Puede parecer un simple Abarth 500, pero es algo más siniestro. Es una preparación de Lucarelli-Monza, que ha aligerado al chiquitín y le ha dado una dieta de anabolizantes bestial. Ahora tiene un motor central, propulsión trasera y 230 jacos de potencia.
No, no le han puesto un V6, sino que han trabajado en el motor 1.4 Turbo original. Le han puesto inyectores de alto flujo, un turbocompresor Garrett más grande, escapes deportivos y modificaciones menores. El eje trasero cuenta con un diferencial de deslizamiento limitado para digerir sus 330 Nm de par máximo.
Pesa solo 1.050 kilos, puede coger los 100 km/h en 4,7 segundos y tocar los 240 km/h de punta. La criatura se llama 500 Abarth Motore Centrale R230. Solo tiene dos asientos, de tipo báquet, los traseros se han retirado por razones más que obvias. También tiene modificaciones en la suspensión y en los frenos.
Sus zapatitos 205/40 recubren unas llanta de 17 pulgadas, que alojan discos de freno de 335 mm delante y 305 mm detrás. Para que el motor respire mejor (o respire a secas), le han hecho una branquia lateral en la izquierda. El interior está guarnecido en un cuero de dos tonos, negro y naranja.
Este preparador trabaja en una versión que también será homologable para carretera, denominado R280 Track. Amenazan con reducir 100 kg el peso, ganar hasta 280 CV y bajar en un segundo la aceleración. La velocidad máxima estará en torno a los 260 km/h. Es un pelotilla al que hay que tener auténtico miedo.
¿Consumos? No dicen nada, fijo que más, pero llama la atención lo que se puede exprimir el 1.4 de Fiat sin que reviente. Os dejo con unas imágenes rodadas en una popular ciudad europea muy ligada al automovilismo. Quien no sepa de cuál estoy hablando, merece ser atropellado por este spaghetti picante.
Fuente: Motorpasión
Vaya hostia tiene la pelotilla esta... Ese 1.4 parece que no tiene techo.