#2495 Debatir xD. Ya, claro
#2493 Precisamente lo que critican todos -desde el marxismo crítico hasta la historiografía de ambos bandos de los últimos 25 años- es que el poder no estaba en los soviets. Sostienen todos que estaba en el partido. No obstante hay dos posturas: los que defienden que eso solo sucedión con Stalin y los que aforman que ya con Lenin el partido se adueñó del poder coercitivo, creando un telón de acero entre los obreros y los dirigente.
El debate historiográfico a este respecto lo puedes encontrar resumido aquí, que es un apartado de un trabajo que tuve que hacer para la carrera hace un par de años:
spoilerPara Acton aquí se produce un cambio fundamental: el estado bolchevique de 1917 no era estado del todo (era poder coercitivo), mientras que –tras el giro del primer plan quinquenal– el estado rompió con la sociedad, formando un estado sin sociedad. Para E.H. Carr sucedió algo similar: tras la muerte de Lenin (1924) el régimen estalinista se volvió claramente dictatorial y se sirvió de métodos que en muchos casos eran la misma negación del socialismo.
Esta cuestión, la de la continuidad o ruptura, ha suscitado numerosas ampollas en la historiografía del último siglo(18*):
- La idea de continuidad ha sido presentada principalmente desde dos posiciones: (1) la historiografía soviética partidaria de de Stalin y (2) la historiografía occidental centrada en condenar la revolución bolchevique.
o Para los primeros, creadores de la visión oficial de la historia de la revolución e historiadores del partido con una clara finalidad legitimadora, la continuidad se hace evidente en tanto que Stalin aparece realizando papeles principales ya desde la revolución y Lenin, evidentemente, delegó en el propio Stalin y no en Trotsky, figura totalmente atacada y desprestigiada por esta historiografía. En otras palabras: los acontecimientos posteriores a 1917 fueron simplemente la sistemática y coherente implementación, por parte del partido, del plan formulado por Lenin orientado a la “construcción del socialismo” (Saborido: 2004, p. 811).
o Para los segundo el leninismo era lo mismo que el estalinismo en todos los sentidos, llegando incluso a considerar al régimen como totalitario. Algunos autores como Merle Fainsod hablan de que Lenin sentó las bases que hicieron posible las prácticas posteriores de Stalin, mientras que otros como A.B. Ulam hablan de la tradición de los viejos bolcheviques en Stalin. A partir de los 80, aún con el acercamiento a los archivos soviéticos, con la aparición del revisionismo muchos siguieron hablando de cierta continuidad entre la revolución de septiembre y la “revolución” de Stalin (19*). También entre su visión conservadora –entre la que destaca R. Pipes– la versión de continuidad tuvo su peso, viendo a Lenin como el precursor de los poderes de Stalin, en que hizo posible a Stalin, viendo así la línea divisoria entre Lenin y Stalin como una línea muy frágil y pequeña.
- La idea de ruptura ha sido presentada, de nuevo, desigualmente entre la historiografía soviética y la occidental.
o La historiografía soviética partidaria de la ruptura tenemos que buscarla en primer lugar entre los enemigos del régimen, de los que destaca de sobre manera Trotsky, creador del concepto “estalinismo”. Este último creyó hasta 1935 que Stalin efectivamente estaba construyendo el socialismo en Rusia, pero a partir de esa fecha empezó a ver un nuevo régimen diferente al bolchevique, un régimen de nuevo tipo. Otros, como R.A. Medvedev pusieron el énfasis en restaurar los principio bolcheviques frente a la desviación estalinista, denunciando el terror de Stalin y mostrando la ruptura entre ambas corriente.
o En la historiografía occidental la noción rupturista ha estado tradicionalmente en una esquina, dominada por la noción continuista en medio del clima de la guerra fría. No obstante, algunos como M. Lewin denunciaron desde el principio la ruptura y propusieron la idea de Stalin y la máquina burocrática y represiva, con un segundo Lenin lejano a la idea de la “segunda revolución” estalinista mencionada anteriormente y más cercano a posturas gradualistas. Otros, como S. Cohen, vieron a la NEP como un camino perfectamente viable para alcanzar el socialismo (no como un paso atrás), haciendo así imposible la idea de continuidad entre Lenin y Stalin. Cohen, además, habla de que el autoritarismo existente bajo ambas era completamente diferente y, además, ve al régimen soviético como un régimen que pasó por varias etapas relativamente independientes entre sí.
(18) Para un conocimiento más amplio de la cuestión que el que se ofrece a continuación puede consultarse ¿Stalin contra Lenin o Stalin junto a Lenin? Una aproximación a los debates historiográficos sobre la experiencia estalinista, de Jorge Saborido.
(19) El concepto de revolución viene de mano de autores como R.C. Tucker, que sostiene que se produjo una revolución desde arriba bajo Stalin. Otros como S. Kotkin van más allá y hablan de que la revolución verdadera fue la de Stalin y no la de 1917.
De los campesinos se ha escrito bastante, sobre todo en lo referente a los koljós y a los sovjós. La verdad es que hoy día ya no hay debate alguno en ese campo pq no hay mucho más que decir. Todos hablan de terror puro, pero es un tema bastante complejo (y muy largo) y no tengo ganas de meterme aún más en él. Pero vamos, es un hecho que el campo no estaba con los bolcheviques; estaba con los socialistas revolucionarios (mira los resultados las elecciones para la asamblea constituyente convocada tras el triunfo bolchevique [rpv: bolcheviques dominan en las ciudades + socialistas revolucionarios en el campo = 4o% votos a socialistas y 20% bolcheviques = disolución de la asamble constituyente por parte de los bolcheviques]).
#2497 Dame nombres y miraré el lunes. Pero así por lo pronto yo estoy dando la versión historiográfica más al orden del día, la más actual. Ojo, lo de capitalismo de Estado que mencioné no debes interpretarlo en su sentido más literal; Debord se refiere a que mantiene los esquemas básicos del capitalismo (trabajo [asalariado, mercancía, etc.) bajo un forma burocrática (stalin y el partido).
#2506 No, claro que no xDD. Dogmatismos con otro. Y el patrón era el Estado. Mucho mejor, seguro. De todas formas todo sistema que defienda cualquier tipo de trabajo mecánico y siga las doctrinas de la teoría del valor-trabajo merece todo mi desprecio.
Y sigo esperando esos autores, trosko.