Antes de comenzar este hilo quiero dejar claro que estos ejercicios han de hacerse en lugares residenciales muy seguros y que, en ningún caso, hay que exponer al cachorro a los peligros de la vía pública.
Dicho esto, mi opinión personal es que es importante que el perro nos respete también cuando se sienta libre físicamente. De esta forma tendremos un perro equilibrado en todas las situaciones, con el que poder hacer excursiones por la montaña o controlarlo si se queda suelto por algún motivo.
En esta ocasión vuelvo a utilizar mi Akita Inu de 3 meses recién cumplidos y que, debido a una pequeña neumonía, lleva tan solo 4 días saliendo a la calle. Cabe decir que los akita son bastante independientes y poco sumisos, así que en este caso pretendemos que se comporte más como perro que como Akita.
Antes de empezar
Comportamiento básico: El cachorro debería estar familiarizado con las normas de conducta y órdenes básicas que describo en el primer capítulo, en este hilo:
Escogiendo parque: En mi caso, escogí un parque con varios perros. La prioridad es que la mayoría de ellos fueran equilibrados y, para eso, a veces solo basta con conocer a los dueños. Hay que aclarar que experiencia no significa seguridad. Muchos dueños primerizos controlan con total seguridad a sus perros.
Escogiendo amigos: Elegí dos perros para introducirlo en la manada parquil. Por una parte Bimba, un Golden blanco de 11 meses con una inmejorable relación con los cachorros y que, pese a su corta edad, tiene dotes de madraza. Por otra, Ula, un cachorro de Labrador juguetón y bastante bien educado.
Cuando todavía no puede bajar: Desde bien pronto bajaba cada 3 días al parque con el perro en brazos. Mi intención era que se familiarizase con olores, sonidos y movimientos, tanto de humanos como de perros. También es bueno para que no coja miedo a otros sonidos de coches, niños, etc.. De esta forma conseguimos un perro sociable con perros y humanos desde el primer momento.
Caminando con el cachorro
Mi apoyo para el adiestramiento es un palo no demasiado largo. Con el brazo caído, el palo me llega por el tobillo. El objetivo del palo es acceder a la visión del cachorro sin necesidad de agacharme y muchos otros usos que vamos a ir desvelando.
Atención completa: Aparte de las normas básicas, necesitamos que nuestro cachorro esté pendiente de nuestros movimientos y órdenes. Es importante que si nuestro cachorro huele todo y tiene constantemente la cabeza pegada al suelo, rectifiquemos primero esa conducta con correa, manteniendo su cabeza en alto durante el paseo.
Toques con el palo: Lo primero es trabajar con perro y palo para conseguir que el cachorro responda a los movimientos del mismo y, sobre todo, captar su atención. El roce físico nos sirve de apoyo en el ejercicio. En este caso lo utilizo de refuerzo para la orden 'quieto'.
Marcando el paso: En este caso tiene doble uso. Por una parte conseguimos que el cachorro, que todavía no tiene todos sus sentidos desarrollados, sepa nuestra posición y nuestro ritmo en todo momento. Además, con el palo consigo que el cachorro camine por la parte segura de la acera. En este caso lo utilizamos como refuerzo de la orden 'vamos'.
Siguiéndonos en el parque: El cachorro aprenderá rápido la orden vamos y el refuerzo del sonido del palo debería atraerlo para emprender la marcha, por encima de distracciones de perros, palomas y niños perseguidores de peluches -véase video-:
Saliendo del parque: Seguimos con el palo como refuerzo para orientar los movimientos del cachorro. La orden 'vamos' la utilizamos al inicio o cuando el cachorro se pare. Aquí podemos ver como nos sigue por el lado correcto, incluso doblando esquinas:
Caminando a nuestro lado: En este caso vamos a continuar con el palo para reforzar al orden 'aquí', que yo utilizo para que camine a mi lado. La orden 'junto' es muy utilizada en este caso.
Cuando ya conseguimos que nuestro cachorro nos siga de forma efectiva, pasamos de golpear la pared a golpear nuestra pierna para que el cachorro se ponga a nuestra altura. Después evitar y corregir con el palo que el cachorro nos adelante. Para ello basta con mantener el palo delante de su hocico, reforzando con la orden 'aquí' o 'quieto'.
Cruzando la calle: Para realizar este ejercicio hay que contar con mucha seguridad y saber que nuestro cachorro responde bien a las órdenes 'quieto' o 'sit'. Se trata de conseguir que el cachorro se pare y se siente junto a nosotros hasta nueva orden. Para ello, podemos reforzar, una vez más, con nuestro palo, aunque si el perro responde bien a las órdenes no debería de hacer falta.
En el caso de que no consigamos que el cachorro se siente porque no nos encontramos frente a él, presionamos suavemente su parte trasera.