#5 Hombre esperemos que no sea PIF, el coronavirus tiene un % reducido de probabilidades de mutar al PIF, pero no tiene por qué serlo te cuento mi caso para que veas que hasta que no tengáis los resultados de todo no hay que adelantar nada.
Una de mis gatas es recogida de la calle, cuando llegó a casa tenía rinotraqueitis y estaba infestada de piojos de las gallinas y garrapatas, después de un duro periodo de curación de la rino y una correcta desparasitación parecía que todo iba bien.
Pero no, aunque los análisis eran normales tuvieron que pasar 6-7 meses hasta que los síntomas fueron a más, ella siempre había sido muy delgada, con el pelo feo, nunca había maullado y nunca había tenido el celo (no la castré hasta los 7 meses más o menos), y comía muy poco, así que la llevé al veterinario.
Tenía síntomas muy muy dispares, ictericia, glóbulos blancos por los suelos, algo de fiebre, no se podía determinar si tenía o no infección, y así una ristra de cosas más, me dieron varios tratamientos que duraron un mes, y una de las posibilidades es que fuese PIF por como estaba cursando la enfermedad, pero claro, requería tiempo, recuerdo que el veterinario me dijo ''si se le hincha la barriga tráemela de urgencia que es el siguiente síntoma del PIF'', el PIF puede diagnosticarse con una prueba de laboratorio si la muestra se recoge durante los síntomas, así que se la hicimos, aunque no es una prueba concluyente, ya que el ratio de acierto no es del 90% siquiera, pero tardaría unas semanas, así que yo estaba de los nervios.
Un día al levantarme me encontré a la gata con el estómago súper hinchado y yo estaba acojonada, claro una gata que apenas llegaba a los 2Kg. ahora estaba con barriga de preñada y yo pensando ''el PIF'', la llevé de urgencias al veterinario, no estaba el veterinario que me atendía (era un hospital) estaban sus compañeros, y cuando vieron la ficha antes de hacerle una radiografía me dijeron ''tiene toda la pinta de PIF pero vamos a ver'', yo con el alma por los suelos esperé y aquí viene lo sorprendente, cuando vi las caras de los veterinarios al ver la radio dije ''algo no me cuadra'' y entonces giraron el monitor y me la enseñaron.
Tenía toooooodo el estómago lleno de comida, se había pegado el atracón de su vida, lo suyo, lo de su hermana y encima el cuenco de agua entero (yo no le presté atención a la comida porque la otra solía pimplarse la de las dos cuando nos íbamos a dormir) y aquello había hecho ''chocapick!'' en su estómago.
A partir de ahí la gata fue mejorando, empezó a ganar peso, el pelo empezó a mejorarle, empezó a ''maullar'' (porque las cuerdas vocales se le quedaron tocadas de la rino) y entonces supe que estaba bien cuando empezó a tener su primer celo, las analíticas se normalizaron y la prueba del PIF dio negativa.
Así hasta ahora, que tiene ya 5 años, pesa 4,5Kg., y menos mal que no la castré antes, ya que de haberlo hecho hubiera muerto en quirófano, cosas de la vida, al final el vete determinó que la causa más probable es que hubiese sido hemobartonella de las garrapatas, y esto le provocó todo ese sin fin de síntomas.
Así que hasta que no sepáis todo bien no adelantéis acontecimientos que las cosas raras suceden.