Jamás cambiaría a una persona que se interesa por mi vida y me quiere por quien soy y por cómo se siente conmigo; una persona que a diario se preocupa por saber cómo te ha ido, o qué te gustaría que pasase. Esa persona que te hace sentir arropado, y te tiene pensando en ella todos los días.
Un día conoces a alguien, (o descubres algo de una persona que ya conocías) y empiezas algo, que si bien puede ser que no seas ni consciente, merece la pena. Cuando haces esto te debes a esa persona, a sus inquietudes, sus metas, quien es, quien te hace ser, la curiosidad que despierta en tí, y lo que te hace sentir.Si esa persona no te da nada de esto, deberías dejarla, o mejor, intentar arreglarlo si la relación ya dio muchas vueltas, has compartido mucho a lo largo de los años y crees que merecería la pena arreglarlo.
Fuera de esto, ¿qué necesidad hay de compartir un momento íntimo con otra persona? ¿Qué no te da tu pareja como para que tengas que recurrir a algo así? ¿El puro sexo? ¿Tu pareja no te llena en la cama? ¿Te es prioritario como para hacer tanto daño? No sabría decirlo, pero en cualquier caso, me apena. Hay valores que a día de hoy no se están manteniendo, como el del respeto, la lealtad y sobretodo el honor.
Y ahí que el honor de un hombre (en mi caso), o de una persona, no se tenga en consideración. Nos movemos por el puro interés, incluso por encima de aquello que compartes con la persona que te acompaña en la vida, y se justifique sobre el libre albedrío, la confusión, y demás fariseísmos.
Cualquier situación aleatoria que pueda darse en la vida no es subyacente a justificación fuera de tu debilidad y falta de entereza como adulto. La dignidad es algo que se gana con trabajo y esfuerzo, mientras que el respeto es un derecho.
Jamás entenderé una infidelidad, a ningún nivel.