Brour, La voluntad inquebrantable - Campeón - 004

Campeón Numero: 004 - Brour, La fuerza de Noxus

Rol principal: Superior

Roles secundarios: Jungla - Medio - Soporte

Clase: Luchador - Tanque

Etapa de Juego: Juego tardío

Estilo de ataque: Cuerpo a cuerpo

Tipo de daño: Daño físico

Recurso: Energía

Edad: 41 años

Región: Noxus

Lugar de nacimiento: Acantilados sangrientos, dominios de Hovri IV

Lugar actual: Shurima, Bel’Zhun, Mercado del filo blanco

Armamento: Llave 07 – “La potencia corporal”

Estatura - Peso: 2,5/5m – 150/300kg

En los lugares más recónditos de Runaterra, lejos de toda ley o dominio legítimo, no es de extrañar que se ciernan los mandatos dictatoriales de escorias de menor denominación en grupos organizados de forma clandestina en las grandes capitales. Tal es el caso de un pequeño pueblo oculto entre las montañas, en una zona rural olvidada que ha construido su propio estilo de vida independientemente de las capitales cercanas, siendo dirigida desde hace décadas por un grupo criminal llamado “La Sombra Del Bastión”, que pese a su poco renombre ha logrado expandirse considerablemente de forma discreta por hectáreas de terreno empinado, conocido por el mundo exterior como “los acantilados sangrientos”.

Dicho lugar ha obtenido su nombre debido a sus extrañas formaciones rocosas, que no solo han hecho un muro natural que evita contacto directo con el resto del mundo a excepción de su desembocadura en el mar, sino que aparentan ser los dientes colosales de unas fauces de roca negra muy afilada, que ha incentivado a todo aquel que vive a sus alrededores a caer en el llamado “Pueblo oculto de Hitam”. Este aislado pueblo, por sí mismo y pese a su no muy atractivo encanto, ha sido hogar de múltiples negocios ambulantes y arreglos del bajo mundo, a la vez que se ha convertido en un pequeño refugio para todo aquel que tenga ánimo de compartir al detalle sus hazañas y sus encargos prohibidos.

En un principio esto se conservaba con un secretismo aterrador, que poco a poco se fue desvaneciendo conforme las construcciones de este convenio criminal se hacían más atrevidas y temerarias, aprovechando los extraños favores de la formación tectónica como un agregado más a sus hogares y su arquitectura. Esta idea se extendió desde un vasto pueblo exterior en lo más alto de los acantilados y sus planicies acariciadas por el sol, donde se manejaba el hogar de los pocos honrados que habitan estos lares, hasta su inevitable extensión vertical a lo largo de la caída a las penumbras, que con el pasar de los años no atrajo a más que escoria, ladrones y mercenarios.

Aquí es donde se erigió una serie interminable de cadenas, carriles y rutas de metal que se entrelazan unas con otras, aseguradas con cientos de enganches que circulan a lo largo de todo el acantilado como arneses, guiados y reforzados por estructuras que sobresalen de las pendientes rocosas, y que continúan su edificación a través de minas y riscos en un conjunto de cuevas artificiales, picos y desniveles que terminan por conectarse a una serie de farallones que dan la bienvenida al océano. Siendo esto lo poco que se ve desde el exterior en cuanto a su cultura, que se ha conservado misteriosa desde sus inicios.

Pese al horror que esto significaba para los pueblos vecinos, lo que más acaparaba la atención de los pocos que supieron de su existencia era la mano de obra que mantenía el lugar, que se encontraba completamente conformada por jóvenes y algunos niños, que no tardaban mucho en convertirse en acompañantes criminales, carteristas o peligros ambulantes del bajo mundo. Siendo este el estado en que pequeños sin educación como Brour vivían sus vidas, sin tener mucho que decir, pero con mucho que contribuir a su hogar conforme su familia se expandía cada año, acumulando más mano de obra en jóvenes que sustentaban la economía de todo el pueblo, en que los hombres cumplían su labor bajo el mando de sus dueños criminales, y las mujeres eran preparadas desde su niñez para convertirse en futuras engendradoras del hogar y encargadas de la gestión de recursos.

Bajo esas condiciones no era de extrañar ver que el concepto de familia se distorsionaba con cada año, en que formar parejas no era más que un sueño para los pocos desgraciados que no supieron adaptarse y fueron asesinados o murieron de hambre, dejando como regentes únicamente a aquellos cuya prioridad fuera producir mano de obra para sustentar la economía, estableciendo un vínculo masivo carente de pertenencia entre los miembros de la comunidad y sus descendientes. Pero más impactante aún era ver la facilidad y premura con que estas prácticas se normalizaron, al punto de que la decencia se volvió una añoranza ajena que pocos tenían por sus habitantes, constantemente resguardados por el peligro que simbolizaban los dueños del territorio, y las murallas que edificaron para completar la formación de los picos y sus planicies, donde los asesinatos y los robos eran lo usual.

Aun así, era esta misma normalización de lo prohibido lo que permitía que el orden dentro del caos se conservara, en que los castigos por infligir la poca ley que quedaba no llegaban a la muerte o la tortura, y los niños no sufrían a manos de sus padres, sus dueños criminales o la gente del exterior, ya que todos sabían con certeza que tenían que cuidarse entre ellos, porque nadie de fuera lo haría. Un concepto de hermandad y fraternidad nacido de lo incorrecto, en que dueños criminales como el mismísimo Rhodan Almanegra representaban miembros de la familia cariñosos para niños como Brour, que cumplían su labor por el bien de su pueblo, su familia y sus dueños sin cuestionar o aspirar a nada más, como un pequeño infierno habitable para los amorales y los trastornados. Que se conservó raudo a sus costumbres hasta que la mano noxiana lo alcanzó en batalla, dando pie a una pequeña guerra que culminó mucho antes de comenzar, en que la mayoría de los habitantes del lugar fueron asesinados en base al horror que representó su estilo de vida para el ejército invasor.

Aunque esto no significó el exterminio total de esas costumbres indebidas, que se dispersaron en pequeños grupos que huyeron a otras tierras, dejando atrás a muchos jóvenes que fueron esclavizados o ejecutados, a excepción de unos pocos que lograron tener la audacia de perderse entre los terrenos inalcanzables de aquellos acantilados. Siendo estos mismos los que vagaron durante años como temerosos ladrones en los poblados cercanos, sobreviviendo con migajas hasta que solo quedó uno en pie, siendo este joven, Brour, el que, con su agresiva inteligencia, su básico conocimiento del habla y su determinado instinto de supervivencia logró aguantar más que cualquier otro.

Durante años su única meta era dar paz a sus padres y a los hermanos que alguna vez tuvo, manteniendo con vida sus recuerdos mientras vagaba sin rumbo por la extensión del territorio, que en poco tiempo se volvió total dominio noxiano a manos de sus constantes invasiones e intentos exitosos de conquista. Donde continúo viviendo a escondidas, como ladrón, como escoria y como polizón de mercaderes ambulantes, hasta que se halló cara a cara con la mismísima capital de Noxus y su Bastión Inmortal. Siendo este el lugar que, con su insignia, su metal negro y su bandera de rojo sangre, le había arrebatado todo lo que conocía, lo que incentivó aun más la actitud temeraria de este joven, que lo vio más como una deuda o una venganza personal al permanecer dentro de sus muros con las mismas costumbres que ellos destruyeron.

Aun así, él sabía que un reto lo aguardaba, por lo que se conservó discreto durante largos meses en que su conocimiento de las calles del imperio se volvió su mejor arma, que terminó por llevarlo presuroso a las manos de varios criminales del bajo mundo, iguales a los que alguna vez tuvo como familiares en su antiguo hogar destruido. No pasó mucho tiempo antes de encontrarse a sí mismo bajo las mismas circunstancias del pasado, cumpliendo recados y crímenes aislados para dueños que lucraban bajo las sombras de la sociedad, pero que no se mostraban igual de dóciles que aquellos familiares criminales de recuerdos lejanos.

Castigos, torturas y trabajos peligrosos llevaron a cicatrices irreparables, y peor aún, con el tiempo alcanzo a la perdida de ambos brazos y una de sus piernas, siendo esta última extremidad y uno de sus miembros superiores lo único que fue reemplazado poco después por deficientes prótesis de metal negro, que apenas y le permitían caminar adecuadamente y defenderse con una navaja integrada en su diseño. Lo que más temprano que tarde llegó inevitablemente a su fallo más grande, al caer víctima de la trampa de un científico que lo encontró robando uno de sus almacenes en La forja inferior de Noxus, lo que lo llevó a ser capturado y posteriormente transportado a un laboratorio subterráneo de la capital noxiana, que es dirigido y controlado en su totalidad por el científico Wigginds Demore, su captor y más adelante en sus propias palabras: “Su padre”.

Ante su captura Brour estaba asustado, y tal vez fuera por su carencia de educación, pero le faltaban palabras para expresar el odio que sentía a aquel asedio constante que le propiciaba este científico, durante largos años en que su único motivante era torturarlo de todas las formas que su imaginación le diera en sus supuestos “experimentos”, que daban origen a criaturas y aberraciones de todo tipo, que el científico asignaba a él como “sus hermanos”.

Estas acciones desagradaban a Brour horriblemente, pero el odio que el joven había cultivado durante años era ideal para aquel desquiciado, colocando sus limitaciones corporales como único obstáculo. Lo que guió inevitablemente a días de extenuante sufrimiento en que el científico analizó detalladamente su naturaleza celular para desarrollar injertos de extremidades artificiales, lo que a los ojos del joven no solo planteaba un problema, sino un profundo horror al conocer los límites que este hombre era capaz de alcanzar para lograr sus experimentos. Aunque por supuesto, estas extremidades no eran iguales a las originales, parecían calcinadas en un rojo intenso que jamás se desvanecería, y que ahora estaba tan adherido a su cuerpo que para deshacerse de él tendría que arrancarse el miembro en cuestión y parte de la piel.

Pese a que estos planes implicaban mantenerlo sano hasta esos extremos, el joven lo considero una maldición de la cual intentó escapar varias veces, no solo atacando a su captor en tantas oportunidades como pudo, sino atentando contra su propia vida en más de una ocasión. Pero era completamente inútil, aquel hombre parecía ser un monstruo inmaterial que carecía de dolor, pero le sobraba la obsesión suficiente para salvar aquellas incontables veces la vida de Brour, sin importar cuanto daño fuera capaz de causarse con cualquier objeto cortante que tuviera al alcance, demostrándole psicóticamente una y otra vez de tantas formas diferentes como le fueran posibles que no podría escapar, alardeando de aquella infernal inteligencia y su pose de absoluta soberbia.

Cuando finalmente aceptó su lugar contra su voluntad, el científico lo felicitó de brazos abiertos y finalmente le otorgó su título como “La llave número siete” que compartió con un grupo de niños similares a él, siendo este el experimento del que tanto hablaba a todo pulmón, asustando a todo aquel que estuviera cautivo en sus garras. Y aunque por un momento parecía que las cosas irían a mejor, la verdad es que ese es el punto en que la verdadera tortura dio comienzo para él, a la vez que comprendía a mayor profundidad las metas ambiciosas de este científico con sus creaciones que desafiaban todo limite moral, y las motivaciones bélicas del imperio noxiano que impulsaban continuamente aquel despilfarre de demencia, siendo que al aceptar su rol en la locura de su creador tuvo la oportunidad de conocer por primera vez a Los Cuervos de La Rosa Negra, o al menos así eran identificados por aquel científico.

Este grupo extraño de individuos de varios tamaños vestidos en totalidad de negro, con máscaras y uniformes que hacían semejanza al ave negra con detalles de plata, y un plumaje que cubría partes de sus espaldas y hombros, emanando un aura de total oscuridad que aterraba solo con su presencia cada que ellos aparecían como sombras entre las paredes. Aparentemente ellos estaban a cargo de todo el procedimiento del experimento, ya que su grupo monitoreaba todos sus progresos constantemente, pero a los ojos de Brour solo resaltaba un enorme hombre que lo miraba con un interés desmedido y un martillo de guerra en la espalda.

Pasaron los años ligeramente como las horas de un día, colmados de los mismos tratos hostiles y los exhaustivos entrenamientos, que poco tardaron en hacer notar a Brour que ya no era un niño a sus avanzados quince años, momento en que el científico decidió proceder a la siguiente fase, lo que significaba que Brour entraría al ejército noxiano bajo la protección de un general de alto cargo. La simple idea de estar bajo órdenes noxianas ya desagradaba a Brour, pero más aún bajo el cuidado de aquel cuervo que durante el día se mostraba con su pesada armadura de metal negro, que lo castigaba constantemente para fortalecerlo mentalmente y que se aseguraba de que todo su desempeño en el campo fuera en solitario, lejos de cualquier apoyo del batallón u otros soldados.

Esto agregado al verdadero objetivo de esta etapa de su entrenamiento, que se manifestaba en la total prohibición de usar cualquier tipo de arma o armadura durante el combate, y la presencia de su competencia en contra de otros diecinueve jóvenes iguales a él, siendo apoyados únicamente por su general encargado si su vida estaba en riesgo. Fueron cinco, diez, quince, hasta treinta y tres veces las que estuvo cercano a la muerte al igual que ellos, pero siempre siendo rescatado por aquellos odiosos conocimientos médicos del científico, que insistía irracionalmente en impedirle la muerte, quedando únicamente él con vida de entre sus hermanos tras tantos años dentro de la guerra, siendo solo otra lección más que aquel “padre” desquiciado le propiciaba. El mismo que estaba dispuesto a fomentar su odio hasta el extremo, con su aislamiento de todo vínculo social, sus constantes torturas, su crianza incompleta; simples piezas del monstruo que buscaba crear.

Apenas se tomaba ligeros momentos para enseñarle cosas básicas, lo suficiente para hablar con dificultad o expresar ideas sueltas, pero nunca como un gesto de cariño o humildad, ya que según él, eso solo entorpecería el resultado del experimento, que continuó su proceso a lo largo de muchos más años. Años en que Brour continuo un riguroso entrenamiento que se dividía entre torturas que su padre catalogaba como “pruebas finales”, y jornadas de servicio al ejército noxiano, hasta que finalmente alcanzó su madurez física y emocional a los cuarenta años, en que sus únicos pensamientos eran sobrepasados por aquel odio que no hacía más que convertirlo en el arma predilecta, momento en que el científico determinó con emoción que el experimento había concluido y Brour estaba listo para el último paso.

Lo que desembocó en ese último día, a una hora que para Brour resultaba desconocida, en que fue llevado hasta una maquinaria que era mucho más grande que el cuarto en que se encontraba, acaparando cada esquina del mismo con sus múltiples mecanismos. En ella fue colocado contra su voluntad, como siempre ha sido desde hacía años, aunque cada ápice de su cuerpo y su instinto gritaban ante la presencia de aquel artificio, pero, aunque hubiera querido evitarlo era imposible escapar y eso él bien lo sabía. Y, aun así, independiente de su situación, en un acto de la más pura inocencia recordó con felicidad aquel que era su pueblo natal, dando este día en sí mismo como el último de su vida, hasta que una explosión de luces cubrió su figura por completo, desbordando en su cuerpo un calor que ahogaba cada parte de sí en un dolor agonizante que quebraba su mente, hasta que no pudo soportarlo y terminó inconsciente.

La reproducción celular del cuerpo de Brour se multiplicó a gran escala, lo que obligaba al cuerpo a producir una gigantesca cantidad de energía que no era capaz de reprimirse en un espacio tan limitado, obligando a su contenedor a multiplicarse hasta el gigantismo en comparación a los demás humanos, además de otorgarle una fuerza descomunal en base a su energía acumulada, además de un factor regenerativo que actuaba sobre cualquier herida en el segundo en que era realizada. O al menos esa fue lo vaga explicación que le otorgó su padre al despertar, convirtiéndolo en algo que únicamente se podría catalogar como “un guerrero inmortal” para la felicidad de Los Cuervos y el propio científico, siendo que, aunque el resultado del experimento fue más tardado ante lo esperado seguía siendo un rotundo éxito.

Sin embargo, para completar el procedimiento hizo falta un último signo de ascensión y una sorpresa de aquel que se hacía llamar su padre. El primero, siendo tomado a manos de Los Cuervos y colocado cruelmente por aquel general de oscura armadura, que cubría parcialmente sus brazos y piernas con brazales, guantes y grebas del caballero cuervo, para identificar a Brour como un miembro más de sus filas. Y el segundo a voluntad de su padre, que distorsionaba la naturaleza de sus nuevas habilidades a través de un conductor externo y su ojo derecho para enfocar ese poder descomunal, tornando su color a un amarillo ámbar que compartirían por puro placer personal, para que Brour nunca fuera capaz de olvidar a su dueño sin importar la distancia que los separara, lo que dejo una cicatriz psicológica tan profunda en Brour que sus nuevas habilidades eran incapaces de curarla, al igual que sus quemaduras corporales.

Brour era incapaz de controlar sus nuevas habilidades, pero la ira y el odio fueron suficientes para liberar el poder que ahora recorría su cuerpo con vigor, a tal velocidad que era capaz de sentir vívidamente como su cuerpo quemaba desde el interior. Y aunque esa sensación se tornaba lentamente en un infierno, sus sentidos eran incapaces de razonar en otra cosa que no fuera aprovechar la oportunidad, nublando su mente y convirtiéndose en una bestia desatada que atacó sin piedad al hombre que tanto dolor le había causado, golpeando su cuerpo con toda su fuerza hasta que entre sus manos solo quedó una masa negra que se escurría y goteaba por toda la habitación.

Poco tiempo después la masacre y el caos se desató en Noxus, iniciando por la parcial destrucción de la forja inferior y gran parte de aquel laboratorio, liberando en el proceso a muchos de aquellos experimentos que escaparon desperdigados en todas direcciones junto con él. Los gritos y los hombres armados no hacían más que disipar el poco raciocinio que le quedaba de camino a su liberación, dejando a su paso una marea de violencia y sangre que tomaba posesión de su mente, encontrándose finalmente con el último obstáculo que se impedía su escape, siendo aquel general armado con su armadura negra y su martillo.

Ahí estaba él, parado al final de ese gigantesco corredor, encarando con su pesado martillo de cuervo y su imbatible actitud dominante ante el monstruo cuyo corazón se inundaba en odio, el cual no hizo más que destrozar la armadura de ese hombre con un golpe seco que atravesó su pecho y mancho consigo todo el panorama. Quedando únicamente intacto su martillo de doble cara, que permaneció en pie apoyado sobre las manos desfallecidas de aquel inhiesto cadáver, que parecía ofrecer su arma a Brour como una de esas muchas deudas que debía saldar y como una venganza al recuerdo de su verdadero dueño.

Siendo esto lo último que se vio de este monstruo inmortal en terreno noxiano, ya que poco después desapareció oculto bajo el estruendo que provocó el impulso de uno de sus saltos, en que su figura se distanció a tal velocidad que su silueta se perdió en la mirada de los ballesteros y el propio imperio. Desde entonces, Los Cuervos no han hecho más que ir tras su rastro bajo la palabra de su alianza con el científico Wigginds Demore, por recuperar el resultado de sus años de trabajo y propiedad del imperio noxiano, y por venganza ante la muerte de uno de sus hermanos, siendo esta la máxima pena a castigar para los suyos.

-BROUR DIVINO

Aunque fuera artificialmente, un joven de desconocida procedencia vio la iluminación absoluta al ser otorgado contra su voluntad de una fuerza inigualable, que al ser dominada abrió su camino hacia la divinidad. Esto templo su mente, su cuerpo y su espíritu a niveles que un mortal no podía alcanzar, rivalizando su poder y su voluntad con seres de increíble poder místico, que han sido venerados durante tantos años por jóvenes que siguen el ejemplo de Brour.

-BROUR PIEDRA DE SANGRE

Tras tantos experimentos el resultado fue un completo fracaso que absorbió la mente del sujeto dentro de sí, mezclándolo con la fuente de energía que buscaba adaptarse a su cuerpo, en aquellas piedras que gran energía contenida color rojo sangre. Lo que provocó el surgimiento de la peor pesadilla de aquellos que se atrevieron a jugar con lo indebido, dando origen a un monstruo humano con incrustaciones artificiales de aquel poderoso mineral, que no hacía más que demostrar su enorme poder en ráfagas de energía y fuerza desmedida, que termino por consumir todo a su paso.

-BROUR BIO-FORJADO

Brour es un joven del bajo mundo, que, tras ser adoptado y torturado por una serie de científicos provenientes de grandes empresas criminales, terminaron por convertirlo en un sujeto de prueba perfecto para el traje de potenciamiento corporal más avanzado del mercado, que hace maravillas en el campo de la tecnología de aumento químico. Tras tanto trabajo y múltiples pruebas de todo tipo, fue utilizado como mercenario durante gran parte de su vida hasta que se rebeló contra sus creadores y les dio muerte, perdiendo todo rastro de su humanidad y su existencia a los ojos de la sociedad.

-Darius & Draven

Pese a las complicaciones vividas por Brour una vez llegado a las calles bajas, y más aún una vez confinado al cuidado del científico en “La forja inferior”, para él se le hacía llamativo el estilo de vida noxiano. Esta esperanza no tardó en desvanecerse a manos de sus cuidadores, estipulando principalmente la regla de aislarlo de toda compañía social una vez admitido en la armada noxiana. Sin embargo, él tenía la extraña oportunidad de hablar ligeramente con un joven Darius y su hermano Draven en las barracas, que para aquel entonces no habían llegado a su actual reconocimiento en la capital, siendo la impetuosidad y determinación de estos dos hermanos el único apoyo que necesitó para nunca olvidar su origen, ni mucho menos abandonar la esperanza de un futuro mejor, enseñanzas que Brour atesoraría para jamás rendirse en su deseo de libertad.

-Taliyah & Garning

Ya sea por instinto o casualidad, estas jóvenes se acercaron a Brour como si lo conocieran de otros lares, e incluso se encomendaron en acompañarlo al verlo tan perdido en uno de los distritos comerciales de Shurima, siendo este uno de los lugares más peligrosos para estar sin saber lo que buscar. Desde ese momento, y aunque Brour no suele ser muy conversador, se han hecho buenos amigos de camino a lo desconocido entre las dunas de Shurima y los peligros que en ellas aguarda, lo que ha unido sus metas al ellas busca cambiar el rumbo de sus tierras y Brour buscar un nuevo comienzo lejos de los dominios noxianos, aunque necesite pelear por él.

-Wigginds Demore

El desprestigiado científico W.D está obsesionado con Brour y “sus hermanos”, no solo como resultados fallidos o exitosos de sus múltiples y trastornados experimentos, sino como un vínculo irrompible que une a su creador con sus hijos. Él es la oscuridad en la mente de todo aquel que tuvo la desgracia de caer en su camino, y ahora lo persigue en sus pesadillas, con ese cuerpo deforme y destruido, y con esa locura enfermiza que no descansará hasta tener en su completo control todo el poder, reconocimiento y control que tanto desea.

-Dolkrabe

El líder de la organización del caballero cuervo no ha perdido tiempo en encontrarse mano a mano con Brour, y más impresionante que esto es que ha logrado sobrevivir a un combate cercano contra él. Este hombre no parece atado a ningún límite mortal, y peor que eso, no parece dejar de saber exactamente cada paso que da su objetivo desde que abandonó Noxus. Brour no le teme a nada, pero comienza a sentirse abrumado por el enorme dominio de tan peligrosos individuos en tierras Noxianas, por no mencionar su inasequible actitud sectaria.

-Swain & Leblanc

Aunque nunca llegó a conocerlos, recuerda que son los pocos nombres que los cuervos repetían constantemente sin necesidad de tanto secretismo, y siempre venían acompañados de una ceremoniosa risa de orgullo y una amenaza oportunista hacia su “padre”, el científico Wigginds, especialmente confiado en sus resultados al punto en que alardeaba de su creación a costas de su presencia. Esto empeoro en desmedida tras la caída de Boram Darkwill, siendo que el científico apresuró el proceso de sus experimentos, torturando con mayor frecuencia a Brour y a sus llamados “hermanos”, y siendo este el momento en que se inició la fase final del procedimiento.

-Samira

Es curioso, e incluso gracioso pensar que la primera vez que Brour conoció a Samira fue por una bala que voló veloz justo frente al siguiente paso de su objetivo, siendo que Brour reaccionó al instante para esquivar aquel proyecto apuntado a su cráneo. Luego de esto, una pelea sin par dio lugar y ambos se perdieron el uno al otro en una tormenta de arena que inició un golpe de Brour. Y aun así, él sabía perfectamente que se volverían a ver, y que ella no sería la única mercenaria que mandarían tras su pista, por lo que Brour vaga con cuidado por los desiertos.

-Campeones de Noxus

Desde muy joven, Brour no es una persona inocente y sabe bien cuándo debes detenerte y porqué deberías conocer los límites… Noxus supo cuando los límites estaban por ser cruzados, y no les importo. Por ello él entiende que por mejores que sean las intenciones noxianas, y prometedor que pueda ser su estilo de vida, siempre habrá un aire corrompido por el libre uso de cualquier medio necesario para obtener lo que quieres. Eso es lo único que aprendió de su “padre” y sus “hermanos”.

Vida (+60 por nivel)
745

Regeneración de vida (+0,5 por nivel)
6

Energía (+0 por nivel)
600

Regeneración de energía (+0 por nivel)
50

Armadura (+1,5 por nivel)
42

Rango de ataque
125

Resistencia mágica (+0,7 por nivel)
26

Probabilidad de daño critico
0%

Velocidad de movimiento
340

Velocidad de ataque (+1% por nivel)
0,675

Daño de ataque (+3,5 por nivel)
70

Poder de habilidad (+4 por nivel)
12

Pasiva (P) = Energía acumulada

El pesado entrenamiento de Brour lo prepara para los combates duros y extensos, forzándolo a aguantar al castigo que recibe en batalla al permanecer 3 segundos dentro de combate, tras los cuales su cuerpo comienza a acumular energía adicional dentro de sí. Esto provoca que al descender desde el 75% hasta el 25% de su vida máxima dentro de combate, Brour comience a mitigar un porcentaje del daño total recibido que escala desde el 5% hasta 15% de daño total ignorado hasta permanecer 3 segundos fuera de combate.

Enfriamiento: 60 segundos tras salir de combate.

Q = Aproximación destructiva / Golpe devastador

Aproximación destructiva = Dejando escapar parte de su furia, Brour alza su mano y golpea con todas sus fuerzas el suelo que se encuentra frente a él, creando una onda expansiva cónica de 750 unidades de largo y un ángulo de 60 grados, que levanta progresivamente 3 enormes placas de terreno en una dirección arqueada, avanzando desde la más pequeña hasta la más grande. Al impactar a uno o varios objetivos (campeones enemigos, súbditos enemigos o monstruos neutrales) aplicara sobre ellos un efecto de levantamiento de 1,5 segundos, que los empujara hacia la placa más pequeña frente a Brour y dejara sobre ellos un estado de debilidad, que reduce sus resistencias físicas (armaduras) igual a (20/40/60% según el impacto de la placa inicial, intermedia o final) divido entre la cantidad de campeones enemigos alcanzados durante 1/1,5/2/2,5/3/3,5 segundos. Además, una vez completado el levantamiento la habilidad cambia a “Golpe devastador”.

Golpe devastador = Al obtener la apertura perfecta se desata una furia interna que permanece dormida, que despierta al Brour ser superado por sus instintos de combate, obligándolo a realizar un puñetazo cargado que inflige (40/60/80/100/120/140 de daño base) + (60% de tu daño de ataque) como daño físico a todos los objetivos impactados en una pequeña área cónica de 250 unidades de largo y un ángulo de 60 grados.

Enfriamiento: 20/18/16/14/12/10 segundos.

Gasto: 70 de energía para ambas activaciones.

Alcance: “Aproximación destructiva” posee 750 unidades de alcance. Dividido en 3 áreas: La primera inicia en 0 hasta las 250 unidades, la segunda continua desde 250 hasta 500 unidades, y la tercera finaliza desde 500 hasta 750 unidades. Y “Golpe devastador” posee 250 unidades de alcance.

Ángulo: 60° grados para ambas activaciones.

W = Espíritu indomable

Brour lleva en su corazón una fuerza mayor a la de su cuerpo, provocando que su determinación decida el poder y el aguante que lleva al campo de batalla, utilizando al máximo los dones que se le han impartido.

Pasiva = Tras su entrenamiento, el cuerpo de Brour lo obliga a liberar su poder en el fulgor de la batalla, especialmente al encontrarse con un enemigo capaz de lastimarlo. Lo que provoca que al descender del 50% de su vida máxima Brour aumente su fuerza, velocidad y resistencia generando una reserva de 5 de daño de ataque (hasta un límite de 75/150/225) y 33 vida máxima (hasta un límite de 500/1000/1500) por ataque básico, a la vez que reduce el enfriamiento de todas sus habilidades (a excepción de su habilidad definitiva) en 0,5 segundos por ataque básico.

Activa = Al permanecer dentro de combate durante 7 segundos se desbloquea la activa de “Espíritu indomable”, que le permite a Brour liberar su verdadera fuerza al chocar sus puños entre sí, creando una ráfaga de energía que recorre su cuerpo y lo convierte en un gigante (aumentando su tamaño en el juego) hasta que permanezca 3 segundos fuera de combate. Al encontrarse en esta forma Brour obtendrá una serie de bonificaciones especiales:

-Genera 25 de energía por segundo.

-Aumenta el alcance de sus habilidades en 100 unidades.

-Las placas de “Aproximación destructiva”, las rocas de “Contusión sísmica y Fragmentador sísmico” y la zona agrietada de “Desastre tectónico” generan una pequeña explosión al impacto, infligiendo (20/40/60 de daño base) + (40% de tu daño de ataque) como daño físico.

-Obtiene 45% de tenacidad y 30% de velocidad de movimiento adicional.

-Utiliza las reservas acumuladas por la pasiva de “Espíritu indomable”, obteniendo el daño de ataque adicional y la vida máxima adicional como curación o como un escudo de vida sobrante (La reserva de daño de ataque y vida máxima regresaran a 0 al terminar la habilidad).

-Activa “Corazón feroz del coloso”.

Corazón feroz del coloso = La energía que emana el cuerpo de Brour quema con fuerza sus adentros y obliga a su furia a despertar, lo que rodea sus alrededores con una potente aura que posee un área de 250/300/350 unidades alrededor de él, infligiendo (25/50/75 de daño base) + (120% de tu daño de ataque) como daño físico a todos los objetivos alcanzados, y restaurando parte de tu vida igual a (40% del daño total infligido) + (2/4/6% de tu vida faltante) como vida máxima, a la vez que reduce las resistencias físicas (armaduras) de los impactados en un 2% acumulable por segundo (Hasta un límite de 15%).

Enfriamiento: 85/65/45 segundos tras cancelar la habilidad, salir de combate o agotar la energía.

Área de efecto: Corazón feroz del coloso posee un radio de 250/300/350 unidades alrededor de Brour.

E = Contusión sísmica / Fragmentador sísmico

Contusión sísmica = Con su imponente fuerza Brour toma parte del terreno y lo convierte en un proyectil rocoso mediano que atraviesa unidades enemigas (súbditos), para ser capaz de cargar su energía para aumentar el rango del proyectil desde 600 hasta 800 unidades y luego arrojarlo en una dirección. Si el proyectil impacta a un campeón enemigo le inflige (25/35/45/55/65/75 de daño base) + (60% de tu daño de ataque) como daño físico, a la vez que aplica sobre él un efecto de ralentización de 60% durante 2 segundos. Además, una vez arrojado el primer proyectil la habilidad cambia a “Fragmentador sísmico”.

Fragmentador sísmico = Con una furia desmedida Brour se prepara para terminar su labor con un segundo proyectil de mayor tamaño que atraviesa unidades enemigas (súbditos), arrojándolo a una distancia límite de 450 unidades. Sin embargo, de ser impactado un campeón enemigo bajo la influencia de cualquier control de masas se le inflige (100/150/200/250/300/350 de daño base) + (120% de tu daño de ataque) como daño físico, además de ser liberado del control de masas a cambio de recibir una ralentización compartida de 30% entre él y los campeones enemigos cercanos en un área de 600 unidades a su alrededor durante 4 segundos.

Enfriamiento: 30/27/24/21/18/15 segundos.

Gasto: 50 de energía para ambas activaciones.

Alcance: Contusión sísmica posee un alcance que va desde 600 hasta 800 unidades. Y fragmentador sísmico posee un alcance de 450 unidades.

Área de efecto: Fragmentador sísmico posee un radio de 600 unidades alrededor del impacto.

Ancho: Contusión sísmica posee 100 unidades. Y fragmentador sísmico posee 150 unidades.

Velocidad: Contusión sísmica posee 1500 unidades. Y fragmentador sísmico posee 1000 unidades.

R = Desastre tectónico

Brour deja que su furia lidere sus acciones, lo que lo obliga a destrozar con todas sus fuerzas a uno de sus enemigos. Esto le permite realizar un desplazamiento corto de 500 unidades en una dirección para agarrar a un objetivo, que, al impactar con un campeón enemigo durante su trayecto, aplicará sobre él una supresión corta para arrastrarlo consigo a los cielos a lo largo de 0,5 segundos, donde Brour adquirirá un periodo de 2 segundos para mover ligeramente la zona de impacto en un área de 1000 unidades alrededor del punto de agarre. Al finalizar ese tiempo Brour lanzará con todas sus fuerzas al campeón enemigo seleccionado, que al chocar contra el suelo permanecerá aturdido e inmune a otras fuentes de daño ajenas a Brour (Hasta que termine la habilidad), a la vez que provoca una zona de terreno agrietada en un área de 1000 unidades alrededor de él, aplicando una ralentización de 45% a todos los objetivos alcanzados y una reducción del 80/90/100% de sus resistencias físicas (armadura) que se dividirá entre la cantidad de campeones enemigos alcanzados durante 4 segundos. Finalmente, Brour descenderá de los cielos a lo largo de 0,5 segundos con un pisotón devastador que inflige (500/550/600 de daño base) + (80% de tu daño de ataque) como daño físico al campeón objetivo, y aplicará un levantamiento de 2 segundos a todos los campeones enemigos alcanzados por el impacto.

Enfriamiento: 80 segundos.

Gasto: 175 de energía.

Alcance: El deslizamiento posee 500 unidades.

Área de efecto: La zona agrieta (cráter) posee un radio de 1000 unidades alrededor del impacto.