En el MO en mis inicios como buen pordiosero iba yo en harapos a intentar domesticar una montura, un burro para mas seńas mi nivel no daba para mas.
Estaba el noble rocín a las afueras de méduli, ciudad que consideraba mi hogar por aquel entonces y que era propiedad de un notas bastante megalómano, el cual me llego a desterrar por cierto, aunque esa es otra historia.
Mi futura montura andaba mezclado entre corceles de de lo que parecia alta cuna y yo pues al lio intentando que el bicho me hiciera un poco de caso, cuando de repente apareció cabalgando un tipo ataviado con su armadura completa, un buen acero y un seńor arco.
El tipo en cuestion se ve que practicaba el deporte de moda en el reino, cazar a pordioseros como yo, tensó su arco y yo ya me esperaba lo peor porque la vida en MO es muy perra, pero de vez en cuando el diablo se pone a tu favor.
El tipo falló el disparo dandole al jamelgo que habia a mi lado, para mi sorpresa el jamelgo no se amedrento y se lio a tortazos con el caballero, pero eso no fue lo mejor seńores, de un mamporrazo el tipo fue al suelo quedando el imponente caballero frito en el firme dispuesto a criar malvas.
Y como mi padre me enseńo, uno debe de ser agradecido con lo que le da la tierra, despoje el cadáver de tan buen seńor y no vi la hora de llegar a salvo a méduli pues habia un buen trecho a pata y encima con tanta carga, porque el tipo portaba una fortuna de un príncipe encima, fruto sin duda de haber dado caza a mas de un desgraciado con menos fortuna que yo.