El objetivo de una sanción no es otro que vetar a una persona de determinada actividad de la cual se ha saltado sus reglas para que aprenda de su error, se reforme y eventualmente pueda volver a ejercerla si así lo desea sabiendo lo que puede o no puede hacer. Existen casos en los que las personas aprenden de ello y otros casos en los que no, pero la finalidad no difiere entre ellos. Si la persona aprende, bien, y si no lo hace, ahí se queda tanto como se quiera, que no le quita el sueño a nadie mantenerla en el pozo.
Teniendo esto en cuenta, si Jensen recibió un castigo por determinada actividad ilegal, se le sanciona por ello y cumple su tiempo de condena aprendiendo a comportarse y a no reincidir, tiene todo el sentido que finalmente se le levante el veto. Al final, si has aprendido la lección, te arrepientes, te comprometes a no volver a cagarla, ¿no es recompensa suficiente tanto para el jugador como para la compañía y una clara victoria en su proceder con este tipo de casos?
Un jugador detestable se convierte en un jugador de talla mundial. El camino del éxito de Jensen por su cambio, y el camino del éxito de Riot por saber cómo propiciarlo.