Hoy entra en vigor el cierre contable de la Administración. Salvo las pensiones, las prestaciones de paro, los salarios, los pagos de la deuda, los arrendamientos, los contratos de servicios ya adjudicados o las políticas protegidas en la ley, el Estado central cierra hoy el grifo a cualquier gasto nuevo. Tampoco se aplica a las partidas superiores a los 12 millones de euros, las cuales han de pasar por el Consejo de Ministros. Pero se verán afectados todos los contratos, subvenciones y convenios que estén sin comprometer. Si no se han resuelto hoy, mejor vuelva en enero.
Casi por sorpresa y después de haberse desviado clamorosamente del objetivo de déficit, Hacienda ha decretado el cierre del grifo. Un parón en toda regla de la Administración central a mitad de año. Pocos gastos nuevos se acometerán a partir de hoy con tal de satisfacer a Bruselas. Si un contrato no ha sido ya licitado y adjudicado, tendrá que remitirse al año que viene. Si una subvención no ha sido ya convocada y resuelta, este año no podrá desembolsarse.
Así que los Ministerios apenas han contado con unas pocas semanas para poder salvar todo lo importante del cierre impuesto por el titular de Hacienda, Cristóbal Montoro. Antes de irse de vacaciones, el trabajo ha sido frenético. En la medida de lo posible, se han agilizado los procedimientos. Pero los pasos para autorizar y comprometer un nuevo gasto tardan meses. En última instancia, si el desembolso reunía el peso suficiente, se ha tramitado con urgencia por el Consejo de Ministros, saltándose la habitual burocracia.
De modo que lo mollar se pagará. Además, la orden de cierre exceptúa cualquier partida que sea considerada prioritaria. Sin embargo, según lo que ha podido ir recabando este periódico, quedarán fuera, entre otros ejemplos, contratos de modernización de las Fuerzas Armadas y de digitalización de la Seguridad Social, ayudas a la creación de redes de excelencia de investigación, contrataciones de organismos relacionados con la investigación como el Ciemat o el CSIC, algunas partidas de cooperación al desarrollo o ciertas ayudas agrarias. Por lo general, se dejarán este año sin ejecutar muchas pequeñas obras o renovaciones pendientes como, verbigracia, las de las confederaciones hidrográficas. El grueso de estas iniciativas se aparcará hasta el año que viene. Y ello incidirá, sobre todo, en aquellos Ministerios que disponen de más contratos, subvenciones o convenios, como Economía, Industria, Sanidad o Educación.
La Secretaría de Estado de I+D, una de las más afectadas, ha salvado los contratos predoctorales aprobándolos en el último Consejo de Ministros. "Nos han prometido que todo lo que sea importante se respetará. Sin embargo, cualquier pequeña cosa que se quede fuera, por pequeña que sea, es un nuevo recorte a la investigación sobre una situación muy precaria", explica Nazario Martín, presidente de la Confederación de Sociedades Científicas [...]
Fuente: http://economia.elpais.com/economia/2016/08/07/actualidad/1470595660_790868.html
Supongo que la estrategia para recaudar más, en vez ahorrarse dinero en cosas que sobran, es decidir paralizar casi totalmente la Administración durante 4 meses, a ver si así mágicamente reducen el déficit. No se si esto venía impuesto desde Bruselas o es ocurrencia de los de aquí, pero me parece una auténtica gilipollez.
No consigo verle beneficio alguno en negar todos los proyectos de I+D no aprobados y no dejar presentar más por 4 meses. ¿Cómo diablos se quiere seguir adelante? La nueva burbuja del turismo no nos va a durar eternamente. Algún día todas las zonas que hoy son inestables se calmarán y volverán a quitarnos un gran cacho del pastel. Y por cosas como está no estaremos bien preparados cuando pase.