Claro que sí, que también lo prohíban en España... Total, ya se ha conseguido generar así un rechazo hacia los fumadores, degradándonos a ciudadanos de segunda, apestados. No falta quien se queja de tener que asumir los costes médicos derivados del consumo de tabaco, argumentando que los fumadores son una carga financiera para la Seguridad Social, y que además sus problemas son perfectamente evitables... simplemente dejando de fumar.
El razonamiento, realmente, roza lo absurdo. En primer lugar, porque la mayor parte de las dolencias tratadas en un hospital podrían haberse evitado de una forma u otra: lesiones deportivas, contagio de ETS, problemas derivados de una mala alimentación... Sin embargo, nadie pide que se excluya a estos pacientes del tratamiento médico. Además, respecto al coste que representan para la sociedad los fumadores, Willard Manning y algunos colegas realizaron un estudio en Estados Unidos, en el año 1991. Las conclusiones fueron claras: los fumadores aportan más a la sociedad de lo que reciben de ésta, al menos en términos económicos. Entre otras cosas, porque al tener una esperanza de vida más corta que los no fumadores, el Estado ahorra una cantidad sustancial de dinero en el pago de sus pensiones.
Y por supuesto, no se debe olvidar que, del precio final de una cajetilla de tabaco, más del setenta por ciento son impuestos que van a parar a las arcas públicas. Lo hacen así, se excusan, por el bien y la salud de los fumadores, aunque uno no termina de explicarse cómo puede beneficiarles el hecho de duplicar el precio de la cajetilla. Fumar mata, te dicen. Y encima morirás arruinado.
Según el último estudio del CIS, se cifra en poco más de un treinta por ciento de la población, aproximadamente, el porcentaje de católicos practicantes, esto es, que se dejan caer alguna vez al año por la iglesia. Y si a ellos nadie les niega el derecho a rezar en sus templos, sin ofender a practicantes de otras religiones, ¿por qué a los fumadores sí se les prohíbe la posibilidad de fumar en determinadas zonas donde no molestarían a nadie? Lo que no deja de ser curioso es que el presidente del mismo gobierno que promovió la ley sea el primero en incumplirla, fumando en los aviones. Eso sí, LM (Light).