Tiene parte de razón lo que dice en #1 , cosa que me sorprende, porque Garzón me parece de los políticos más ridículos que actualmente tiene este país.
Este tema es cuanto menos complejo, ya que la libertad de expresión es un derecho básico que ha costado sangre, sudor y lágrimas conseguir. Es cierto que últimamente este derecho se está perdiendo, tanto a nivel jurídico como social, da igual cual sea tu ideología: Si te metes con la religión, golpe de remo, si te metes con la misandria, golpe de remo, si te metes con la corona, golpe de remo, si te metes con la LIVG, golpe de remo.
Sin embargo, no es menos cierto que debe haber límites para lo que se permite o no decir en las redes, porque puede ser algo terrible. El caso que me parece más horrible es el del bullying: antes de las RRSS, un pobre niño o niña que sufría en su escuela, al menos tenía escapatoria cuando se acababan las clases. Pero ahora, está 24/7 recibiendo la tortura psicológica, sin parar, por culpa de las RRSS. Es dantesco.
Por tanto, es muy difícil discernir donde está el límite y yo no tengo ni los conocimientos ni la sabiduría suficiente como para decidirlo, ojalá. Quizá una primera aproximación sería diferenciar entre ataques a una ideología, institución o dogmas y los ataques personales:
Debería ser totalmente legal poder meterse, por ejemplo, con cualquier religión (dogma), con la LIVG (ideología), con la corona (institución), etc. Pero sí que habría que castigar los ataques personales que sean ofensivos. Es decir, de la misma forma que todo el mundo tiene el derecho a dar su opinión, yo también lo tengo para decir que su opinión es basura, sin embargo, eso no me debería dar derecho a realizar comentarios ofensivos a su persona.
Cuando me refiero a "comentarios ofensivos" me refiero a amenazas contra su integridad física y psicológica, solo a eso. Porque si alguien se ofende porque te has metido con su ideología, dogma o institución, que se aguante.
"Aquellos que renunciarían a una libertad esencial para comprar un poco de seguridad momentánea, no merecen ni libertad ni seguridad y acabarán perdiendo ambas"