¡Buenas a todos!
En mascotas es la primera vez que escribo a pesar del tiempo que llevo en el foro. Os traigo a Ordoño y a Rigodón para contaros un poco sobre su proceso de adaptación y en qué me podéis ayudar a mejorar. Fotos de los susodichos:
Como podéis ver son dos gatitos Maine Coon de 13 meses cada uno (11-3-19), y acaban de llegar a casa por distintos azares de la vida. Llevábamos tiempo comentando la posibilidad de adoptar un gato cuando un día nos encontramos por la calle a la veterinaria que solía tratar al perro de mi chica, y esta nos comentó que uno de los criadores que llevaba allí a sus gatos había tenido un accidente gravísimo y se veía obligado a dejar la cría, y estaba buscando gente de confianza o que viniera recomendada, para bien, regalarle alguno o dejárselo a un precio muy reducido.
El caso es que así llegó a casa Ordoño el 23 de febrero, en muy buen estado de salud aunque con el manto en un estado bastante malo, a raíz de que ya no podían atender a los gatos en condiciones. El proceso de adaptación ha sido bastante rápido y es un gatete de lo más activo, cariñoso y curioso.
Como mantenemos contacto con los chicos que nos lo facilitaron (suelo mandarles fotos, vídeos, cosas curiosas que hacen), nos comentan que uno de los gatos de esa misma camada, que habían entregado a una familia con dos niños, se lo han devuelto por que no se adaptaba bien, y que si queríamos, nos lo regalaban viendo lo bien que cuidábamos a Ordoño. La criadora nos comenta que era el gato más cariñoso que tenían, y que desde que ha vuelto no es el mismo.
Así el día 23 de marzo llega a casa Rigodón, este sí, en un estado bastante peor. Mucho más miedo, desconfianza, uñas larguísimas y manto estropeado. El caso es que creemos que de inadaptación nada, si no de que o bien le atizaban, o le tiraban cosas o nadie le explicó a los niños cómo tratar a un gato nuevo.
La cuestión es que, aunque parece que va estando más cómodo en casa, sospechamos de algún tipo de maltrato porque tiene una fobia tremenda en cuanto te acercas con un objeto en la mano, cualquiera y huye despavorido. De la misma forma tiene un miedo terrible a que te acerques a cogerlo (que puede simplemente no gustarle, pero la reacción nos parece exagerada). Y, al baño en el que tenemos la bañera no entra jamás de los jamases, mientras que su hermano cada poco pide beber del bidé.
Poco a poco, sale, se relaciona con nosotros y de vez en cuando pide mimos. Le dimos un par de semanas de margen para cortarle las uñas dejándole en paz, pero finalmente tuvimos que llevarle al veterinario a que se lo hicieran, porque la fobia era tremenda y tiene bastante fuerza.
Aparte de dejarle a su aire, mimarle cuando así lo pida, y, evidentemente seguir con el buen trato que llevamos con su hermano. ¿Algún consejo para hacer que estas fobias que tiene vayan mermando?
Edit: Hostia, tochopost.
RPV: Nos traemos dos gatos de la misma camada con un mes de diferencia, estando el segundo en una casa intermedia donde sospechamos que se le maltrató y ahora viene con algunas fobias. ¿Consejos?
