Continuando con una nueva y muy esperada etapa lectora, sin saber qué esperar, he leído la última novela de Hemingway publicada en vida. También es la primera de él que leo, lo cual me da un poco de pena porque, tengo ganas de abordar algún escritor o escritora alguna vez desde sus inicios.
El Viejo y el Mar es una de las mejores novelas que he leído nunca. Tras acabarla tuve la sensación de haber leído un arquetipo, una literalización del concepto del "tira y afloja" entre fuerzas heroicas y antagónicas, que está patente en la mayoría de las historias. ¿El vehículo de todo esto? Una caña de pescar y toda técnica y artimaña que deriva de este instrumento.
Quizá resulte extraño sacar el prólogo de la historia a colación, pero, ¿acaso estos no pueden ser un complemento idóneo para meterse en la mente del escritor? En cierta parte se cuenta sobre uno de los mayores deseos de Hemingway a la hora de escribir: narrar experiencias de tal forma que haga sentir al lector que algo le ha pasado en realidad. La minuciosidad de El Viejo y el Mar es el lenguaje de estas sensaciones, bien cuando toma tintes realistas, o bien cuando son más poéticos. Y sobre todo cuando convergen ambos durante la constante lucha de esta novela.
A quien pudiera parecerle vago e impreciso el título, quizá acabe viéndolo de otra manera mucho antes de terminarla. Aunque pueda tenerlos, no considero esta historia como una que se preste a simbolismos o a tratar de encontrar símbolos durante su viaje lector. No en una primera lectura, al menos, y me parecería más bien contrario a la mencionada intención de Hemingway de trascender.
Por favor, sacad alguna vez tiempo en vuestra vida para leerlo. Es el primer libro que recomendaría a cualquiera que lleva sin leer un tiempo.