia en la intemperie,
y he otorgado también jirones de mansedumbre por trofeo.
Pero ¿quién vence en mí?
¿Quién defiende de mi bastión solitario en el desierto, la sábana del sueño?
¿Y quién roe mis labios, despacito y a oscuras, desde mis propios dientes?

Olga Orozco

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Imyellow

Pedro Salinas: "La voz a ti debida"

Lo que eres
me distrae de lo que dices.
Lanzas palabras veloces,
empavesadas de risas,
invitándome
a ir adonde ellas me lleven.
No te atiendo, no las sigo:
estoy mirando
los labios donde nacieron.
Miras de pronto a los lejos.
Clavas la mirada allí,
no sé en qué, y se te dispara
a buscarlo ya tu alma
afilada, de saeta.
Yo no miro adonde miras:
yo te estoy viendo mirar.
Y cuando deseas algo
no pienso en lo que tú quieres,
ni lo envidio: es lo de menos.
Lo quieres hoy, lo deseas;
mañana lo olvidarás
por una querencia nueva.
No. Te espero más allá
de los fines y los términos.
En lo que no ha de pasar
me quedo, en el puro acto
de tu deseo, queriéndote.
Y no quiero ya otra cosa
más que verte a ti querer.

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kaosMC

Es un poema de Ángel González. Está sacado de una selección de poemas de diferentes obras reunidos en Luz, o fuego, o vida. Realmente pertenece a una obra de 1961 titulada Sin esperanza, con convencimiento.

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AchoJorl

Yo pronuncio tu nombre
En las noches oscuras
Cuando vienen los astros
A beber en la luna
Y duermen los ramajes
De las frondas ocultas.
Y yo me siento hueco
De pasión y de música.
Loco reloj que canta
Muertas horas antiguas.

Yo pronuncio tu nombre,
En esta noche oscura,
Y tu nombre me suena
Más lejano que nunca.
Más lejano que todas las estrellas
Y más doliente que la mansa lluvia.

¿Te querré como entonces
Alguna vez? ¿Qué culpa
Tiene mi corazón?
Si la niebla se esfuma
¿Qué otra pasión me espera?
¿Será tranquila y pura?
¡¡Si mis dedos pudieran
Deshojar a la luna!!

Federico García Lorca - Si mis manos pudieran desojar.

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Pandora_6

Hambre

Nadie avisó del absurdo aburrimiento de la noche,
eso tuve que aprenderlo por mi cuenta.
Desde el dorso de la mano se asoma un número
de teléfono (mucho peor que tatuado)
y no es de ningún amante.
Los libros se abrazan con sinceridad
y montan sus pequeñas reuniones tristes
debajo de mi cama sin el permiso de las almohadas.
Hay que ordenar tantas cosas
que la habitación prefiere encogerse y callar
aunque ya sea tarde
y el armario se abra como una boca enferma
pidiendo a gritos que le arranque de una vez
los labios que lo devoran desde dentro.
Pero aún no-
hoy todavía te permitiré olvidarme.

Con una piedad innecesaria despedazo la madrugada
mientras las fresas se desnudan sobre la mesa de la cocina.

Anastasia Kontratevidi

12 días después
Imyellow

Delirio

-¿No es cierto, amor, que en esta apartada orilla
Mas pura la luna brilla?

-¿No es cierto, muerte, que en este desierto oscuro
El sol no es rey de reino ninguno?

-Mejor que pensar en el viaje, es disfrutarlo
Mejor que caminar un sendero, es andarlo
No temas, amor, por mi debes tener valor.

-Peor que pensar en el final, es saber que es donde se halla este mal
Peor que andar para sufrir, es seguir andando hasta morir
Teme, muerte, este valor es tu fin.

-Aparezco negra como una daga, llego de los más oscuro de tu alma
-Soportaré las heridas, si en tu corazón la oscuridad calma

-Y es que mi alma negra es, oscura cual ojos tristes
No hay dulzura sino amargura, no hay amor ni siquiera ternura

-Eres como un bosque lleno de vida, como el alba de un nuevo día
Es esa oscuridad quien te amarra, yo seré quien te desata

¿Soy yo...quien se habla?
¿Soy yo quien se muere...o se salva?
El sol me ciega con su oscuridad
El mundo me mata con su verdad

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Pandora_6

Podría estar más sola
Sin la Soledad -
Tan acostumbrada estoy a mi Destino -
Quizá la Otra - Paz

Interrumpiría la Oscuridad -
Y atestaría el pequeño Cuarto -
Demasiado limitado - medido en Codos - para contener
El Sacramento - de Él -

No estoy acostumbrada a la Esperanza -
Podría inmiscuirse -
En su dulce procesión - denigrar el lugar -
Ordenado para el Sufrimiento -

Podría ser más fácil
Desfallecer - con Tierra a la Vista -
Que alcanzar - Mi Azul Península -
Para perecer - de Deleite -

Emily Dickinson

14 días después
kaosMC

Libre te quiero
como arroyo que brinca
de peña en peña,
pero no mía.

Grande te quiero
como monte preñado
de primavera,
pero no mía.

Buena te quiero
como pan que no sabe
su masa buena,
pero no mía.

Alta te quiero
como chopo que al cielo
se despereza,
pero no mía.

Blanca te quiero
como flor de azahares
sobre la tierra,
pero no mía.

Pero no mía
ni de Dios ni de nadie
ni tuya siquiera.

Agustín García Calvo

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Pandora_6

La construcción de un sueño

Siempre hay tiempo para un sueño.

Siempre es tiempo de dejarse llevar
por una pasión que nos arrastre hacia el deseo.

Siempre es posible encontrar la fuerza
necesaria para alzar el vuelo y dirigirse hacia
lo alto.

Y es allí, y solo allí, en la altura, donde
podemos desplegar nuestras alas en toda su
extensión.

Solo allí, en lo más alto de nosotros mismos,
en lo más profundo de nuestras inquietudes,
podremos separar los brazos, y volar.

Dulce Chacón

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11 días después
SpyGame

No he de callar por más que con el dedo,
ya tocando la boca o ya la frente,
silencio avises o amenaces miedo.

¿No ha de haber un espíritu valiente?
¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
¿Nunca se ha de decir lo que se siente?

Hoy, sin miedo que, libre, escandalice,
puede hablar el ingenio, asegurado
de que mayor poder le atemorice.

En otros siglos pudo ser pecado
severo estudio y la verdad desnuda,
y romper el silencio el bien hablado.

Pues sepa quien lo niega, y quien lo duda,
que es lengua la verdad de Dios severo,
y la lengua de Dios nunca fue muda.

(...)

Francisco de Quevedo

YaZzMaN

Si leo mis poemas en público
le quito su único sentido a la poesía:
hacer que mis palabras sean tu voz
por un instante al menos.

3
kaosMC

Un haiku por aquí:

Después del canto del búho,
el silencio de la montaña
es más profundo aún.

3
YaZzMaN

Todas las que conozco son putas, ex putas,
locas. Veo hombres con mujeres
tranquilas, amables, los veo en los supermercados,
los veo caminando por las calles juntos,
los veo en sus departamentos: gente en
paz, a menudo horas o días de paz.
Todas las que he conocido son adictas a las pastillas,
alcohólicas, putas, ex putas, locas.

Cuando una se va
llega otra
peor que la anterior.
Veo tantos hombres con chicas tranquilas y limpias
bien vestidas
chicas con caras que no son lobunas
o predatorias.

"No traigan más una puta por aquí", les digo a
mis pocos amigos, "me voy a enamorar de una".
"No podrías estar con una buena mujer Bukowsky".
Necesito una buena mujer,
necesito una buena mujer,
más de lo que necesito una máquina de escribir,
más de lo que necesito a mi auto, más
de lo que necesito a Mozart.

Necesito tanto una buena mujer que
puedo saborearla en el aire, puedo sentirla
en la punta de mis dedos,
puedo ver veredas construidas
para que sus pies caminen,
puedo ver almohadas para su cabeza,
puedo sentir mi risa que espera,
puedo verla acariciando un gato,
puedo verla durmiendo,
puedo ver sus pantuflas en el piso.
Sé que existe
pero, ¿Dónde está ella en esta tierra
mientras las putas continúan llegando?.

Bukowski.

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7 días después
Ogrest

Noche estrellada
Soles lejanos
Destellos fluorescentes
Solo uno natural
¿Dónde estás estrella fugaz?
¿Dónde te escondes?
Muchos hablan de ti
Tu luz no me dejan ver
Deja de brillar en lares lejanos
Ven donde tu luz calienta más
Ven donde eres sol, y no estrella

Ogrest

15 días después
Ivy_aivlis

El clásico, de Bécquer:

¿Qué es poesía? --dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¿Qué es poesía? ¿Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú.

Otro grande, cuando escuché la historia y el poema, me dio la risa tonta... qué bien se tuvo que sentir Lope de Vega:

Un soneto me manda hacer Violante,

que en mi vida me he visto en tal aprieto;

catorce versos dicen que es soneto:

burla burlando van los tres delante.

Yo pensé que no hallara consonante

y estoy a la mitad de otro cuarteto;

mas si me veo en el primer terceto

no hay cosa en los cuartetos que me espante.

Por el primer terceto voy entrando

y parece que entré con pie derecho,

pues fin con este verso le voy dando.

Ya estoy en el segundo, y aún sospecho

que voy los trece versos acabando;

contad si son catorce, y está hecho.

Y por último, también éste, del sátiro de Quevedo xDDD

A una nariz

Érase un hombre a una nariz pegado,
érase una nariz superlativa,
érase una nariz sayón y escriba,
érase un peje espada muy barbado.

Era un reloj de sol mal encarado,

érase una alquitara pensativa,
érase un elefante boca arriba,
era Ovidio Nasón más narizado.

Érase un espolón de una galera,
érase una pirámide de Egipto,

las doce Tribus de narices era.

Érase un naricísimo infinito,
muchísimo nariz, nariz tan fiera
que en la cara de Anás fuera delito.

Todos muy clásicos, lo sé, pero son epic xD

1
B

Your mind and you are our Sargasso Sea,
London has swept about you this score years
And bright ships left you this or that in fee:
Ideas, old gossip, oddments of all things,
Strange spars of knowledge and dimmed wares of price.
Great minds have sought you — lacking someone else.
You have been second always. Tragical?
No. You preferred it to the usual thing:
One dull man, dulling and uxorious,
One average mind — with one thought less, each year.
Oh, you are patient, I have seen you sit
Hours, where something might have floated up.
And now you pay one. Yes, you richly pay.
You are a person of some interest, one comes to you
And takes strange gain away:
Trophies fished up; some curious suggestion;
Fact that leads nowhere; and a tale for two,
Pregnant with mandrakes, or with something else
That might prove useful and yet never proves,
That never fits a corner or shows use,
Or finds its hour upon the loom of days:
The tarnished, gaudy, wonderful old work;
Idols and ambergris and rare inlays,
These are your riches, your great store; and yet
For all this sea-hoard of deciduous things,
Strange woods half sodden, and new brighter stuff:
In the slow float of differing light and deep,
No! there is nothing! In the whole and all,
Nothing that's quite your own.
Yet this is you.

Ezra Pound, "Portrait d'une femme"

Traducción en castellano:

"Tu mente y tú sois nuestro mar de los Sargazos
Londres ha cambiado a tu alrededor en estos veinte años
y las naves flamantes te dejaron esto y aquello como tributo:
ideas, viejos chismorreos, retales de todas las clases,
extrañas fintas de conocimiento y difusas mercancías de valor.
Grandes mentes te han buscado... a falta de alguien más.
Siempre has sido una suplente. ¿Trágico?
No. Tú preferías eso a lo habitual:
un hombre aburrido, soso y complaciente,
una inteligencia media... con un pensamiento menos cada año.
Oh, eres paciente, te he visto sentada
durante horas, allí donde algo podía salir a flote.
Y ahora vales la pena. Sí, vales una fortuna.
Eres una persona de interés, uno acude a ti
y obtiene extrañas ganancias:
trofeos sacados de la manga; alguna curiosa sugerencia;
hechos que no conducen a ninguna parte, y un cuento o dos,
repletos de mandrágoras o de cualquier otra cosa
que podría ser de alguna utilidad pero que nunca lo es,
que nunca encaja en ninguna parte ni demuestra utilidad,
ni encuentra ocasión propicia en todos los días por venir.
La vieja obra maravillosa, chillona y deslustrada,
las estatuillas, el ámbar gris y las raras piedras incrustadas,
esas son tus riquezas, tu gran legado. Y aun así,
en este tesoro marino de cosas caducas,
de maderas extrañas y húmedas y de otro material nuevo y más brillante,
en el lento naufragio de luz y profundidad desigual,
¡no!¡¡no hay nada! A fin de cuentas
nada que sea propiamente tuyo.
Y sin embargo esta eres tú.

Nota: el mar de los Sargazos es donde se sitúa el hipotético Triángulo de las Bermudas.

1
Sopapo

Si me he acercado a ti es porque estás buena.
Si dijera otra cosa, mentiría.
Y quiero conocerte, de verdad,
y que tú me conozcas, con el tiempo,
que hagamos nuestros sitios que ahora mismo
no nos importan nada. Quiero echarte
de menos, que me llames y me digas
que me extrañas muchísimo, que falto.
Quiero memorizar tu piel, decirte
que tienes un lunar nuevo en el hombro,
quiero decirte «Cielo» y que te enfades
porque odias ese nombre. Quiero verte
cada día que pueda y discutir
por cosas que ahora mismo dan igual.

Quiero saber que estamos distanciándonos.
Notar cómo los días nos devoran,
irremediablemente.
Quiero que me preguntes qué nos pasa
y no tener palabras que decirte.
Cuando tú ya no estés tan buena y yo
ya no le dé importancia a ese detalle.
Porque yo no seré tampoco joven
y mis preocupaciones serán otras:
pensar cómo es posible que hoy de nuevo
nos estemos mirando como aquella
noche en que caminé hasta ti y te dije
algo — ya no me acuerdo— que quería
conocerte supongo y los dos éramos
lo mismo que ahora somos. ¿Qué me dices?

Ben Clark

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YaZzMaN

Un día fui niño
y hubo un árbol de navidad
que era más que un árbol de navidad.

Habían fotos que se podían tocar
y que ahora están
en el trastero de la memoria cogiendo polvo.

A veces hay silencio, pero no importa
algunos silencios son buenos
como el de la mano de mi madre
cuando me robaba algún diente de debajo de la almohada.

Un día fui niño
y hoy me doy cuenta
de que los hombres no eran tan hombres
solo niños con la inocencia perdida
y sin árboles de navidad.


Un día los gusanos
tendrán buffet libre
encima de mis restos
y más que mi cuerpo
se pudrirá tu amor muerto.

Irás a mi velatorio con otro hombre
los gusanos devorarán mi corazón
y luego se suicidarán
al ver que no pueden devorar tu nombre.

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Pandora_6

No busques, no

Yo te he querido como nunca.
Eras azul como noche que acaba,
eras la impenetrable caparazón del galápago
que se oculta bajo la roca de la amorosa llegada de la luz.
Eras la sombra torpe
que cuaja entre los dedos cuando en tierra dormimos solitarios.

De nada serviría besar tu oscura encrucijada de sangre alterna,
donde de pronto el pulso navegaba
y de pronto faltaba como un mar que desprecia a la arena.
La sequedad viviente de unos ojos marchitos,
de los que yo veía a través de las lágrimas,
era una caricia para herir las pupilas,
sin que siquiera el párpado se cerrase en defensa.

Cuán amorosa forma
la del suelo las noches del verano
cuando echado en la tierra se acaricia este mundo que rueda,
la sequedad oscura,
la sordera profunda,
la cerrazón a todo,
que transcurre como lo más ajeno a un sollozo.

Tú, pobre hombre que duermes
sin notar esa luna trunca
que gemebunda apenas si te roza;
tú, que viajas postrero
con la corteza seca que rueda entre tus brazos,
no beses el silencio sin falla por donde nunca
a la sangre se espía,
por donde será inútil la busca del calor
que por los labios se bebe
y hace fulgir el cuerpo como con una luz azul si la noche es de plomo.

No, no busques esa gota pequeñita,
ese mundo reducido o sangre mínima,
esa lágrima que ha latido
y en la que apoyar la mejilla descansa.

De "la destrucción o el amor" - Vicente Aleixandre

9 días después
Sopapo

Cómo decir de pronto:
tómame entre las manos,
No me dejes caer. Te necesito:
acepta este milagro,
tenemos que aprender a no asombrarnos
de habernos encontrado,
de que la vida pueda estar de pronto
en el silencio o la mirada.
Tenemos que aprender a ser felices,
a no extrañarnos
de tener algo nuestro.
Tenemos que aprender a no temernos
y a no asustarnos
y a estar seguros.
y a no causarnos daño.

Julia Prilutzky

2
unha

La forma de querer tú...

La forma de querer tú
es dejarme que te quiera.
El sí con que te me rindes
es el silencio. Tus besos
son ofrecerme los labios
para que los bese yo.
Jamás palabras, abrazos,
me dirán que tú existías,
que me quisiste: Jamás.
Me lo dicen hojas blancas,
mapas, augurios, teléfonos;
tú, no.
Y estoy abrazado a ti
sin preguntarte, de miedo
a que no sea verdad
que tú vives y me quieres.
Y estoy abrazado a ti
sin mirar y sin tocarte.
No vaya a ser que descubra
con preguntas, con caricias,
esa soledad inmensa
de quererte sólo yo.

P.Salinas

3
Loxias

Llénate de mí.
Ansíame, agótame, viérteme, sacrifícame.
Pídeme. Recógeme, contiéneme, ocúltame.
Quiero ser de alguien, quiero ser tuyo, es tu hora,
Soy el que pasó saltando sobre las cosas,
el fugante, el doliente.

Pero siento tu hora,
la hora de que mi vida gotee sobre tu alma,
la hora de las ternuras que no derramé nunca,
la hora de los silencios que no tienen palabras,
tu hora, alba de sangre que me nutrió de angustias,
tu hora, medianoche que me fue solitaria.

Libértame de mí. Quiero salir de mi alma.
Yo soy esto que gime, esto que arde, esto que sufre.
Yo soy esto que ataca, esto que aúlla, esto que canta.
No, no quiero ser esto.
Ayúdame a romper estas puertas inmensas.
Con tus hombros de seda desentierra estas anclas.
Así crucificaron mi dolor una tarde.

Quiero no tener límites y alzarme hacia aquel astro.
Mi corazón no debe callar hoy o mañana.
Debe participar de lo que toca,
debe ser de metales, de raíces, de alas.
No puedo ser la piedra que se alza y que no vuelve,
no puedo ser la sombra que se deshace y pasa.

No, no puede ser, no puede ser, no puede ser.
Entonces gritaría, lloraría, gemiría.

No puede ser, no puede ser.
Quién iba a romper esta vibración de mis alas?
Quién iba a exterminarme? Qué designio, qué? palabra?
No puede ser, no puede ser, no puede ser.
Libértame de mí. Quiero salir de mi alma.

Porque tú eres mi ruta. Te forjé en lucha viva.
De mi pelea oscura contra mí mismo, fuiste.
Tienes de mí ese sello de avidéz no saciada.
Desde que yo los miro tus ojos son más tristes.
Vamos juntos. Rompamos este camino juntos.
Ser? la ruta tuya. Pasa. Déjame irme.
Ansíame, agótame, viérteme, sacrificarme.
Haz tambalear los cercos de mis últimos límites.

Y que yo pueda, al fin, correr en fuga loca,
inundando las tierras como un río terrible,
desatando estos nudos, ah Dios mío, estos nudos,
destrozando,
quemando,
arrasando
como una lava loca lo que existe,
correr fuera de mi mismo, perdidamente,
libre de mí, Curiosamente libre.
¡Irme, Dios mío, irme!

Pablo Neruda

#16 No se si lo han dicho ya porque no he leído aún todas las páginas, pero es de Becquer, no de Quevedo.

De Quevedo

A ROMA, SEPULTADA EN SUS RUINAS

Buscas en Roma a Roma, ¡oh peregrino!,
y en Roma misma a Roma no la hallas:
cadáver son las que ostentó murallas,
y tumba de sí propio el Aventino.

Yace, donde reinaba el Palatino;
y limadas del tiempo las medallas,
más se muestran destrozo a las batallas
de las edades, que blasón latino.

Sólo el Tíber quedó, cuya corriente,
si ciudad la regó, ya sepultura
la llora con funesto son doliente.

¡Oh Roma!, en tu grandeza, en tu hermosura
huyó lo que era firme, y solamente
lo fugitivo permanece y dura.

2
B

Un niño frena la puerta automática.

En su reflejo baila e intenta abrazarse;

y él mismo hacia fuera se ve empujado.

Verdades ocultas se confirman y se esfuman.

La puerta se abre y cierra

y acaricia el linde, -reflejo de su inocencia;

juguetea con la paciencia de su vida, inexperta.

Pasitos, como palabras maestras

que pronuncian un silencio astuto,

con la agudeza de la inocencia

y sordos a su inherente monstruosidad.

Poema de Miguel Vilanova, fragmento del libro "Artigens"

con fotos y cuadros de su hermano y padre respectivamente.