Buenas tardes foreros,
Me he decidido a traeros, al fin, esta anécdota hospitalaria que le atormentó a un amigo mío ( al cual llamaré K) y a la que yo pude presenciar tanto de espectador como de oyente.
Todo comenzó con la compra , por parte de K, de un piso ya que había reunido, a sudor y lágrimas, los requerimientos mínimos para una hipoteca.
Tal fue la angustia y liberación para llegar a ello que me comentó: 'ahora solo falta que salga un volcán y me sepulte la casa'.
Pues, nada más lejos de ser un Nostradamus, resulta que el piso de K está ubicado en Gran Canaria y dos semanas más tarde de esa premonición erupcionó el volcán de la palma. Yo le dije que se había burlado de las leyes de la entropía universal y que no saldría airoso, hoy en día aún me arrepiento de haberle dicho esto a K por lo que sufrió a continuación.
Hace no menos de 1/2 año K, como todo ser viviente salvo determinadas mujeres, fue a hacer caca al baño y para sorpresa de él vino acompañada de sangre.
K trabaja en un hospital lo cual le hace ser más conocedor de las dolencias pero también más hipocondriaco/aprensivo. Así que al día siguiente me llama preocupado diciendo que su mayor temor era tener un tumor digestivo y maldiciendo que le pase justo ahora que se había comprado la casa.
Raudamente K fue la consulta de una compañera a la cual le consultó y le pidió si conocía a alguien de digestivo competente que le pudiese atender con premura/ternura. Ella haciendo gala de profesionalidad y empatía le dijo que se bajara los pantalones ya que ella le haría el tacto. K le dijo que luego no la podría ver a los ojos después de esto pero accedió ya que quería saber que le pasaba. Ella se limitó a introducir el dedo en el orificio y no salió sangre pero sí la dignidad del pobre K. Mi amigo fue derivado con asombrosa celeridad, ya que no era una hemorroides ni nada simple , a urgencias de digestivo.
K llegó a urgencias donde le atendió de primeras una residente a la cual le llevaría 5 años. Normalmente se llamaría al adjunto de digestivo de urgencia pero no fue así. La joven residente le dijo que pasase a una sala que ella lo exploraría, cabe mencionar que K iba de paisano y sin decir que trabaja en el hospital de especialista. La futura especialista exploró el pene y testículos de un K el cual se encontraba en un contexto al más puro estilo peli porno pero estaba más nervioso que un hiperactivo con sobredosis de cafeína. Aún a día de hoy no sabe la relación de este procedimiento con las hemorragias anales. K le insistió que ya lo habían explorado antes y que se podía ahorrar el tacto rectal. Ella lo tomó por una mentira bellaca y le dijo convenció aduciendo que así se libraría de los dedos más gruesos de su adjunto, K accedió ya que el universo se le caía encima.
Pues a la espera del informe en urgencias a K lo llaman a otra sala y lo recibe el adjunto que supervisaba a la residente que le hizo el tacto a priori. Este especialista, según K, era muy profesional y también creía que con tendencia homosexual. El adjunto sin tener en cuenta el tacto rectal de antes le pidió a K que pusiera su pompis para recibir el 3º tacto. Como ninguno de los tactos hechos fue de digestivo y, nuevamente, se concluye que no son hemorroides pues se cita preferentemente para una colonoscopia. Al marcharse K les comenta que trabaja en el hospital de especialista para ver si le podía dar la cita pronto, tal como dijo eso la residente se puso roja y le pidió perdón ( K cree que quizás ella se había excedido en la exploración), K no le dio mucha importancia ya que el 3º tacto lo había dejado fuera de órbita.
Al fin citan a K para una colonoscopia y yo lo acompañé en ese día tan señalado. Resulta que no solo te tienes tienes que pasar una noche previa terrible cagando todo lo que tienes dentro hasta quedarte vacío gracias a unos medicamentos sino que durante la colonoscopia le dijeron que en su caso no hacía falta sedación ( propofol se suele usar). El pobre K creo que estuvo sensibilizado analmente varias semanas.
Concluyeron que tiene enfermedad de Crohn con ulceras y, a los 3 meses, se llevó otra colonoscopia de control para ver si habían curado las ulceras.
Creo que a K le podían haber hecho menos tactos rectales pero estoy seguro de que ha pagado su deuda por el comentario del volcán y su piso. Por lo menos terminó en una enfermedad crónica y no terminal