Si un padre se aprovecha de la situación para saltarse el confinamiento y poner en riesgo a su hijo, que sabemos que muchos lo van a hacer, sólo queda esperar que lo pillen o que la naturaleza haga su trabajo, mientras tanto los que seguimos confinados sabemos que estamos seguros.
Los niños pequeños no saben lo que pasa y eso influye en que lo lleven peor, y el hecho de que se desfoguen un poco con seguridad en la calle nos beneficia a todos los vecinos que tenemos que aguantar los escándalos que montan en casa.