Pekín, 11 sep (EFE).- El piloto español Oriol Servià lo tiene claro: el primer campeonato mundial de Fórmula E, que se estrena este sábado en Pekín con la primera carrera en circuito urbano, lo ganarán el corredor y el equipo que tengan "la mejor táctica".
"Correr con uno de estos coches eléctricos es como jugar al ajedrez. Todo se trata de manejar la energía que tienes, es muy divertido", asegura en una entrevista con Efe el veterano piloto catalán, que ha desarrollado la mayoría de su carrera en competiciones estadounidenses como la extinta Champ Car World Series y posteriormente la IndyCar.
A dos días de que arranque el nuevo campeonato, Servià se presenta en Pekín con muchas ganas e ilusión por ser uno de los veinte pilotos que participarán en la primera carrera de la historia de Fórmula E, la nueva apuesta de la FIA para captar a un público joven y ecologista, y en la que quiere salir triunfante.
La mayoría de los pilotos son inexpertos en carreras con coches eléctricos, y la primera máxima para ganar será, en opinión de Servià, olvidar las principales reglas en otras carreras, como "frenar tarde y acelerar pronto".
"Tienes que cambiar el chip. El motor del coche funciona como un cepillo de dientes eléctrico o un taladro, a la que le das, aceleras de forma instantánea. A más potencia, corres más pero usas muchísima energía por lo que no puedes hacer una carrera a máxima potencia, tienes que ir escogiendo vueltas", explica.
"De ahí que la táctica, la mente estratega, vaya a ser la clave para ganar", sentencia.
Para Servià, lo más interesante de correr con uno de estos automóviles son las cosas que se pueden modificar desde dentro del coche. "Lo que mucha gente no sabe es que, aparte de utilizar energía, este tipo de coches van regenerando energía tanto cuando aceleras como cuando frenas".
El piloto, de 40 años, explica que en el coche tiene una serie de herramientas, como una paleta con seis posiciones de potencia diferentes -además de las habituales dos paletas de marchas- o los mapas de uso de energía, con los que puede hacer "mil combinaciones para usar y regenerar energía dependiendo del momento de la carrera que estés".
Es en las rectas en las que los conductores deberán medir este tipo de variantes, uno de las diferencias fundamentales que tiene la Fórmula E con las competiciones conocidas hasta ahora.
"En otras competiciones, las rectas son muy cortas, pero aquí son más largas. De repente, te ves a ti mismo mirando la energía que has usado, la que estás regenerando, tocando todas las paletas y pensando 'ahora qué'. Me siento como un piloto de aerolínea", ríe Servià.
Otro aspecto que impactará al público en estas carreras serán las paradas en boxes, en las que ahora, en lugar de cambiar de neumáticos o chequear aspectos técnicos del monoplaza, los pilotos tendrán que "saltar" de un coche a otro con la batería llena.
"No lo hemos practicado todas las veces que deberíamos", reconoce Servià, y cuenta que la FIA ha establecido un mínimo de 45 segundos para realizar este cambio para obligar a los equipos a que abrochen a sus corredores.
"El tiempo va justito. Entre el cinturón, que es de ocho puntos, y los cables... Las primeras veces, me quitaba este arnés y notaba como una fuerza me empujaba de nuevo adentro: el cable de la radio", cuenta Servià entre risas, y asegura que estas paradas darán mucho juego para el público.
A pesar de que aún no han arrancado, Servía considera que este tipo de carreras son el futuro, de ahí su implicación en la Fórmula E, en la que vuelve al volante con Dragon Racing, un equipo del que además es socio junto al mediático Jay Penske.
"En 3 ó 5 años, estos coches serán los más rápidos del mundo", sentencia.
Alguna cosita interesante y alguna ida de olla como la última frase xD