Soy domador de tortugas.
Es un trabajo de lo mas sacrificado ya que las tortugas son seres de lo mas ariscos y traicioneros, movidos por la maldad propia de los quelonios cuyo unico fin es mutilar miembros, algo que descubri en el noviembre del 93 cuando empujado por la crisis de entonces empeze en este negocio que me atormenta hasta en sueños.
Para que os hagais una idea, cuando les enseño tengo que premiarlas con comida(fetos de osos amorosos, no comen otra cosa) por hacer aquello que les pido, eso no seria un problema si no fuera porque las tortugas no comen sino es de la propia mano(es una tradicion ancestral de los testudines), una vez mas no seria problema si no fuera porque adoran cercenar dedos humanos.
Exacto, solo me quedan los pulgares de ambas manos.
Pero en tiempos de crisis ya se sabe.