#6 Te puedo decir lo que yo hice.
Aprendí por mi cuenta. Decidí que quería aprender a tocar el piano a raiz de escuchar un tema orquestal de Final Fantasy, y desde entonces no paré hasta conseguirlo. (aunque no le echo las horas que debería, la verdad).
Primero me compré un Yamaha PSR E313, de 5 octavas. Y me sirvió durante unos meses, supongo que para saber si iba a ir a más, o si era algo pasajero.
Con el aprendí a leer partituras por mi cuenta, con empeño, tesón y a base de repetir, mucho repetir.
No empecé con libros típicos de enseñanza, ni con niveles fáciles de piano. Fui directamente a aprender temas que quería aprender, de música que me gustaba, por un doble motivo: siempre he creído que empezar con algo difícil te exprime más a ti mismo, y porque si aprendes con temas que te gustan, la motivación es triple al ver que lo vas consiguiendo... Mientras que si aprendes canciones que ni te van ni te vienen, pues como que te da igual (opinión personal al menos).
Con el tiempo decidí que quería un piano. No podía permitirme un acústico (ahora me arrepiento), y fui a por uno digital, un Yamaha Clavinova CLP-370. Y te puedo decir dos cosas. Hay mucha diferencia entre un teclado de piano (contrapesado, teclas de madera-marfil) que el tacto que tienen esos órganos (no lo digo con desprecio, pero es que no hay comparación. es como tocar una cuchara de mármol y una de plástico de helados). Y ya no sólo es cuestión de tacto, sino de sonido.
Lo que va a determinar si mejoras o no, son tus ganas, y sobre todo, tu determinación: el que estés decidido a aprender.
Si quieres aprender, lo consigues, así de sencillo. Y sí, costará dominar las dos manos. Yo en principio aprendía la parte de la mano izq (porque lleva los acompañamientos y es más fácil de recordar), luego la derecha hasta saberla de memoria, y a repetir (porque al principio no sabía leer partituras, las transcribía).
Ve con pasitos, pero firmes, no le tengas miedo. Tenle, eso sí, muchas ganas.
Seguramente tenga mil vicios al haber aprendido por mi cuenta, pero no voy a presentarme a ningún certamen de música, ni tampoco voy a vivir de esto. Decidí hacerlo a mi manera porque quería tocar las cosas que yo quería, no las que se suponía que debía en base a mi nivel. Así que, si no vas a dar clases, hazte esta pregunta: ¿a qué quiero aspirar? ¿merece la pena complicarme con técnica y teoría (la teoría musical sí que te vendrá bien a la larga), cuando quizá me desesperen en vez de motivar?
Es lo que me pasaba con la física. Se empeñaban en darnos fórmulas y más fórmulas, y jamás se pararon a decirnos para qué se usaban, en qué contexto. Pues decidí aprender música sabiendo lo que quería tocar, a qué quería aspirar, y no me perdí en libros ni cursos que lo hacen rutinario.
Pero eso debes decidirlo tú. Y paro de escribir que me enrrollo demasiado xDD