Ahora en serio, hace falta más espacio en algunos títulos.
El sector editorial español, como Alicia detrás del espejo, debería correr el doble de rápido para poder afrontar y paliar la crisis y su transformación en ese cambio de paradigma. Es la primera recomendación que ha hecho José Ignacio Wert, ministro de Educación, Cultura y Deporte en la inauguración del 28º encuentro Pancho Pérez González: Libros, Propiedad Intelectual y Sociedad del Conocimiento, que se celebra en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Santander.
Para el Gobierno, según Wert , hay siete claves que tanto su ministerio como el sector editorial deben tener en cuenta en esta difícil e importante coyuntura para el mundo del libro:
1º. La industria debe tener al libro digital como base para su desarrollo.
2º. La industria editorial debe tener clara su modernización y su internacionalización.
3º. El Gobierno es partidario de mantener el precio fijo del libro.
4º. El Gobierno seguirá luchando por la equiparación del IVA en los libros digitales y en los libros de papel ante la Unión Europea. (Actualmente el IVA para el libro electrónico es del 18% y para el tradicional es del 4%).
5º. Continuar con el compromiso de la propiedad intelectual dentro del marco de seguridad y jurídico establecido y reforzarlo.
6º. Seguir luchando contra la piratería en todos los aspectos de la cadena de valor del libro.
7º. Reforzar el mercado internacional del libro, especialmente en lo que concierne a América Latina.
Las declaraciones del ministro se producen un día después de que la Federación de Gremios de Editores de España hiciera su avance de la industria del libro en el que se revelaba una profunda crisis: desde el año 2008 hasta el 2011 el negocio ha caído un 18% y podría empeorar si se confirman las previsiones del 10% para este 2012. Wert reconoce que hay poca conciencia social dentro del contexto español y destacó que el sector del libro representa el 1,2% del Producto Interior Bruto, y el 25% de todas las industrias culturales de España. Una industria clave que el Gobierno se siente obligado a mantener y proteger, sobre todo teniendo en cuenta que es la quinta industria editorial del mundo.
Aunque el ministro Wert aconsejó que todas las empresas de la cadena de valor del libro (editores, libreros, distribuidores, etcétera) deberían correr más aprisa, reconoció que en cuanto a la aprobación de las leyes de protección intelectual y del libro son normas complicadas que no sabe cuándo las aprobará la Cámara.
Habló el experto, y a nosotros ¿qué nos parece?