Varios cientos de agentes de los cuerpos de Policía y la Gendarmería se manifestaron ayer en Lisboa.
Piden mejoras laborales y, sobre todo, que se respete el convenio salarial acordado en 2010 con el anterior gobierno socialista.
La congelación del sueldo de los funcionarios es uno de los compromisos adquiridos por el actual ejecutivo conservador portugués a cambio del rescate europeo por valor de 78.0000 millones por tres años.
El ministerio del Interior afirma no tener prácticamente margen de maniobra frente a las reivindicaciones de los agentes.