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Esta noche, hace escasos minutos, estaba viendo el final de la primera temporada de la serie británica Skins, y me he llevado una grata sorpresa que me ha transportado a muchos años atrás, cuando iba sentado en la parte de atrás del "Jeep" de mi padre (una Land Cruiser de los 90), deleitado sin saberlo por la mejor música que seguramente escucharía a lo largo de mi vida. Sonaba 'Wild World' de Cat Stevens.
Y es que, desde que tengo uso de voluntad, he explorado la música, he escuchado la que yo considero la mejor, la que más me transmite, la que hace que los pelos de la nuca sufran un escalofrío, pero luego escucho cosas como ésta y vuelvo a aquel momento de plenitud de cuando era un niño y me doy cuenta de que no importa lo que haga: la tranquilidad la encuentro en la música con la que me crió mi padre.
Cat Stevens es un músico británico cuyo auge tuvo lugar entre los 60 y 80. Su madre era sueca y su padre greco-chipriota. Además, su hogar estaba abierto a amigos y familiares de diferentes culturas, y teniendo en cuenta todo esto no es de extrañar su desarrollo posterior como persona, y ayuda también a entender su filosofía.
Aunque empezó como un gran cantante pop, con un LP debut que llegó hasta el top 6, su segundo álbum no alcanzó tanto éxito. Poco después contrajo la tuberculosis, y llegó a tener una experiencia cercana a la muerte que transformaría para siempre su música y sus letras, volviéndose más introspectivo y espiritual.
Cada vez que tenía una oportunidad, Stevens tocaba en conciertos benéficos y, además, parte de las ganancias de sus álbumes (sobre todo aquella parte que dejó de pagar al fisco británico cuando se mudó a Brazil) la donaba a organizaciones sociales. De esta forma intentaba controlar sus preocupaciones existenciales.
Su hermano David, a finales de los 70, le introdujo en la lectura de El Corán. Como consecuencia, Cat Stevens se dejó de llamar Cat Stevens y se rebautizó como Yusuf Islam, al tiempo que se convertía a la religión musulmana. La industria musical y todo lo que estaba relacionado con ella no le dejaban crecer, así que dejó la música y abandonó su carrera para dedicarse por completo al estudio espiritual y, de nuevo, a la gente más necesitada. Fundó tres colegios en Reino Unido, uno de los cuales fue inaugurado por el Príncipe de Gales.
La canción que me ha motivado a escribir todo esto (la que deberíais estar escuchando):
Y una de mis favoritas:
Por cosas como ésta estoy agradecido por la educación que he tenido en el seno de mi familia, y soy consciente de la suerte que he tenido al respecto. Quizá, si no fuese por mi padre, nunca habría llegado a conocer algo tan precioso como es la música de Cat Stevens, Yusuf Islam, o como demonios se le quiera llamar, realmente no importa.
Para quien tenga curiosidad, este es Yusuf Islam, tocando 'Father and Son' también: