https://www.elmundo.es/andalucia/2022/09/07/631758a2fc6c8379038b4589.html
Lo siguiente que recuerda Teodoro es que la Guardia Civil le comunica que su ex pareja le había denunciado por enseñar a su hijo a descargarse vídeos porno en el móvil y que le aconsejaron no acercarse a él mientras todo se aclaraba.
Un tribunal se creyó a pies juntillas el testimonio de su ex compañera sentimental y le condenó a 14 años de prisión. Se basó, además, en el relato de su hijo de ocho años, pero éste, como ha quedado luego probado, fue "dirigido" por las psicólogas de la Junta de Andalucía que le atendieron y por eso ahora Teodoro no sólo ha conseguido limpiar su nombre y probar su inocencia, sino que, además, la misma Justicia que le condenó obligue a la Administración autonómica andaluza a indemnizarle por la "mala praxis" de aquellas psicólogas.
Aquellas psicólogas, destaca el Alto Tribunal andaluz, no sólo aplicaron mal las técnicas, sino que indujeron las respuestas e hicieron, tras 150 sesiones, que el menor interiorizara "unos abusos que no existieron".
La sentencia del TSJA le ha reconocido el derecho a recibir una compensación de 60.000 euros por los daños morales e "irreparables", no sólo en su estado de salud psíquica, sino también por la "denotación pública, difamación social y sobre todo el alejamiento y pérdida de la relación afectiva y de convivencia con su hijo".
Por su parte, la Consejería de Inclusión anunció ayer que va a revisar el contrato con la asociación Adima, que gestiona el programa de atención a menores víctimas de abusos sexuales desde 2014 en Huelva, Sevilla y Córdoba y recalcó que el caso se remonta a 2015 y que el nuevo equipo del PP está revisando las sentencias.
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Denuncia falsa de la madre al padre por abusos a su hijo. Se pasa más de 3 años en prisión. Las psicólogas de la asociación Adima machacan al menor sometiéndole a una tortura de 150 sesiones de lavado de cerebro en el que acaban convenciéndole de que fue víctima de abusos.
El juez condena a la población a indemnizar a la víctima con 60.000€ de nuestros impuestos por los daños morales causados y su estancia en prisión en la que le arruinaron la vida. La que se inventó la denuncia y las psicólogas psicópatas se van de rositas.