http://www.expansion.com/blogs/peon-de-dama/2016/06/23/15-razones-para-no-votar-a-podemos.html
Éstos son mis principios... y así es la posición que sobre ellos tiene Podemos.
Defender la libertad. Podemos está en contra de que existan medios de comunicación privados y propone crear un Ministerio de Cultura y Comunicación "que articule la forma de transmitir la información". Adiós a la libertad de expresión recogida en el artículo 20 de la Constitución Española.
Confiar en el individuo. El populismo considera que el ciudadano es irrelevante dentro de la comunidad, no tiene ninguna responsabilidad, es un ser anodino y gris que si quiere sobrevivir tiene que ponerse en manos de un líder carismático como Pablo Iglesias que le dirá lo que tiene que hacer.
Premiar el trabajo y el esfuerzo. Podemos promete dar una renta básica a todos los ciudadanos trabajen o no, lo que desmotivaría a las personas a buscar empleo. Todos los sistemas políticos que han pretendido fomentar la igualdad económica lo han logrado creando un mundo en el que todos viven en la más absoluta pobreza.
Proteger la propiedad privada. El programa de Podemos supone la mayor amenaza que ha sufrido la propiedad privada: un impuesto a las viviendas vacías, sanciones económicas para los que incumplan "la función social de la vivienda", y despenalización del uso de las viviendas vacías, lo que de hecho supone legalizar la okupación. Pablo Iglesias llegó a decir que "donde existe propiedad privada, hay corrupción".
Impulsar la iniciativa empresarial. Podemos piensa que los Amancio Ortega, Juan Roig, Pablo Isla o Ignacio Sánchez Galán son malvados especuladores que ganan mucho dinero porque se lo arrebatan a los pobres ciudadanos. Desprecia a los empresarios, a pesar de que éstos son los que aportan riqueza y crean puestos de trabajo.
Fomentar la inversión extranjera. Pablo Iglesias me contestó hace un año que no le importaba nada que los empresarios extranjeros dejaran de invertir en España. El inversor foráneo no es bienvenido, como bien sabe la china Wanda en Madrid y la americana Marriott en Barcelona.
Rebajar el gasto público. Podemos ya no habla de salirse del euro, pero plantea un gran desafío a Bruselas. Pretende aumentar el gasto público en nada menos que 60.000 millones, lo que supone saltarse ampliamente el objetivo de déficit público.
Bajada de impuestos. La subida del IRPF que quiere Pablo Iglesias, de 10.000 millones de euros, únicamente se lograría si se eleva el tipo marginal máximo desde el 45% actual al 75%, un tipo claramente confiscatorio y que provocaría una huida de capitales.
Reducir el intervencionismo del Estado. Podemos promueve una estatalización y un intervencionismo público que requeriría de un monstruoso aparato gubernamental. Como sus dirigentes no creen en la libertad de mercado planean convertir a Bankia en un elemento de planificación económica y financiera al servicio del Gobierno
Evitar la lucha de clases. Al discurso de Pablo Iglesias le conviene esa dicotomía entre ricos y pobres, entre los de arriba y los de abajo, entre oprimidos y opresores, entre la casta y el pueblo... Así pueden justificar el considerarse moralmente superiores al resto: ellos representan al pueblo y por eso son los buenos.
Respetar la ley. Los populistas creen que el poder de la calle es superior al de la ley o el derecho, y usan las consultas trampa -como las realizadas por el Ayuntamiento de Madrid en Internet- para refrendar sus intereses espurios y saltarse la ley cuando les conviene.
Asegurar la independencia judicial. Los dirigentes de Podemos se cargan de un plumazo la independencia del poder judicial y afirman de una forma desvergonzada que "los jueces están esperando un Gobierno que les dé la orden de detener a los corruptos; tiene que haber más control sobre los jueces porque son servidores de la cosa pública".
Nada de odios ni de rencores. El discurso rancio y guerracivilista que Pablo Iglesias desplegó en su estreno en el Congreso -cuando acusó a Felipe González de tener un pasado "manchado de cal viva"- refleja el odio y el rencor social con el que el populismo intenta alentar a las masas. Los escraches y las okupaciones son ejemplos de una estrategia intimidatoria que es necesario desterrar.
Preservar la integridad de España. Podemos propone un referéndum de autodeterminación para Cataluña, pero también para el País Vasco y Galicia. Eso sería abrir un melón con consecuencias inimaginables.
Regenerar la política. Los populistas izan la bandera de la regeneración con el objetivo de asaltar las instituciones y tomar el poder. Regenerar es recuperar el prestigio de la actividad política y acabar con la corrupción, el despilfarro y el amiguismo.