Buenas a todos:
mi aportación de hoy creo que se saldrá de la tónica habitual marcada en los anteriores volúmenes de Discos Pardos (aunque el volumen IX merece también ese protagonismo). Lo que os voy a exponer a continuación es una de las mayores expresiones del alma jamás concebidas con notas musicales, con melodías íntimas, sentimentales, que emanan vida y trasfondo propios. Y esa transfiguración artística se verá representada a través de sonidos de paz, que musicalmente hablando se plasman en ritmos suaves, melodías relajantes y voces susurrantes.
Pero no os quiero espantar con esta breve introducción al que hoy abandera al volumen X de la segunda edición de los Discos Pardos. Es simplemente lo que el artista tras el proyecto siente y lo que su obra evoca al oyente. Aun así, y en la totalidad de la subjetividad del gusto, su declaración armoniosa podrá ser captada de una forma u otra, ajustándose a unos gustos y resultando inviable para otros (como debe ser, que la personalidad musical propia es indispensable a la hora de valorar cualquier creación).
Señoras y señores; señoritas y caballeros, sin más dilación os presento a Schiller y su Tag und Nacht.
Schiller es el nombre artístico de Christopher von Deylen un, en principio, DJ y, luego, productor musical más general en cuanto a artes.
Christopher von Deylen nació hace 39 años en Visselhövede, una localidad que se encuentra en el estado de Baja Sajonia, Alemania. Christopher desde muy pequeño ya fue demostrando que tenía un don especial para la música. Tanto es así, que a los ocho años tocó en la fiesta de final de curso del colegio en el que estudiaba una canción de manera improvisada por medio de un xilófono, dos cubos de basura y un neumático. Sin tener a esa edad, como es lógico, nociones musicales suficientes para desenvolverse con un instrumento y, mucho menos, con cubos de basura, logró sorprender a propios y extraños por el uso tan inteligente que le dio a la percusión y por la compleja melodía que inventó in-situ y que, con el xilófono, tocó diestramente.
Sus padres, a raíz de este destello de originalidad, prefirieron no ignorar sus dotes musicales antes entrenadas en el trastero de su casa e inscribieron a Christopher en un conservatorio de la capital. Pero el que ahora es Schiller no se formaría musicalmente en un conservatorio, siendo expulsado del mismo por desoír a sus instructores y hacer lo que le daba la real gana. Christopher von Deylen se iría formando poco a poco, de manera autodidacta, en su trastero de toda la vida, sustituyendo los cubos de basura posteriormente por una batería vieja, los neumáticos por una guitarra y aparcando el xilófono por un pequeño órgano electrónico que hacía las veces de sintetizador y que sería su catapulta artística, pues con él y las melodías en éste creadas, empezó a hacer sus pinitos profesionales.
Años después ocurriría algo que le cambiaría la vida: Christopher sintió la llamada mística y, sin pensárselo dos veces, cogió sus ahorrillos y se embarcó en un viaje hacia las profundidades de Asia para reencontrarse consigo mismo. Este viaje significó mucho para él, tanto desde el punto de vista personal como artístico, pues cambió su filosofía y su manera de ver las cosas, y ello también afectó a su manera de componer: las campanas revolucionaron su ser.
Meses después volvería a su país de origen y empezó de nuevo a tocar en fiestas y convenciones, sorprendiendo al más pintado porque ya no sólo usaba el piano, órgano o la guitarra, sino también instrumentos orientales inauditos para el oído alemán y campanas. Ello hizo que su anonimato dejara de ser tal y, cuando sus composiciones ya tenían una pequeña, pero suficiente fama, consiguió que un ojeador de Universal se fijara en él y le pusiera una oferta sobre la mesa que no podía rechazar. En el boom de la música electrónica y, en especial, del Trance en Alemania, le propusieron que no derrochase su talento en conciertos de medio pelo y lo emplease a fondo en composiciones electrónicas comerciales, lo cual, si todo salía según las expectativas del sello musical, le supondrían dinero y fama a corto plazo.
Pero claro, Christopher sabía componer pero no sabía ponerse en una mesa de platos como pedía la compañía discográfica. Afortunadamente, tenía un conocido, llamado Mirko von Schlieffen, que sí sabía manejarse con la tecnología de aquel presente y podía hacer una puesta en escena con los platos apropiada, además de poder aprender bastante de y con él. La compañía discográfica aceptó encantada pues, por decirlo de alguna manera, cada uno tendría su función dentro del grupo.
Meses después ya estaban de lleno en la preparación de su primer disco. La compañía les pidió una seña de identidad como grupo, y Christopher propuso un nombre que Mirko aceptaría sin pretensiones. De esta manera, se llamarían Schiller, como el poeta y dramaturgo alemán, Johann Christoph Friedrich Schiller, al que ambos admiraban. Y si Christopher propuso fue debido simple y llanamente a que sus obras le servían como fuente de inspiración a la hora de componer. Es decir, él veía en sus composiciones la dulzura, la profundidad, el dramatismo de sus poemas.
Pero las cosas no saldrían como a Christopher le hubiera gustado. Trance implicaba un ritmo y una marcha demasiado elevada como para sentirse a gusto tocando sus composiciones, y no tuvo más remedio que adaptarse y dejarse llevar pues el contrato ya era irrevocable. Además, vio en esta nueva vertiente musical, un nuevo giro a dar en su carrera que también le aportase cosas buenas, por lo que puso sus mejores recursos y los adaptó al género.
Y casi sin darse cuenta, se encontraron con un single en la calle: Das Glockenspiel (“El juego de las campanas”), que sería la antesala al lanzamiento del primer disco del otrora dúo: Zeitgeist. (“Espíritu de la época”), todo esto a finales de 1998.
Das Glockenspiel tuvo un éxito inusitado, gracias en parte a las campanas que, sin materializarse melódicamente en formas complejas, trajo aire fresco a un género en auge y que acogía todo con los brazos abiertos. Luego llegó Liebesschmerz (“El dolor del amor”), que también hizo uso de las consabidas campanas e introdujo frases filosóficas de Schiller (el poeta). Y, meses después, Ruhe (“Paz”), un single que se alejaba de la tónica “chimpún chimpún” y jugaba con una instrumentación suave y una melodía más propia.
Y fue tan propia que con Ruhe se dio cuenta Christopher que en el Trance no estaba su sino, así que, tras colaboraciones en diversos proyectos (como Trance Allstars), a disgusto en todas, habló tanto con su compañero como con la discográfica y les dejó claro que quería desarrollar tonos más ambient, chill out, pero sin dejar a un lado la electrónica, con la que se encontraba afín. La discográfica, siendo consciente de que él era el 90% del grupo, le pidió que se pusiera de acuerdo con Mirko, su compañero, y que diera rienda suelta a su imaginación. Mirko a regañadientes aceptó, reservándose parte del pastel en el sentido de que él también quería componer sus propias canciones más marchosas y añadirlas al siguiente disco, para también buscar un equilibrio dentro del mismo para aquellos que buscasen temas Trance y aquellos que hicieran lo propio con temas más tranquilotes como Ruhe. Christopher aceptó el alegato y pronto se pusieron manos a la obra en la creación del segundo disco.
Y así fue como en 2001, Weltreise (“Viaje por el mundo”) salió a la luz, siendo un éxito de ventas considerable (mucho mayor al anterior álbum) y en el que Christopher experimentó con sus ideas al máximo, pues sentía que sus melodías debían ser cantadas para buscar la armonía total y se buscó colaboradores dentro del sello discográfico. Supondría el paso definitivo en su carrera, pues descubrió que sus melodías debían ir acompañadas por una voz, y dependiendo de cómo sonase la melodía en sí, la voz sería diferente: de mujer, de hombre, más grave, más aguda, más agresiva o más dulce. Isgaard, en Ein Schöner Tag (“Un bonito día”, remake de la ópera con el mismo nombre), Meter Heppner, en Dream of you (“Sueño contigo”) y Kim Sanders, en Dancing with the loneliness (“Bailando con la soledad”) fueron quienes pusieron voz a los tres singles del disco, de éxito dispar (Dream of you fue el más apabullante) y que terminaron de enfadar a Mirko, que visto que Christopher tenía el beneplácito de la discográfica (pues había descartado gran parte de sus canciones para el disco) y del público, decidió coger puerta y abandonar el grupo.
Christopher se había quedado solo; tendría entonces libertad total para hacer las cosas a su gusto al 100%, y la discográfica estaba encantada visto los números que Weltreise había reportado, así que éste, más corto que perezoso, siguió en esa línea tan perfecta que había encontrado y utilizó tanto composiciones de nuevo cuño como antiguas para la realización de su tercer disco, en el que también se rodearía de las voces que su música demandaba. Y así fue como Leben (“Vida”), en 2003, tomó forma y volvió a reivindicar a Schiller como uno de los artistas más en forma del panorama musical.
En Leben sus temas sufrieron un reciclaje necesario para no anclarse en la dinámica de discos anteriores y perfiló aún más su particular forma de hacer música y de hacerla sentir. Además, con este disco empezó a darle un toque diferente a sus conciertos, en los que dejaría de ser un títere frente al ordenador y aportaría TODOS los instrumentos de sus canciones para ser tocados en directo, la mayoría por él mismo.
Dos años después llegaría su obra magna, por la que sería considerado “el poeta musical”, que es la que nos acontece: Tag Und Nacht y de la que voy a hablar aparte. No sería este disco el final de su carrera pero si quiero poner un stop a su biografía aquí, porque hablar de Sehnsucht ("Deseo"), su último disco, aparecido en 2008, sin antes hablar profundamente de su maravilloso Tag Und Nacht es inútil, ya que prosigue con la esencia de este último.
“Día y Noche”. ¿Se pueden representar con melodías las partes de cada día? El amanecer, el atardecer, la noche… Pues Schiller demostró que sí, y magistralmente además. Cada tema de los 19 del disco tiene su propia vida, sus propias experiencias. Y Schiller quiso que cada uno evocara sentimientos diferentes, que cada tema fuera completamente diferente al anterior a la hora de comparar sensaciones. Y eso, además por cómo la mente reacciona a los sonidos, lo que hace a este disco tan especial. Asimismo, las colaboraciones toman más fuerza que nunca y cobran un sentido necesario a la hora de entender las canciones, pues las voces y las no-voces de los colaboradores se distinguen indispensables dentro del conjunto musical.
Y como cada canción tiene su sino, me gustaría hablar brevemente de cada una de ellas para intentar transmitiros, desde un punto de vista prácticamente en la ignorancia, lo que Schiller quería que sintiéramos con cada canción antes de que procedáis a la escucha del disco.
Enlaces directos a videoclips y directos en Youtube en los propios nombres de las canciones
Willkommen (“Bienvenidos”)
No es una canción sino una pista de bienvenida, que da las buenas noches al oyente, lo invita a cerrar los ojos, relajarse y poner el sentido del oído al servicio de Schiller, cuyo ciclo de día está a punto de comenzar. Son las 12 de la noche.Nachtflug (“Vuelo nocturno”)
Primer plato fuerte. La canción de entrada, que sirve para ir haciendo cuerpo. Una melodía suave, gélida; una voz anónima distante y un ritmo en batería que sirve para mantenernos despiertos, pues no deja de ser la 1 a.m. A su vez, es una representación de un viaje por los pueblos perdidos en las altas montañas del Tibet, en las que Christopher pasó semanas, de ahí ese toque oriental en los sonidos (sin abusar de la “orientalización” de estos).Die Nacht… Du Bist Nicht Allein (“En la madrugada... No estarás solo”)
Son las 3 a.m. y nos encontramos con la primera colaboración del disco, con Thomas D (del grupo MfG). Una canción con muchísimo texto y al 100% en alemán, lo cual no fue acogido de muy buena gana por el público internacional, siendo además el primer single del álbum. Es un tema que rezuma penumbra, como proveniente de una persona amargada, que ve el pasar de los días sin aliciente alguno y la soledad le está terminando de engullir. La voz de Thomas D. es muy apropiada para el tema en cuestión, convirtiendo la canción en un solo narrado prácticamente, lo que, como decía, lo hizo ser muy discutido. Fue un tema experimental y hay que considerarlo como tal.What’s Coming (“Lo que está por venir”)
Segunda colaboración, esta vez por Jette von Roth, una habitual de Schiller al que presta voz en más de una ocasión. Realzamos nuestros ánimos y nos preparamos para el final de la madrugada con una canción que es una declaración de intenciones. Son las 5 a.m. y What’s coming delata lo que por la cabeza ronda de madrugada en forma de sentimientos, impidiendo el transcurso normal de los sueños, y que busca la clarividencia de una acción, de algo que se quiere conseguir al día siguiente, que, en esta canción, es algo que urge expresar a la otra persona.Sonnenaufgang (“Amanecer”)
Son casi las 6 a.m. y el sol ya deja entrever su silueta por el horizonte. Sonnenaufgang es el zumo de naranja musical para empezar con fuerza el nuevo día que se presenta. Atrás hemos dejado viajes en los que hemos dejado volar la imaginación o hemos rememorado vivencias, así como momentos de desesperanza y de optimismo vital. Ahora nuestra figura debe comenzar a crecer y brillar como el sol se dispone a hacer. Y ese chute de ánimo lo consigue. Vaya que sí lo consigue.Miles and Miles (“Vez tras vez”)
Seguimos internándonos en el despertar del día con otra colaboración, esta vez de Moya Brennan, una cantante irlandesa que prestó anteriormente su voz en la maravillosa Saltwater de Chicane. Miles and Miles es un tema a caballo entre la relajación y la actividad, con una armonía perfecta entre su voz, la melodía y un ritmo a ritmo de latido. Representa un arrepentimiento, una desdicha interior hacia sí misma, que se contrapone al sentimiento positivo de What’s Coming pero no llega al nivel de negatividad de Du Bist Nicht Allein. Tal y como el día sufre un ciclo gradual y tiene su amanecer o su atardecer, también descubrimos diferentes inquietudes en diferentes almas, siendo éstas un alfa y un omega en cada congénere.Schritt Der Zeit (“La huella del tiempo”)
Alternándose de nuevo entre lo instrumental y lo vocal, encontramos un tema de transición, de pasar página. Un breve discurso que nos pide que miremos al futuro y dejemos aparcado un pasado que permanecerá inalterable cualesquiera sean nuestras acciones para cambiarlo, y una melodía instigadora nos da paso a la segunda parte del disco, con un sol ya brillando en el cielo y un mundo que recobra al 100% su actividad.I Know (“Lo sé”)
Otra declaración de intenciones en colaboración con Kim Sanders, ex cantante de Culture Beat. La sensibilidad pasional es de nuevo protagonista de un tema en pleno advenimiento del día, con un estribillo que da el toque de originalidad a un tema en el que reina la melosidad.Morgentau (“El rocío de la mañana”)
Son las 9 a.m. y Mike Oldfield pone lo mejor de sí con esta aportación, derrochando sutileza y sentimiento a partes iguales. El tándem con el sintetizador es total, siendo uno de los temas más astralmente conseguidos del disco. Schiller colaboró en la realización de su álbum “Light & Shade” (cuyo nombre guarda semejanza al “Tag und Nacht”) y pagó con creces la colaboración de Christopher en la realización de este tema.Berlin Bombay
El típico tema que amas o odias pero que no deja indiferente. Con una producción totalmente diferente y casi opuesta a lo encontrado hasta el momento en el elenco del disco, Schiller añade un tema más “alegre” y que rememora vivencias pasadas en países orientales. Esta canción nos transporta al barrio indio de Berlín que en plena mañana vive su momento más supremo y que da verdaderamente la sensación de encontrar un trozo de India en plena Alemania.Der Tag… Du Bist Erwacht (“En la mañana… Despertaste”)
Jette von Roth progresa en su colaboración en Tag und Nacht poniendo voz al que para mi gusto es uno de los mejores temas del disco. Du Bist Erwacht es una pieza de letra y música positivas, la plena antítesis a la canción de la que es oxímoron: Du Bist Allein. También sirvió como segundo single.Lichtwerk (“Efectos de luz”)
De nuevo se produce la obvia alternancia entre canción vocal e instrumental, siendo Lichtwerk un romanza cuyo fin es infundir y difundir la paz en el interior de uno mismo. Es otro de los temas que a uno lo hace navegar por su interior, dejando a su mente volar a su albedrío. La primera impresión que da es la de ser típicamente de relleno, pero es una pieza fundamental en el devenir del día, en el que ya dejamos lejos la mañana y nos adentramos en la tranquilidad de lo vespertino. Son las 2 p.m.Falling (“Derrumbándome”)
Adentrándonos en la tarde ya el día empieza a menguar y la noche acecha. Este bajón que produce el hecho de que dentro de poco la luz dará paso a la oscuridad también se entiende como una reacción del alma, pues ésta es como un péndulo que siempre va oscilando de lado a lado; de emoción a emoción. Pero sobreponiéndose a la negatividad del ocaso, Moya Brennan en una nueva aportación pone voz a Falling, una canción con un trasfondo negativo falso, pues su letra está cargada de fuerza y positivismo. Magistral es dicha contradicción y magistral es la canción en sí misma.Jahresringe (“El envite de los tiempos”)
Son casi las 6 p.m. y la amarilla luz del cielo se va tornando en colores rosados y anaranjados que invaden la vida. Tras un largo y duro día, este cambio en la paleta de colores del cielo es una manera de bajar los brazos ante lo inevitable. Jahresringe se encarga de transmitir la sensación contraria que produce el atardecer en comparación al amanecer, pero también mantiene el vaso medio lleno pues volverá a amanecer y llenar de fuerza a quien lo necesite.I Saved You (“Te ahorré”)
Y Kim Sanders vuelve a irrumpir en escena con la mejor de las mejores piezas del disco. I Saved You lleva como bandera la generosidad, la conciliación de un hecho significativamente negativo. I Saved You es la otra cara de la moneda dentro del proceso del fin del amor. Siempre nos ponemos en la piel del afectado, del roto por el desamor, pero I Saved You pone al oyente en la piel del que crea ese desamor, del que siente que hace un favor a la otra persona alejándose de su vida. Como cree la noche que lo hace con el día. Como cree la muerte que lo hace con la vida.
Su letra es espectacular y de las mejores que jamás he escuchado. Esta visión tan poco común está genial representada y doy paso a describírosla traducida a continuación, porque, para mi gusto, merece mucho la pena:
Francamente, no te debo ninguna disculpa.
Me has hecho ver que discrepas con mi manera de hacer las cosas
Y lo que sinceramente he hecho es
Ahorrarte cosas.
Me quieres hacer entender que caerás en picado
Y que no encontrarás el consuelo en ti mismo
Por eso me apresuro a abandonar tu lado
Sin mucho que decir a ello
Porque me conozco
Y lo que sinceramente he hecho es
Ahorrarte cosas
Te he ahorrado noches sumidas en la añoranza.
Te he ahorrado rezos y oraciones en vano.
Te he ahorrado horas de terapia.
Te he ahorrado… que te terminara haciendo daño de verdad.
Prometías que cambiarías a mejor
Pero seguiría siendo insuficiente
Porque no hay mucho más que puedas hacer
Tengo que marchar
Y cada uno deberá empezar a respirar su propio aire
Sin nada más que debamos compartir.
Te he ahorrado noches sumidas en la añoranza.
Te he ahorrado rezos y oraciones en vano.
Te he ahorrado horas de terapia.
Te he ahorrado… que te terminara haciendo daño de verdad.
Te he ahorrado… que te terminara haciendo daño de verdad.
Los pelos como escarpias, oigan.
Irrlicht (“Luz errante”)
Son las 8 p.m. y ya no hay resquicio de luz natural alguno. Esa luz ha emprendido su particular camino, vagando por el mundo, para dotar de iluminación y esperanza a otros lugares que están saliendo de su particular penumbra, de la noche de los tiempos. Otra canción instrumental que viene como anillo al dedo para olvidarnos de la dureza de I Saved You e intentar encontrar una armonía necesitada.Feuerwerk (“Fuegos artificiales”)
La noche de repente se llena de luz y color con los fuegos de artificio lanzados para la ocasión. Son las 10 p.m. y se mira atónito un cielo que deja de causar temor y por momentos, con breves fogonazos, insta a ser más optimistas. Siempre existirán cosas que mitiguen toda preocupación, aunque sea brevemente.Sleepy Storm (“La tormenta en su letargo”)
Son las 11 p.m. y Jette von Roth y la guitarra de Mike Oldfield ponen el colofón a sus colaboraciones y al disco, despidiéndose con Sleepy Storm, otro de los temas más meritorios y destacados del disco. Ya nos encontramos en la recta final del día, y éste acaba para todos, afortunada o desafortunadamente. Lo mismo que las personas sienten la necesidad de cerrar los ojos y descansar, también ocurre con todo fenómeno de la naturaleza llegado a un punto, incluida la personificación de una tormenta. El telón se echa para todos por igual
Como decía al final de la Bio, Tag und Nacht marcó un hito en la carrera de Schiller. No fue su disco más vendido pero sí el que más llegó a los oyentes, así como a él mismo. También, fue el más espectacular hasta la fecha en cuanto a conciertos se refiere, albergando una gira multitudinaria, con casi un centenar de destinos y una puesta de escena espectacular.
Pero Christopher no descansó ni un minuto, y entre concierto y concierto seguía componiendo nuevos temas hasta que, en 2008, ultimó Sehnsucht (“Deseo”), su último disco hasta la fecha. Sehnsucht fue una versión 2.0 de Tag und Nacht, con 2 CDs repletos de canciones y también con un orden y un significado muy especial en cada una de ellas. Fue un éxito de ventas rotundo, siendo número uno en ventas durante varias semanas en varios países de Europa, y su gira también sería todo un éxito, continuándose la misma un año y medio después de dar comienzo.
Visto el tiempo que dedica entre la realización de un disco y otro (no tiene prisa, y eso es fundamental para crear un producto de éxito), se desconoce cuándo volverá a presentar nuevo álbum. De momento no hay ni siquiera rumores sobre ello, pero me aventuraría a pensar que será a finales de 2010, pues ya, en sus últimos conciertos, está presentando muestras de sus nuevos temas.
A continuación os describo todas las colaboraciones que ha tenido a lo largo de los años (y que demuestran que está muy bien rodeado xD).
Becker, Ben: Nacht, Vor Der Zeit
Boulding, Helen: Everything
Brennan, Moya: Miles And Miles, Falling
Brightman, Sarah: The Smile
Caillat, Colbie, You
Cocker, Stephenie: Ile Aye
Damae: Lonely
Heppner, Peter (de Wolfsheim): Dream Of You, Leben... I Feel You,
Isis Gee: Fate
Jaël (de Lunik): Tired
Lang Lang: Time For Dreams (Beijing 2008 Anthem)
Mar, Mila: Liebe, Babel
Marke, Isgaard: Ein Schöner Tag
Mühe, Anna Maria: Denn Wer Liebt, In Der Weite, Der Küss
Naidoo, Xavier: Sehnsucht
Oldfield, Mike: Morgentau, Sleepy Storm
Rammstein: Ohne Dich (Schiller colaboró con ellos en dicha canción)
Roth, Jette von: What’s Coming, Der Tag... Du Bist Erwacht, Sleepy Storm, Black, In The Dark, Drifting And Dreaming
Saban, Maya: I’ve Seen It All, I Miss You
Sander, Otto: Der Prophet
Sanders, Kim (de Culture Beat): Distance, Dancing With The Lonelines, I Know, I Saved You, Delicately Yours, Let Me Love You, Forever
Schulze, Klaus (de Tangerine Dream): Zenit
September: Breathe
Thomas D (MfG): Die Nacht... Du Bist Nicht Allein
Torroja, Ana: Por qué te vas
Turunen, Tarja (de Nightwish): Tired Of Being Alone
Vandi, Despina: Destiny
Veljanov, Alexander (de Deine Lakaien): Desire
Tenía pensado hacer un recopilatorio con las mejores canciones de la historia de Schiller hasta nuestros días, incluyendo canciones inéditas que no aparecen en los álbumes. Si os gusta este disco, decídmelo y lo comparto con vosotros una vez hecho.
Gracias 
