Sure, quédate en la barra de espaldas con una copa en la mano mirando a alguna hembra, ella se girará de pura casualidad y te vera a lo lejos sobresaliendo entre la multitud, y como sí fuera un flechazo se acercara a la barra a pedir una copa y así de camino para flirtear un poco.
Lo que pasa después es obvio, la llevas al cementerio y le dices lo más típico en estos días: i am a vampire.
Ella flipara y te la chupara en el momento.