"Alemania revisa su modelo federal
ALEMANIA necesita urgentemente modernizar sus anquilosadas estructuras para salir de la crisis, pero el modelo de República Federal que se le impuso en 1948 para reorganizar los sectores occidentales de un país derrotado y dividido ya no da más de sí. Esencialmente, lo que sucede es que aquel sistema federal ha llevado al país a una situación en la que no hay ningún organismo que pueda tomar por sí solo una decisión relevante, pero sí muchos que tienen potestad para bloquearla, aunque sea por razones que no tengan que ver con la cuestión que se discute. De ese modo, se produce la paradoja de que, para el Gobierno federal su capacidad de maniobra soberana se limita a los campos donde no tienen nada que opinar los «lander», es decir, prácticamente ninguno. La crisis es menos vistosa porque en Alemania no existen fuerzas políticas nacionalistas centrífugas como las conocemos en España. Pero, en un caso que a muchos españoles les puede resultar familiar y que para los alemanes significó la primera voz de alarma, la «federalización» en materia educativa ha conducido a una multiplicación hasta el infinito de sistemas pedagógicos -incluso dentro de cada región- y, como consecuencia, a la estrepitosa caída de Alemania en los indicadores internacionales sobre niveles propios de los países en desarrollo.
No es casualidad que este nuevo intento de buscar soluciones en la raíz del problema se vaya a acometer en un momento en el que el país está siendo gobernado -como lo fue en su fundación- por una «gran coalición» entre los dos principales partidos del país, el democristiano y el socialdemócrata. Angela Merkel ha demostrado hasta ahora visión clara y determinación; y ojalá tenga la fuerza para llevar a cabo una tarea de la que depende el éxito de sus aspiraciones renovadoras. Es de esperar también que los partidarios españoles del federalismo estudien lo que sucede en Alemania con el mismo interés con el que aplaudieron su desarrollo en los últimos cincuenta años.
Los partidos alemanes alcanzan un acuerdo para la reforma del modelo federal
La Cámara de las Regiones (Senado) puede ser la perdedora; y la eficiencia, la gran ganadora de la reforma acordada por partidos, Federación y estados federados.
BERLÍN. Una década de debate, y finalmente una gran coalición, ha requerido la reforma institucional que agilizará el proceso legislativo y el desarrollo transparente de reformas en un país con una gran predominancia del Parlamento sobre la ejecutoria política, una devoción enfermiza por los equilibrios y cierta alergia a introducir cambios. El secretario general de la CDU, Ronald Pofalla, celebraba el sábado el paso diciendo que «Alemania se mueve».
El acuerdo obtenido entre los principales partidos: democristianos (CDU) y socialdemócratas (SPD), con cooperación de liberales (FDP) y otras fuerzas, y los dirigentes de Federación y Estados federados será trasladado al Bundestag en dos semanas y podría suponer el mayor cambio al sistema desde la creación de la República Federal de Alemania en mayo de 1949.
Derechos de los estados
La reforma propone 44 cambios en la Constitución, pero a lo que se enfrenta la RFA es a la reforma de su sistema federal, de lo que se llamaba «derechos de los Estados» hasta que el concepto -como en EE.UU.- quedó lastrado por abusos de regiones para sortear derechos y deberes federales, desviándose de la definición del jurista estadounidense Louis Brandeis, que en 1932 conceptuó a los estados como «pequeños laboratorios de innovación democrática» en competencia por hallar la mejor fórmula lo más cerca posible del ciudadano.
En este sentido, la propuesta es una reforma sin complejos ni nominalismos ideológicos, con un sentido liberal de la eficiencia: se trata de que todo funcione mejor y esto interesa a todos. El llamado historiador de la nueva república de Berlín, Heinrich August Winkler, ha dado el tono esperanzador al hablar de «una gran oportunidad», un signo de salud institucional y democrática que demuestra que «Alemania no está enferma ni acabada».
La redistribución de poderes aparca a la poderosa Cámara de las Regiones (Bundesrat), que había ido devorando competencias hasta tener veto sobre casi dos tercios de la legislación, lo que frecuentemente utilizaba para torpedear en lo posible a una mayoría de gobierno en el Bundestag de signo contrario. Expertos consultados estiman que ahora no superarán apenas un tercio las controladas por el Bundesrat, pudiendo el Bundestag aprobar directamente el resto. Según lo conocido del anteproyecto, los estados federados obtienen a cambio mayor poder de decisión en ámbitos como la educación universitaria, la política medioambiental y los sueldos en la administración.
El acuerdo es un éxito para la canciller Angela Merkel, que lo había hecho prioridad después de que el Gobierno rojiverde gripara varias rondas de conversaciones; además incluye la mayor parte de las propuestas de los democristianos. En este contexto se lee la encuesta de popularidad de Bild am Sonntag, que da a Merkel un máximo histórico para cualquier canciller (70%), mientras que el vicecanciller socialdemócrata se hunde hasta un 37%.
Solución intermedia
La ministra federal de Justicia, Brigitte Zypries (SPD), dice al Welt am Sonntag que el Gobierno federal hubiera «deseado aún más competencias, y lo mismo les pasa a los Länder; en esto hemos alcanzado una solución intermedia»; pero apuntó su esperanza de que «en ámbitos que afecten no sólo a un Land podamos lograr regulaciones unificadas y responsables, pues ni el agua ni el aire tienen demarcaciones».
El «premier bávaro», Edmund Stoiber, ha sido uno de los padres del acuerdo y celebró que Alemania vaya a ser «más rápida y flexible» en su proceso decisorio, pero algunos políticos en el ámbito educativo ya protestan por la pérdida de la responsabilidad federal en el fomento de la educación: ahora pagará pero no decidirá. La ex ministra Edelgard Buhlmahn (SPD) avisa de una «creciente resistencia» en sus filas y Karl Lauterbach, un sociólogo del partido, cree que en el Bundestag «habrá probablemente cambios».
Un editorial del Frankfurter Allgemeine considera la reforma «un gran paso», un logro para los barones regionales de CDU/CSU, aunque «el balance partidista, frente al del conjunto del Estado, cuenta aquí poco». La prensa anota que la fragilidad de la gran coalición explicaría la prisa en lograr un acuerdo, que no incluye aún la financiación. «Primero, la aplicación de los cambios competenciales», que apenas sólo afectan al interior de la administración, «y luego la financiación, cuyo reparto entre Federación, estados y municipios afecta más al ciudadano».
Pese a que los estados más ricos lamentan pagar más de lo que quisieran, e insisten en la introducción de una competitividad por el IRPF y el IVA, esto no tiene por el momento fácil solución, pues en Alemania no es exigible a la Federación y precisa de un acuerdo transversal por el que otras regiones renunciaran a tales ingresos. En la RFA los estados recaudan en un esfuerzo fiscal coordinado con la hacienda federal, como engranajes de un mecanismo de fórmulas de recaudación, distribución y compensación; esto viene subrayado por el hecho de que el 70% de los ingresos fiscales sean «impuestos compartidos», y deben ser repartidos luego entre las instancias acreedoras."
http://www.inn.org.es/Prensa/0602/060220abcalemania.htm
¿Alguien sabe de algún país que haya tomado la España de las autonomías como ejemplo a seguir? si tan maravillosa fuera hubiera creado escuela.
En España como siempre, aislados del mundo y ofuscados en nuestras miserias, una vez más vamos a contracorriente mientras se nos vende que esto es el progreso.
Seguimos... en Italia se considera una posición de izquierdas lo que el tripartito vende como "feixisme". ¿Será que en España las izquierdas ya no propugnan la igualdad? La izquierda italiana en cambio, parece que es coherente consigo misma.
"La izquierda no se fía del federalismo
Prodi pide un referéndum para abolir la reforma constitucional de Berlusconi
La coalición de izquierdas de Romano Prodi, que disputará a Silvio Berlusconi el poder en la selecciones de abril, entregará hoy al Tribunal Supremo 700.000 firmas de ciudadanos pidiendo una consulta popular para eliminar la recién aprobada reforma federalista. La izquierda cree que atenta contra la unidad de Italia.
REGIONES EN CONTRA
Catorce de las veinte regiones de Italia se oponen a la 'devoluzione'
LA POSTURA DE PRODI
"Causa gran daño a las regiones más pobres, no habrá solidaridad"
El centroizquierda y la izquierda italianos, irritados por la reforma constitucional diseñada por el Gobierno de centroderecha que preside Silvio Berlusconi, quieren lograr su abolición por la vía del referéndum, posibilidad existente en Italia. La reforma - aprobada en el Senado el pasado 16 de noviembre tras dos años de vaivén del texto entre ambas cámaras parlamentarias- introduce la llamada devoluzione (calco del inglés devolution, restitución), que otorga a las regiones competencias legislativas en sanidad, educación y policía local; modifica la relación entre Cámara de Diputados y Senado, y redefine las funciones del primer ministro y del presidente de la República.
La Unión, alianza de izquierdas de Romano Prodi, entregará hoy al Tribunal Supremo casi 700.000 firmas de ciudadanos para que se convoque un referéndum sobre la reforma, que la oposición cree lesiva por varios motivos. El principal atañe a la devoluzione, que Prodi definió así en una entrevista a La Vanguardia el pasado 22 de octubre: "Es una desgracia. (...) Prevé un tipo de organización regional que atenta contra la unidad de Italia, y causa gran daño a las regiones más pobres, porque no existirá el equilibrio de solidaridad que hay ahora". Dato importante: cuando gobernaba el centroizquierda, realizó una primera y más tenue reforma federalista, confirmada en referéndum en el 2001.
De hecho, catorce regiones de las veinte que forman la República se han declarado también contrarias a la reforma federalista, casi todas con argumentos económico-sociales similares al de Prodi. Las asambleas regionales de Cerdeña, Campania, Lacio, Calabria, Valle de Aosta, Emilia-Romaña, Toscana, Las Marcas, Umbría, Basilicata, Friuli-Venecia Julia, Apulia, Liguria y Los Abruzos pidieron el 10 de febrero al Supremo que convoque el referéndum. Ese día pidió también al TS una consulta popular la región de Lombardía - la más rica del país, gobernada por el centroderecha-, pero porque sí apoya la devoluzione.
"La reforma está bien, pero ha habido una gran desinformación - dijo el delegado lombardo, Paolo Puccitelli-, y el referéndum es una oportunidad excelente para que los ciudadanos conozcan los contenidos de la reforma". En suma, son quince las regiones que han solicitado el referéndum, que tiene visos de celebrarse en junio, aunque podría saltar a otoño, dado el aluvión de citas con las urnas en el segundo trimestre. A las elecciones generales de los días 9 y 10 de abril - en las que Prodi tratará de arrebatar el poder a Berlusconi- hay que añadir comicios municipales en Roma, Milán y Nápoles, y regionales en Sicilia.
Pese a que la coalición de izquierdas que lidera Prodi considera prioritaria la abolición de la reforma constitucional, el asunto ha tenido escasa presencia en la precampaña electoral y en la campaña propiamente dicha, ya en curso. De ello se ha quejado Oscar Luigi Scalfaro, ex presidente de la República, y presidente del comité Salviamo la Costituzione (Salvemos la Constitución), que durante dos meses ha recogido las firmas para solicitar el referéndum, con ayuda de todos los partidos de La Unión, del mayor sindicato del país (CGIL) y de numerosos grupos de la sociedad civil. "Es verdad, haría falta un mayor compromiso - admitió Francesco Rutelli, líder de La Margarita (moderados)-, pero la recogida de firmas ha coincidido con la campaña electoral".
Aunque buena parte del debate se ha centrado en la cuestión federal, otros puntos de la reforma (véase el recuadro de la página anterior) disgustan también al centroizquierda. Los promotores del referéndum critican en especial el nuevo reparto de funciones entre el primer ministro, que sale reforzado, y el presidente de la República, que pierde peso.
"Esta reforma mortifica al Parlamento y refuerza al Ejecutivo, anula al jefe del Estado, a quien quita el poder de disolver las Cámaras, y sobre todo convierte en omnipotente al primer ministro, que recibe ese poder", ha afirmado varias veces el ex presidente Oscar Luigi Scalfaro.
La posibilidad de que el Tribunal Supremo no convoque el referéndum es casi nula, porque el centroizquierda lo ha pedido por las tres vías posibles. Según la ley, pueden solicitar un referéndum un mínimo de medio millón de ciudadanos (y ya hay 700.000 firmas) o cinco regiones (lo han pedido quince) o un quinto de los parlamentarios (lo han hecho 112 senadores y 249 diputados, más de los necesarios). Se puede pedir si la ley contestada ha sido aprobada sin mayoría de dos tercios de Cámara y Senado, como ha ocurrido. Por razones técnicas, el referéndum no necesitará quórum, es decir, el resultado será válido incluso con baja participación.
La Liga Norte, partido federalderechista de la coalición gobernante, y principal impulsor de la devoluzione, también apoya la consulta. "No temo al referéndum - dijo en noviembre su líder, Umberto Bossi-. Los italianos votarán la ley del mismo modo en todo el país. No habrá un país partido en dos". Los otros partidos del centroderecha apenas mencionan el asunto."
María-Paz López - La Vanguardia, 17-02-06
Mientras por un lado nos presentan el federalismo como solución de todos los males, siendo el gran pilar quimérico del nacionalismo y sus mitos y creencias que atontan a la mayoría de la gente que apoya los nacionalismos de refilón, sin que realmente les entusiasme, se les machaca la cabeza a conciencia que la descentralización es la solución a todos los problemas, que el progreso es sinónimo de trazar una línea recta de descentralización y atomización sobre la que avanzar siempre.
Por otra lado es la propia izquierda española quien menos le parece importar defender la igualdad de los españoles y quien parece propugnar un federalismo asimétrico y bilateral entre una parte y la suma de las demás partes, es decir la defensa de los privilegios y supuestos derechos históricos medievales.
En cambio en los países que normalmente se toman como modélicos avanzan ahora con una determinación histórica en dirección opuesta a nosotros... Por qué será?