#31 Acabo de ver este vídeo y me reafirma en la convicción de que me resulta muy extraño que un monárquico como se declara Armada sea el que conspire contra el rey.
Del mismo blog de García Trevijano os copio lo siguiente, es un comentario al hilo del articulo de monarcómanos del 23f...
Los golpes militares no se inician jamás a las seis de la tarde; las fuerzas que intervienen en un golpe militar nunca dan vivas al jefe del estado, contra el que atentan, en el curso de su ilegal operativo; los tanques que utilizan las Unidades rebeldes comprometidas en un golpe militar siempre llevan sus �??santabárbaras�?� a tope de munición y sus tripulaciones armadas hasta los dientes; el primer objetivo en un golpe militar es siempre, siempre, el palacio o residencia oficial del jefe de Estado; los presuntos golpistas en una acción militar contra el Estado nunca, nunca, dejan al jefe del mismo libre en su palacio y con todas sus comunicaciones con el exterior abiertas para que pueda reaccionar cómodamente contra sus enemigos; los dirigentes de un golpe militar jamás llaman por teléfono al jefe del Estado contra el que teóricamente están actuando para tratar de explicarle sus movimientos futuros y, menos todavía, para obedecer sin rechistar sus órdenes; los primeros movimientos de carros de combate en un golpe militar se dan siempre en la capital de la nación y no en la de una provincia periférica situada a más de trescientos kilómetros de distancia; los tanques rebeldes nunca, salvo que Gila ordene lo contrario, respetan los semáforos y las reglas de circulación, todo lo contrario, intentan alcanzar cuanto antes sus objetivos (palacio real o presidencial, palacio de justicia, centrales telefónicas, de radio, de televisión, banco central etc., etc.) importándoles un comino los accidentes o bajas entre la población civil.
Y, por último, es absolutamente improbable que en un golpe militar el presunto jefe de los golpistas lleve en el bolsillo de su uniforme una lista de su futuro gobierno (para hacerla pública si triunfa la asonada) formado curiosamente no por militares o civiles golpistas de su entorno sino por políticos pertenecientes a partidos del propio sistema contra el que se está actuando ilegalmente.
Visto todo lo anterior, que además es de elemental sentido común, resulta meridianamente obvio que aquí el famoso 23-F, del que ahora se acaba de cumplir su vigésimo aniversario, no tuvo nada que ver con una verdadera y tradicional intentona castrense; por mucho que se intente zanjar la cuestión apoyándose en el incuestionable veredicto de los micrófonos de la radio o las cámaras de televisión, en el carácter inestable y violento de Tejero o en las chapuzas y traiciones de sus dos teóricos dirigentes: los generales Armada y Milans del Bosch. Nada de eso es determinante. Además ni el antiguo preceptor del Rey y luego secretario de su Casa, el todavía vivo marqués de Santa Cruz de Rivadulla, ha sido nunca un tonto de capirote, un loco visionario, un irresponsable o un traidor (más bien todo lo contrario) ni el ex capitán general de Valencia (uno de los generales con más carisma dentro del ejército franquista) tuvo nunca sus neuronas profesionales al nivel de las de un pobre cabo furriel.
Si ambos montaron al alimón un complejo tinglado político-militar al margen de la Constitución (que fue en definitiva lo que salió a la luz el 23-F) para salvar la corona española (los dos eran fervientes monárquicos) fue pura y simplemente porque su señor, el rey Juan Carlos, perfectamente enterado tanto por ellos mismos como por los servicios de Inteligencia del estado (CESID) y la cúpula militar (JUJEM) del operativo golpista (éste si de verdad) que preparaban para principios de mayo los militares más radicales de la extrema derecha española, les pidió con urgencia la puesta en marcha de esa maniobra; que debería desactivar, cuanto antes y como fuese, ese peligro real y absoluto que amenazaba en primer lugar a su propia persona, y después a su corona, y, por último, al régimen de libertades instaurado trabajosamente en España a partir del 20 de noviembre de 1975.
La operación palaciega, consensuada con los principales partidos políticos y con vocación de pasar por �??constitucional�?�, salió mal entre otras cosas porque su más alto valedor, el rey, víctima de un ataque de miedo insuperable al enterarse por sus ayudantes de la barrabasada de Tejero en el Congreso, se desmarcó inmediatamente de ella a través de un doloroso �??coitus castrensis interruptus�?� que dejó a sus fieles edecanes de palacio y conseguidores reales, señores Armada y Milans, con el trasero al aire, con el plumero de sus uniformes de gala bien visibles y, en definitiva, perfectamente preparados psicológicamente para pasarse una larga temporada a la sombra en alguna lóbrega prisión militar. Aunque hay que reconocer, en honor a la verdad, que la chapuza borbónica resultó al final muy provechosa para el sistema democrático español y para desmontar de una vez el franquismo latente en los cuarteles.
Esto fue así, por mucho que durante veinte años a los españoles de a pie se les haya venido contando una historieta de buenos y malos, demócratas y fascistas, de militares y civiles, de vencedores y vencidos, de militares golpistas nostálgicos del anterior régimen (que los había y muchos pero que no llegaron a actuar afortunadamente ese emblemático día de febrero de 1981) bastante chapuceros y, sobre todo, de un señor con corona, valeroso e inteligente como pocos (aunque luego se ha sabido que su santa esposa lo pilló llorando a moco tendido en el dormitorio después de lo de Tejero), curiosamente vestido de general del ejército español como los presuntos cabecillas del evento que, con un breve (aunque tardío) mensaje televisado lograría salvar �??in extremis�?� al Estado de una nueva dictadura militar. Desde luego, la desfachatez de los políticos, de los que gobiernan, de los poderes fácticos del sistema, de sus lacayos, de sus cipayos, de sus altavoces mediáticos, de su subordinados de toda su laya�?� no tiene límites; como tampoco los tiene la credulidad y la excesiva bondad de tantos confiados ciudadanos intoxicados sin rechistar por la propaganda oficial.
Pero con ser muy grave la actuación del Rey al margen de la constitución que acabo de señalar y que pudo degenerar en un enfrentamiento armado dentro del ejército e, incluso, en una guerra si los sectores más ultras de las FAS adelantan su terrible órdago de mayo al 23-F ante el alarmante vacío de poder que se vivió durante unas horas, lo que reviste de máxima gravedad el asunto es que el monarca se valió en esta ocasión de su condición de rey y, sobre todo, de su cargo de jefe supremo de las Fuerzas Armadas para intentar salvar su corona como fuera, recabando la ayuda de sus fieles, de sus militares de palacio, de los servicios secretos del Estado, de la cúpula militar�?� para luego abandonar a los más comprometidos, a los que se la habían jugado por su señor, a su suerte. Que, como todos sabemos resultó más bien negra ya que fueron condenados �??manu militari�?� y sin que el Rey moviera un solo dedo para paliar sus exageradas condenas, a la friolera de treinta años de cárcel. Normal dirá alguien, el Rey es irresponsable, es inviolable constitucionalmente, no puede equivocarse como cualquier mortal. Y, digo yo, y si esta �??chapuza tejerina�?� no hubiera terminado tan bien como terminó y aquello hubiera degenerado en un enfrentamiento armado con miles de muertos�?� ¡Tampoco el monarca hubiera podido ser juzgado por sus manejos palaciegos! ¡Menudo país y menuda Constitución!
Un esperpento tan peligroso como el 23-F (y lo dice una persona que lo ha estudiado a fondo durante diecisiete años) no puede volver a repetirse. Con un rey irresponsable o con el �??sunsum corda�?� en la jefatura del Estado. Y sería muy conveniente, para dejar de una vez las responsabilidades históricas de todos al descubierto (esas sí que pueden pedirse al monarca ¿no?) pasados ya nada menos que veinte años de tan preocupante evento, que el Parlamento español como representación máxima del pueblo soberano, abriera una exhaustiva investigación sobre el mismo. Que depurara responsabilidades (históricas vuelvo a repetir, pero responsabilidades al fin y al cabo) en las altas instancias de la nación donde se gestó, se planificó, se intentó ejecutar y se abortó finalmente uno de los hechos más estrafalarios, ridículos y peligrosos de nuestra flamante monarquía franquista.
Amadeo Martínez Inglés.
Coronel del Ejército Español
publicado en Ardi Beltza en 2001
Conclusiones: García Tevijano inculpa al propio rey en el golpe de estado, es decir es un autogolpe inducido desde dentro para la creación de un gobierno de concentración nacional que pondría al frente al general Armada y que incluiría a políticos socialistas. Fue el propio Tejero el que desbarató esta intención inicial al desmadrarse en el Congreso y oponerse. Tras conocer esta actitud de Tejero sabemos lo que ocurrió después, es decir el mensaje del rey abominando del golpe y como se suele decir tanto a Milans Del Bosch como Armada lo dejaron con el culo al aire.
Esto lo ratifica en el siguiente video... a partir del minuto 5:40 y cuenta con un testimonio de primera mano como fue el de Sabino Fernández Campo.
#31 Anda que vaya tela filmando con el movil al abuelete xDDDDD
Imagínatelo levantandose ahí con el vagón lleno a grito de quieto todo el mundo, pero con voz de anciano. Lo que hace el paso del tiempo ... ves las imagenes del 81 y tiene una cara de cabrón que tira para atrás y ahí pasa por un anciano mas.
Armada fue encarcelado en la Prision militar que habia en Getafe e iba con mi abuelo todos los dias a oir misa.Y le conto todo,mi abuelo dio su palabra de que nunca lo contaria y se lo llevo a la tumba
#38 Jajaja murio cuando yo tenia 2 años,seguro q si viviera ahora me lo habria contado aunque no se si nunca se lo conto a su mujer ni sus hijos...
#20 Esa reunión de Enrique Múgica, histórico del psoe con el general Armada en semanas antes del golpe de estado ha dado lugar a muchas suspicacias.
Oficialmente dudo que sepamos qué ocurrió realmente pues siguen habiendo muchos cabos sueltos.
Con respecto a lo que pones de Tejero coincido con tu apreciación, de hecho los escritos ue he puesto del blog de García Trevijano reforzarían esa opinión.
Quiero dejar claro que esta otra versión del 23f no tiene necesariamente que ser la verdad absoluta sino la que cuenta el señor Trevijano basada en sus propias indagaciones y tras haber mantenido una charla extensa con el que fuera secretario de la Casa Real, Sabino Fernández Campo.
No está de más conocerla para ahondar en el misterio que sigue siendo el 23f.
La verdad, creo que se le está dando más bombo ahora que en su día.
Con todo el que he podido hablar que lo vivió, me ha contado lo mismo, había desinformación, la gente se enteró de poco hasta el día siguiente, y los que se enteraron no le dieron mayor importancia. De hecho, todos me han comentado que siguieron con todas las rutinas habituales y que creían que surgiera efecto alguno.
Lo dicho, creo que se le da bastante más trascendencia ahora que cuando sucedió.
#41 ¿Pero cómo se le va a estar dando más bombo ahora que en su día? ¿estamos locos?
¿Pero tú con quién has hablado? xDD
#42 A darle más bombo, me refiero a darle trascendencia. Está claro que no lo he podido hablar con ninguno de los diputados ese día rpesentes, ni mucho menos con ninguno de los golpistas, para los cuáles evidentemente si sería altamente trascendente, pero ya te digo que la mayoría de la gente con la que he hablado, con rangos de edad con el que peden tener una memoria de ello nítida, me dicen que realmente nadie le vio mucho futuro al golpe, y que grandísima parte de la gente ni se enteró de dicho golpe hasta que ya había fracasado.
Cada 23F mi padre me cuenta lo mismo... que fue su "regimiento" el que asalto el parlamento, y que justo ese día tenia permiso y no se lo llevaron a liarla (solo los oficiales sabian que estaba pasando) pero sin embargo si le llamaron para el cerco alrededor del parlamento y como se enfrento a la tesitura de tener que disparar a sus propios compañeros :/ (si se diera el caso)
Afortunadamente a los dos días estaría de cervezas con los que asaltaron contandole como se "vivio" desde el otro lado.
Mi padre fue conductor de Tejero varios meses btw (antes del golpe de estado).
#43 Pues yo no sé qué decirte ni en qué pueblo estaría la gente con la que has hablado, pero si en algo coinciden todos los que me lo han contado, es que Madrid estaba desierto y por las calles no había ni un alma. Y ya no te cuento en Valencia xDD.
Respecto a las otras dos cosas.. lo de no verle futuro, pues mira, eso ni me lo creo sabiendo cómo era la época. Tío, un puto golpe de estado, en esos años.. es que no sé, hablarías con alguna comuna de anacoretas, tal vez.
Lo de no enterarse de que había dicho golpe hasta que fracasó, directamente es que ni me lo creo.
#47 Gente de Aragón, País Vasco, y cataluña principalmente. Todos siguieron con sus actividades tal cuál, y no hubo ningñun tipo de altercado, ni por la calle ni en los curros/universidades.
Luego, puedes creer lo que quieras, pero si ya ahora mismo nos parece elaborado de forma cutre, rudimentaria y precipitada, no quiero ni imaginarme como se lo debería tomar la gente viendo que solo habían salido los tanques a la calle, que ni se habían enterado en gran parte de la población y que la maniobra no fue ni conjunta, ni sincronizada ni nada de nada.
Absurdo me parece, oiga, que además digas que sabiendo como era la época, blablabla, gran aprte de la gente que lo vivió, había vivido un golpe de estado de verdad.
También puede ser que la noticia se quedara en la caverna mediática, pero desde luego, a otras comunidades llegó la información tarde y con cuentagotas.
#50 No queda bien en un periódico la respuesta: "ni me enteré", como mucho saldría la opción "no sabe no contesta". En momentos importantes, a todo el que le preguntes estará haciendo cosas importantes/divertidas anécdotas. Para muestra de ello las preguntas y respuestas a la misma pregutna cuando volvió Macià a Barcelona, o cuando se derrumbaron las torres gemelas.
Si puedo luego me curro un post con las respuestas que me han dado, y los sitios por donde se movían dichas personas ese día.
#43 Pues yo justo lo contrario, todo el mundo pendiente de eso y nada más. Además que solo hay que ver los periódicos y reportajes donde la pregunta típica es "que hacías cuando sucedió" y no he visto/leído a nadie respondiendo "ni me enteré".
Yo creo que depende de cada zona o región, pero vamos, toda la gente y familiares que conozco, lo vivieron desde distintos lugares al mismo tiempo, y sinceramente, todos coinciden en la tensión vivida aquel día tan largo. Y lo curioso es, como lo cuenta #45 , la forma en que los mismos policías (entonces bajo mando militar) que formaron el cerco de interdicción alrededor del Congreso, eran muchos de ellos amigos o compañeros de quienes estaban a 30 metros apostados frente a las puertas, aunque creo recordar, que todos y cada uno de los que participaron en aquel asalto al congreso fueron procesados en el juicio posterior, aunque fuesen los últimos monos de la jerarquía de mando de Tejero. Eso sí, las penas fueron considerablemente leves, en razón del rango mas inferior.
Creo que de todos, quien se comió el mayor marrón fué el nº2 de Cortina, el Capitán Gómez Iglesias, que fué quien condujo el autobús lleno de Guardias Civiles hasta el congreso, y quien participó mas motivadamente de aquella situación arengando a todo el mundo.
pobre tejero que le timaron, de los pocos que no aceptó el maletín y terminó en la cárcel por su orgullo y honor, con 2 cojones.
Y como siempre, muerte al Borbón.
#51 Segun me conto mi padre a sus compañeros les metieron 2 o 3 días de arresto, los cuales los pasaron en el bar/polideportivo.
Varios familiares mios, todos ellos miembros del cuerpo, cuentan como fueron movilizados y acuartelados a la espera de órdenes. Sea como fuere, es una fecha para no olvidar.
Saludos.
han cancelado el documental de tele5 en el que echaban mierda al rey pq decian que estaba metido en el ajo.....nunca se sabra la verdad...