Por A o por B me toca hacerme cargo de un perro durante unos días. Es un perro-patada, macho, no castrado, que tendrá unos 10 años. Es un perro tranquilo y relativamente cariñoso, que duerme en un piso y sale al exterior por lo menos 2 veces al día.
El problema está cuando le pones la correa y lo sacas a pasear (nunca sale sin correa así que no sé cómo se podría comportar): está estirando todo el tiempo para poder oler zonas de meados de otros perros hasta el punto de que notas como se está ahogando de la presión que el bicho ejerce contra el collar y la correa. El muy cabrón se medio levanta para poder estirar lo máximo y notas cómo va soltando gemiditos de que le cuesta respirar (si no cedes al final tiene que parar para respirar). Además, muchas veces ves como echa el cuerpo hacia un lado y las patas hacia el otro para poder apalancarse y estirar hacia donde quiere ir, lo cual es un espectáculo porque literalmente tienes que arrastrar al perro por el suelo para que te haga caso. El bicho quiere ir a un sitio concreto y si no le dejas estirará y estirará hasta que se le corte la respiración o cedas y vaya.
Cuando quiero que vaya sí o sí por donde yo le marco tengo que pegarle tirones fuertes y secos... pero ni con esas. Si quiere oler alguna esquina estirará todo el rato hasta que casi casi te lo lleves arrastras del sitio. Y no me parece ni normal ni sano tener que pasear un perro a golpes y trompicones. Esto también lo hace con el dueño, igual; no hay diferencias en este sentido. Sí, lo sé, con la edad del perrete ya seguro que mala solución... pero por preguntar no se pierde nada.
¿Qué hago?