Llenaron Youtube de vídeos pornográficos. Engañaron a Time. Sabotearon Google. Bombardearon a la operadora estadounidense AT & T. Robaron el correo de Salma Hayek y Sarah Palin. Hicieron caer las acciones de Apple. El top ten de las gamberradas de Internet es obra de una comunidad mundial de adolescentes pirados: 4chan.
Recuerda a otras subculturas que florecieron y murieron en los inicios de Internet, como La Iglesia de los Subgenios, Paranoia.com o El Asilo, nacidas en los grupos de noticias de Usenet.
El foro más frecuentado en 4chan es el primero que se creó, que ocupa el 30% del tráfico. Sus asiduos son 5,3 millones de personas y compiten por mandar la mayor animalada. Casi todos participan anónimamente y por eso la comunidad se autodenomina Los Anónimos.
El rosario de fechorías de 4chan es cada vez mayor. La penúltima fue robar direcciones de correo y contraseñas de un sitio cristiano de citas en agosto. Algunos escribieron a los amigos de estas personas, simulando ser ellas y explicando que se habían convertido a otra religión o cambiado de sexo.
Pero la acción más sonada fue en octubre de 2008, con la publicación en CNN, en la sección de artículos enviados por los ciudadanos, de una falsa noticia: Steve Jobs había tenido un ataque al corazón. Los medios se lo creyeron y provocó la caída de las acciones de Apple.
No se salva Google: en julio de 2008 el símbolo de la esvástica se convertía en una de las palabras más consultadas, tras un llamamiento en 4chan. Ni Youtube: cuando el sitio se negó a publicar algunos vídeos, 4chan instituyó el Día del Porno para inundar Youtube de pornografía.
4chan ha protagonizado otros sonados asaltos en Internet, como manipular los perfiles de MySpace con fotos porno
La más particular cruzada de 4chan ha sido el Proyecto Chanology, contra la Iglesia de la Cienciología. Empezó en enero de 2008, cuando la iglesia intentó retirar de Internet un vídeo falso de Tom Cruise. Los Anónimos, tapados con caretas del protagonista del cómic V de Vendetta, convocaron manifestaciones para denunciar que la Cienciología promovía la censura. Otra acción fue telefonear a la iglesia, que recibió más de 6.000 llamadas amenazantes.
Noticia completa en El País: